Lo bueno de Grand Juction, Colorado, es que sus moteles tienen múltiples habitaciones individuales disponibles.
Y aunque Osamu no le tomó importancia a este gran detalle cuando el viaje comenzó, tener una tarde de soledad y sobre todo, su propio espacio lejos de Suna, era nada menos que una bendición. Su habitación en el motel estaba algo deteriorada, pero estaba a leguas por sobre el motel anterior.
Al entrar a la habitación, cierra la puerta con llave antes de suspirar con alivio.
El silencio en la habitación es maravilloso, y aunque sabe que Suna está en la habitación contigua, tener una pared de distancia es un lujo que no da por sentado.
Cuando se fue a duchar, no tuvo que preocuparse de ser rápido o de secarse dentro del baño para que no lo vean. Tampoco tuvo que preocuparse de que lo escuchen cantar bajo el débil chorro de agua.
Y después de la ducha, con algunos de los nudos de su espalda finalmente destensos, fue capaz de tirarse sobre la cama doble en el centro de la habitación con el celular en mano mientras examina el menú de comida antes de desistirse por comida china, y en diez minutos, su arroz frito y pollo al curry ya estaba en camino.
Osamu suspira suavemente mientras se apoya tranquilamente sobre las almohadas, deseando que él y Suna hubieran pasado a una licorería antes de llegar al motel. A pesar de que sabe que fácilmente podría ir caminando a alguna cercana, lo último que quiere hacer es vagar por Grand Juction luego de haberse duchado.
En su lugar, prende la televisión con un click en el viejo control y comienza a divagar entre los canales hasta que encuentra una repetición de Dirty Dancing que acaba de empezar, esto le saca una irónica pero a la vez divertida sonrisa al peligris.
Es por culpa de esta película que Suna y Osamu están viajando en carretera, a Sakusa y Tsumu les encantó e insistieron en que tenían que casarse en un resort en los Catskills similar al de la película. Mientras la pareja cruza su mente, se acomoda en las sabanas a la vez que Baby comienza su narración, contemplando si debería llamar a su gemelo para ponerse al día.
Sin embargo, justo cuando el pensamiento pasa por su cabeza, el teléfono suena. Osamu responde en un momento, sin molestarse en comprobar el identificador de llamadas.
Él y Atsumu tenían la extraña costumbre de llamarse en el momento en el que el otro lo pensaba. Suponía que era una extraña conexión entre gemelos.
Cuando contestó, esperaba oír la respuesta de la voz familiar de Tsumu.
—¿Hola?
—Hey, Osamu. Me alegro de haber llamado —dice Kita finalmente, sonando tranquilo a través del altavoz— ¿cómo estás?
—¡Kita! —dice el peligris sentándose abruptamente sobre la cama, botando el control desde su pecho hasta su regazo—. Yo, eh, estoy bien, sí. ¿Tú cómo estás?
—Sólo algo ocupado con el trabajo pero eso es algo habitual —Osamu puede imaginar la expresión neutra en el rostro ajeno mientras que se encoge de hombros al hablar— ¿Cómo va el viaje en carretera? No puedo imaginar lo que debe ser conducir tanto tiempo como tú lo tienes que hacer.
—Está... está bien, sí —Osamu responde despacio mientras pone su teléfono en altavoz—. Un viaje largo, pero no es malo.
—Eso es bueno —Kita aclara su responde como si lo que fuera a decir lo hiciera sentir incómodo—. Te extraño, también nuestras cenas semanales —un sentimiento de culpa se extendió sobre el pecho del peligris. A decir verdad, fuera de la charla con Suna, Kita ni siquiera se le ha pasado por la cabeza. Bueno, tampoco suele estar en su mente mientras está en Los Ángeles, pero en los últimos días sus pensamientos se han consumido constantemente por el estrés de llegar a la boda, además de su constante molestia y frustración con Suna.
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42 horas ; osasuna (adaptación)
Short StorySuna y Osamu se ven obligados a hacer un viaje en automóvil para llegar a tiempo a la boda de sus mejores amigos. Del odio al amor, un solo paso... ¿o solo un viaje? Esta historia no es mía, la historia original está en inglés y es un fic de Harry...