capítulo 2

1.9K 209 23
                                    




— Hyungseo...—Sunoo volvió a balbucear y se dio la vuelta, abrazándome como si fuera su almohada. Abrí los ojos en grande al sentir su... Amiguito presionar contra mi pierna, apreté los labios sin saber qué hacer. Tenía dos opciones; despertarlo tranquilamente o empujarlo y salir corriendo a mi habitación.

Después de pensarlo unos segundos, la segunda opción me pareció mejor, no podría verlo a la cara si lo despertaba de buena manera. Traté de levantar las manos pero por su abrazo me fue imposible. Ni modo, tendría que patearlo.

— Hyungseo, no te vayas...—murmuró en mi oído, su respiración caliente me provocó un hormigueo que recorrió desde mi nuca a mi espalda. Se removió mientras balbuceaba unas palabras que no logré entender y suavizó su agarre.— Espera... ¿Hyungseo?—murmuró con confusión y giré a verlo, ya estaba despierto o casi despierto, sus ojos estaban entreabiertos y talló uno de ellos mientras bostezaba. — ¿Qué haces aquí?

— Yo...—hablé nerviosa y tragué saliva sonoramente.— No quería que siguieras molesto conmigo...—dije con voz temblorosa.

— ¿Y por eso te metiste a mi cama mientras estaba durmiendo?—frunció el ceño.

— Sí...—aparté la mirada.— Qué... ¿Qué estabas soñando? Estabas balbuceando algunas cosas...—cambié el tema para que no se enojara conmigo.— ¿Estabas teniendo un sueño... Pervertido?—me sonrojé al decir esas palabras.

— ¿Qué? No, estaba soñando con el día en el que no me dejabas entrar al baño y me estaba haciendo pipí... ¿Por qué? ¿Qué creíste que estaba soñando?—me puse aún más roja por su pregunta y no respondí, fijé mi mirada en el techo.

— Si no estabas soñando nada malo... ¿Entonces por qué tu... Está así?—pregunté en un susurro.

— ¿Mi qué?—se escuchaba harto de mis preguntas y con justa razón, nunca le había gustado que lo despertaran de sus siestas. Después de unos segundos comenzó a reír con fuerza.— Hyungseo, no me digas que pensaste que tenía una erección...—dijo entre risas y se sentó en la cama mirándome divertido.— Supongo que debería tomar eso como un halago... Pero espera, ¿por qué no me empujaste si creíste que tenía una...?

— ¡Bien! Ya me voy, lo siento por meterme a tu cama, no volverá a pasar.—lo interrumpí levantándome de la cama y me fui rápidamente a mi habitación, me lancé a mi cama y escondí mi rostro contra las almohadas, quería desaparecer. Jamás me imaginé que hablaría de sueños eróticos y erecciones con mi mejor amigo, tampoco me imaginé que me afectaría tanto sentir su cuerpo tan cerca del mío... Ya habíamos estado abrazados de tal manera que podía sentir todo su cuerpo contra el mío pero en ese tiempo no lo veía como hombre. Pensar en él de una manera no fraternal era casi inconcebible para mí, Sunoo era mi mejor amigo, el niño que me molestaba y que yo también molestaba, con el que reía y pasaba un buen rato en las tardes después de la escuela, con el que compartía muchos gustos y pasatiempos, mi compañero de travesuras... Imaginarlo como mi pareja me parecía absurdo, ilógico y ridículo.

Me acosté boca arriba y suspiré cerrando los ojos, si antes era algo inimaginable para mí... ¿Cuándo comencé a verlo de otra manera? ¿Cuándo comencé a fijarme en su forma de peinarse, en su forma de vestirse, en su colonia? ¿Cuándo comenzó a molestarme que le hablara a otras chicas? 

¿Cuándo comencé a desear que toda su atención fuera sólo para mí?



(...)



Me removí en la cama al escuchar unos suaves golpes en la puerta de mi habitación y gruñí con pereza mientras abrazaba mi almohada, estaba muy cómoda durmiendo y no quería levantarme. Los golpes volvieron a escucharse y de mala gana me levanté de la cama para ir a abrir.

— ¿Qué quieres?—pregunté hablando con lentitud y miré a Sunoo frunciendo el ceño, me sentía un poco desorientada por haberme despertado repentinamente.

— ¿Estabas durmiendo?—asentí apoyándome en el marco de la puerta y cerré los ojos. Estaba volviendo a quedarme dormida cuando sentí la mano de Sunoo en mi mejilla y abrí los ojos de golpe.— Tienes la mejilla llena de baba... Qué tierna.—dijo con una sonrisa mientras me limpiaba con su dedo pulgar. Sentí que el sueño se me iba del cuerpo y me sonrojé apartando su mano, usé mi blusa para limpiarme rápidamente.

— ¿Para qué me estabas hablando?—dije aclarando mi garganta.

— Ah, pedí pizza, quería saber si te gustaría cenar conmigo mientras vemos una película en la sala.—me sonrió.

— ¿Ya no estás enojado?

— No estaba enojado.—entrecerré los ojos mirándolo confundida, ¿si no estaba enojado entonces por qué me estaba ignorando? Abrí los labios para preguntarle pero él se adelantó.— Bueno, sí lo estaba pero que fueras a hacerme compañía mientras dormía me puso de buen humor.

— Ah.—murmuré apartando la mirada, ¿eso qué significaba?

— ¿Entonces vienes o no? Pedí nuestra pizza favorita...—dijo moviendo las cejas tratando de convencerme y apreté los labios, no podía decirle que no a mi pizza favorita.

— Está bien... Pero yo escojo la película, últimamente escoges películas muy aburridas.—hablé pasando a su lado para ir a la sala.

— No es mi culpa que las películas ya no sean buenas.—se quejó caminando detrás de mí.

Al llegar a la sala me sorprendí de que Sunoo ya tenía un par de vasos en la mesa de centro junto a un refresco grande, como si estuviera seguro de que aceptaría cenar con él... Bueno, no estaba equivocado. Nos sentamos en el sillón y Sunoo sirvió el refresco en los vasos mientras yo buscaba una película entretenida para que pudiéramos ver.

No quise arriesgarme mucho así que escogí una película que ya había visto con anterioridad pero que Sunoo no conocía. Puse "Amigos con derechos" de Natalie Portman y Ashton Kutcher, la había visto en una sola ocasión y me gustó. Tomé una rebanada de pizza y me acomodé en el sillón con la mirada fija en la pantalla.

— ¿De qué trata?—Sunoo me preguntó dándole un trago a su refresco.

— No te diré, presta atención.—le respondí mordiendo mi pizza. Ashton se veía muy guapo en esa película, tal vez por eso me había gustado.

Estaba concentrada en la película cuando Sunoo se acercó más a mí y su rodilla rozó la mía, lo miré de reojo, parecía estar atento a lo que sucedía en la pantalla por lo que no le tomé importancia, sólo se acomodó.

Pero conforme pasaban los segundos se iba acercando más y más, poniéndome nerviosa, ¿lo estaba haciendo a propósito o eran imaginaciones mías?

— Hyungseo.—me llamó y giré para verlo, su rostro estaba a sólo unos milímetros del mío.— ¿Qué estás tratando de hacer? ¿Mmm? Desde ayer estás extraña... Frotándote contra mí, poniéndote celosa porque una chica me habla, abrazándome mientras duermo y ahora ésta película... ¿Acaso estás tratando de decirme algo?—habló mirándome a los ojos y tomó mi mentón con sus dedos.— No seas tímida, si lo quieres pídelo...

— ¿Si lo quiero...?—pregunté en un susurro, no entendía de qué estaba hablando.

— No te hagas la tonta, Hyungseo, es obvio lo que quieres... Yo también lo quiero.—fue lo último que dijo antes de comenzar a besarme. Abrí los ojos en grande con sorpresa al sentir sus labios esponjosos sobre los míos.

Por unos segundos no supe como reaccionar pero después me dejé llevar, cerré los ojos y correspondí a su beso pasando mis brazos por sus hombros para acercarlo más a mi cuerpo, importándome muy poco lo que pudiera suceder con nuestra amistad de tantos años.

More Than Just Best Friends | Sunoo KimDonde viven las historias. Descúbrelo ahora