Resolucion. Parte 5

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"Ploc, Ploc, Ploc, Ploc" Un ruido carnal dominaba la silenciosa habitación.

El rechinar de una cama vieja le seguía de cerca el ritmo.

— Sí... Ah~... justo así mestiza... mueve más esas caderas...— El noble abusaba de mí a su paso.

Ni muy rápido, ni muy despacio, solo a su gusto.

Los carnales ruidos ahogados por mis fluidos resonaban en sus oídos.

— ........— Para entonces mi mente había abandonado mi cuerpo.

"Clap, clap, clap" Como si el mundo me tragara, era todo lo que oía.

¿Cuánto tiempo habría pasado ya?... ¿Media hora? ¿40 minutos?...

¿Cuánto más durará esta infierno...?

— Hey... ¡Hey! ¡Muévete más maldición! No sirves para nada... ¡Más fuerte!— El noble se desesperada.

Me agarró del pelaje de mis piernas, y de él se aferraba.

Incontables veces ya había sido arrastrada a este cuarto, ya conocía a la mayoría de los nobles, incluso como les gustaba.

Había apagado mis emociones cada que vez que entraba a este cuarto.

Solo era una muñeca.

— O-Oh... E-Exactamente así... ¿no era tan difícil he? Hue kekeke— Estaba montando al noble.

Movía mis caderas arriba abajo, adelante y atrás, a pesar de ser pequeñas, los nobles siempre se excitaban, al ver mi pequeño inmaduro cuerpo llevando el control del acto.

Entre los sonidos carnales pude sentir como el Noble se corría dentro de mí, para seguido pedirme que siguiera.

— .......— Mi vida ya no me pertenecía.

Había entendido eso... ¿Qué más me quedaba? Solo puedo hacer que este asqueroso viejo se corra de una vez y me libere antes de tiempo.

Ni siquiera puedo sentir placer, solo dolor en cada movimiento desde que fui tomada.

Mi corazón sólo se afligía por ellas.

¿82 estará bien?... ¿Cómo estarán las otras niñas?... ¿Estarán llorando? ¿Estarán asustadas?

No podía sacarlas de mi cabeza.

¿Les habrá tocado algún noble que no sea sádico? ¿Les habrá tocado con quienes les gustan los cuchillos? ¿A quienes les gustan Romperlas un poco con los martillos? ¿A quiénes les gusta usar el latido?

Estaba ansiosa.

Soy la mayor aquí, de todas, siempre que volvíamos de una exhibición era mi trabajo darles mi pecho y brazos para que llorarán.

Pero hasta hace poco, ya ninguna lloraba.

Cada vez que volvíamos a la celda, solo tenían esa mirada perdida, sin brillo en sus ojos, no hablaban. Solo cuando regresábamos a ser rentadas volvían a expresar sus emociones.

Terror, horror, desesperación, ansiedad.

Los ojos de todas mostrábamos lo mismo, incluso yo misma.

Entonces...

— ¡¡AWHUDA!!— Un grito me sacó de mis lamentos.

Mis ojos volvieron a tener un leve brillo.

— ¡¿Q-Que es ahora?!— El noble me había soltado.

Empujándome hacia un lado de la cama se acercó a la puerta.

En cuanto la abrió....

"Pok" Una cabeza humana había caído en medio del pasillo.

Reencarnando en una niña dragonaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora