capítulo 20

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— Bienvenido a casa, mi amor.—murmuré mientras entraba al departamento con Seojun en brazos. Las tres semanas ya habían pasado, por lo que por fin pudimos llevarnos al bebé a casa.

Seojun bostezó frotándose los ojos y supe que tenía sueño, había estado despierto todo el camino al departamento, ya que había sido mucho movimiento para él. Fui a mi habitación y lo recosté cuidadosamente en la cuna.

— ¿Se durmió?—mi madre preguntó entrando a la habitación y asentí.

Mi madre se ofreció a quedarse con nosotros un par de semanas para ayudarnos con el bebé y no pude rechazar su ayuda, sinceramente estaba muy nerviosa y aterrada de cuidar a Seojun yo sola.

— ¿Ya te acomodaste en la habitación de Sunoo?—le pregunté sentándome en la cama sin quitarle la mirada de encima a Seojun.

— Sí... ¿Están seguros de que está bien que yo duerma en su habitación? ¿Dónde dormirá Sunoo? Puedo dormir en el sillón...

— No, mamá, no voy a permitir que duermas en el sillón.—volteé a verla.— Además Sunoo va a dormir aquí conmigo.

— ¿Van a dormir juntos?—alzó las cejas sorprendida.— Se están tomando muy en serio lo de ser esposos, ¿no crees?

— No.—suspiré.— Dormirá aquí para ayudarme con Seojun por si se despierta en la madrugada.—mi madre se sentó a mi lado y se quedó mirándome en silencio por un buen rato.— ¿Qué?

— ¿Cuánto tiempo acordaron que estarían casados?

— Tres años o hasta que tenga el sustento económico para mantener a Seojun yo sola.—le respondí mirando el anillo en mi dedo. Sunoo aseguraba que nuestro matrimonio parecería más real si usábamos anillos y que la gente no sospecharía que no nos habíamos casado por amor.

Sunoo y yo llevábamos una semana casados, y no sabía si eran imaginaciones mías o si en verdad estaba pasando pero Sunoo se estaba comportando diferente por alguna razón desconocida; comenzó a ayudarme más con la limpieza del departamento y sin que yo tuviera que pedírselo antes, también se ofrecía a hacer de comer, a sacar la basura... Era muy extraño porque fue un cambio muy repentino, literalmente de un día para otro.

— ¿A qué hora sale Sunoo de la universidad?—mi madre preguntó mirando su reloj de mano.

— A las ocho... Llegará pronto.—dije poniéndome de pie.— Iré a preparar la cena, cuida a Seojun, por favor... Ah, me gritas si se despierta con hambre, para prepararle su biberón.

— Está bien, hija.—me dio una pequeña sonrisa y se la devolví un poco desconcertada, ¿por qué de repente se veía tan feliz?

Me encogí de hombros y salí de la habitación para ir a la cocina, revisé lo que teníamos en el refrigerador y en la alacena, habían fideos, verduras, panceta de cerdo y salsa de frijol negro. Había todo para hacer jajangmyeon, así que me puse manos a la obra, dejé mi anillo en la mesa del comedor, lavé mis manos y luego lavé las verduras, comencé a cortarlas. Cuando estuvieron listas las dejé de lado y me puse a cocinar la carne hasta que ésta estuvo dorada, le eché las verduras y cociné todo junto.

Escuché que la puerta del departamento se abría y varias personas entraban hablando en volumen alto. Fruncí el ceño y le bajé al fuego para luego ir a la entrada de la casa. Todos mis amigos estaban en la sala, comportándose como si fuera su casa.

— ¿Qué hacen aquí? Sunoo, ¿por qué están aquí?—pregunté molesta mientras ponía mis manos en mis caderas.

— Vinimos a...—Yeonsu dejó de hablar mirándome de arriba a abajo y comenzó a reír.— ¿Por qué traes mandil? ¿Ahora eres ama de casa?

More Than Just Best Friends | Sunoo KimDonde viven las historias. Descúbrelo ahora