capítulo 19

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— ¡Hyungseo!—escuché la voz de Sunoo al final del pasillo, se acercó rápidamente a mí, abrazándome.— Dios mío, aquí estás, me asusté mucho cuando pregunté por ti en la recepción y me dijeron que no eras paciente, si no fuera porque una señora me oyó y me dijo que aquí estabas me habría dado algo... ¿Qué pasó? ¿Por qué estás en un hospital de Incheon?—no le contesté y se separó para mirarme, noté que fruncía el ceño para después girarse hacia donde yo estaba viendo.— ¿Un bebé? ¿Por qué estás viendo a un bebé en una incubadora?

— ¿Eres imbécil o te haces?—dije con la voz entrecortada y lo miré señalando al bebé.— Es tu hijo.—su rostro palideció y abrió los ojos en grande volviendo a mirar al bebé.

— Mi... ¿Mi hijo?—balbuceó.— ¿Por qué? ¿Por qué está en una incubadora? Todavía no han pasado los nueve meses, ¿por qué...?

— Hyosun tuvo desprendimiento de placenta.—lo interrumpí mirando a la nada.— Le hicieron una cesárea de emergencia... Seojun tendrá que quedarse en esa incubadora hasta completar las cuarenta semanas. Estará tres semanas, así que espero que hayas ahorrado porque no podré pagar yo sola.

— ¿Tres semanas?—se pasó las manos por el rostro.— ¿Y Hyosun? ¿Dónde está ella?—apreté los labios sintiendo un nudo en la garganta.

— Ella...—tragué saliva antes de seguir hablando.— Tuvo una hemorragia... Su cuerpo estaba muy débil y no soportó la cesárea...—hablé rompiendo en llanto.— Es mi culpa, Sunoo, la llevé con un doctor que no la revisó bien, un doctor incompetente, ¿cómo demonios no vio que tenía anemia? ¡Maldito infeliz!—grité furiosa de la impotencia y me dejé caer al piso, golpeándolo con los puños. Hyosun murió sola en un quirófano por mi culpa, debí haberla cuidado mejor...— Le prometí que todo estaría bien, que ambos estarían bien...—susurré entre sollozos.

— Hyungseo, levántate...—Sunoo murmuró tomándome del brazo y simplemente dejé que me jalara hasta ponerme de pie, sujetándome de la cintura para que no volviera a tirarme.— ¿Dónde están sus padres?—me encogí de hombros.

— Los llamé y les dejé mensajes pero no parecen estar preocupados por su hija... Ella me dijo que sus padres le dieron la espalda cuando supieron que sería madre soltera, le dijeron que era la vergüenza de la familia.—dije con los dientes apretados, sus padres eran unos infelices.— No están interesados en su nieto...

— ¿Y qué haremos con el bebé? Yo no...—tomé su mentón con mi mano, apretándolo un poco fuerte para que dejara de hablar.

— Ni se te ocurra decir que no estás preparado para criar un hijo o que no crees que el bebé sea tuyo... Actúa como un hombre por primera vez en tu vida, Sunoo.—lo solté y me alejé de él mirando al pequeño Seojun, era tan pequeño y delicado que me provocaba querer cuidarlo de todo y de todos.— Casémonos.

— ¿Qué? ¿Casarnos? ¿Tú y yo?

— Dudo mucho que me lo den en adopción... Tú eres el padre biológico, así que será fácil. Vas a registrarlo y cuando nos casemos lo adoptaré como mi hijo... Luego de que pase un tiempo podremos divorciarnos y yo me lo quedaré, si eso te parece bien.

— ¿De qué demonios estás hablando, Hyungseo?—se acercó a mí y me hizo mirarlo.

— Le prometí a Hyosun que cuidaría a Seojun si algo le sucedía y voy a cumplirlo.—le respondí decidida.

— ¿Por qué vas a cuidar a un bebé que no es tuyo?

— ¡Porque nadie quiere a ese bebé!—grité golpeándolo en el pecho.— Sus abuelos no lo quieren, tus padres no lo quieren, tú no lo quieres, Hyosun tampoco lo quería... Nadie lo quiere, sólo yo, así que me voy a hacer cargo de él, no voy a permitir que termine en un orfanato...—dije con la respiración agitada y Sunoo me miró sin decir nada por unos segundos, luego miró a Seojun.

— Está bien... Casémonos.




(...)




— ¿En serio? ¿Los doctores dijeron que Seojun está progresando muy bien? Me alegra mucho escuchar eso, mamá.—sonreí ampliamente al escuchar esas grandiosas noticias.— Sí, ya estoy saliendo de la universidad... Estaré allá en un rato, nos vemos. Te quiero.—colgué la llamada y guardé mi celular.

— Hyungseo.—Hyerin me llamó y volteé a verla.— ¿Tienes cinco minutos?

— No, discúlpame, tengo que ir con mi...

— Lo sé, es sobre eso de lo que quiero hablarte... No tomará mucho, espera.—levantó su mochila y de ésta sacó un sobre blanco, extendiéndolo hacia mí.— Nos enteramos de lo que estás haciendo por ese bebé y nos conmovió mucho... Los chicos de nuestro departamento reunieron un poco de dinero, para los gastos del hospital. Toma.—alcé las cejas sorprendida y negué.

— No puedo aceptar ese dinero...—Hyerin resopló y tomó mi mano, poniendo el sobre en mi palma y cerró mis dedos alrededor de éste.

— Tómalo, no seas orgullosa, es para el bebé, no para ti.—bajé la mirada, tenía razón, era para Seojun.

— Está bien, lo tomaré... Agradécele a los chicos por mí.—le di una pequeña sonrisa mientras guardaba el sobre.— Gracias, Hyerin.

— No es nada... Cuando el pequeño salga del hospital trata de traerlo, todos se pondrán muy contentos al verlo.—me sonrió y asentí. Me despedí de ella mirando la hora en mi celular, tenía que apurarme para llegar a tiempo con mi pequeño.

— ¡Hyungseo!—fruncí el ceño al escuchar esa voz llamándome y me giré buscando con la mirada a la persona.— ¡Aquí!—a unos metros de mí en un auto color gris se encontraba la hermana mayor de Sunoo.

— ¿Jisun? ¿Qué haces aquí?—pregunté acercándome a ella.

— Vino por nosotros.—me sobresalté al escuchar a Sunoo detrás de mí.— Le pedí que nos llevara al hospital, será más rápido si vamos en auto.

— ¿Vas a acompañarme?—lo miré perpleja, en esa semana no había querido acompañarme ni un solo día.

— Sí... Como dijiste, tengo que comenzar a comportarme como un hombre y lo haré ahora, mi hijo me necesita.—ladeé la cabeza confundida, ¿qué le había pasado a Sunoo?

— Bueno, dejen de hablar y suban al auto, ya quiero ver a mi sobrino.—Jisun habló encendiendo el motor del auto. Le di una mirada a Sunoo antes de subir, Sunoo también subió sentándose a mi lado.— Por cierto, feliz cumpleaños, Hyungseo.—Jisun me miró por el retrovisor y comenzó a conducir.

— ¿Eh? ¿Hoy es veinticinco?

— ¿No te acordaste de tu cumpleaños?—Sunoo me miró de reojo y se cruzó de brazos.— Deberías descansar un poco, yo puedo ir a cuidar a Seojun estos días.

— ¿Qué demonios te sucede? ¿Ahora sí te importa Seojun?

— Ey, ese lenguaje, Hyungseo.—Jisun me regañó. Sunoo no respondió nada y se giró hacia la ventana, ignorándome.— Cambiando de tema... El sábado se casan, ¿verdad? ¿Están emocionados?

— Claro que no...—susurré para mí misma, volteándome también y apoyé mi frente en la ventana. No me emocionaba para nada casarme de esa manera, no era como lo había soñado toda mi vida... Pero no podía quejarme, lo estaba haciendo por mi pequeño Seojun.

— Uh, bueno... ¿Quieren escuchar musiquita, chicos?

More Than Just Best Friends | Sunoo KimDonde viven las historias. Descúbrelo ahora