Capítulo 12

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—¿Me cogerás hasta que no pueda más... —dijo Fabiana con la voz baja y la mirada algo agachada—, hasta que me venga?

Las gotas de agua caían por sus cuerpos.

El tomo su cuello fuertemente y lo apretó para hacerse con ella, la volteo y su mano la introdujo en su boca. Atragantandola. Tose al sentir su mano llegar a la garganta... alocado la saca y mojada de saliva y ahora de agua la pasaba por sus pechos, pezones y luego bajaba a su cintura. La aprieta fuertemente haciendo que su piel se le marqué.

Y la introdujo en su parte íntima sin preguntar y sin que ella lo esperará. El torció sus labios, luego, los mordió. Ella gimió de placer.

¡Oh sí! No bastó para que gimierá una enorme y placentera ola de orgasmos. Al el introducir otros dos de sus dedos.

Sí. D'Chenniel es una mezcla de placer y sexo duro, rico. Con olor a terminar saciada... satisfecha con el cuál puedes cumplir todas esas ideas de sumisión, perversidad, fantasías "todas", D'Chenniel las cumplirá con un solo roce.

Así. Sus labios torcidos los pega a su cuello todo como un vampiro aferrado, éste, tras apartarse, solo miraba esa marca provocada por él. Black... D'Chenniel.

¡Sí! Les gusta a ambos.

Se aparta y se queda mirando su cuello, notable y rojizo el colorado. El lo miraba pero de forma que a sus ojos estaban viendo un nuevo premio, objeto. Solo de él. De nadie más. Solo de él.

¡Así es este macho siciliano!, la volteó a él.

Ella intenta cruzar sus brazos alrededor de su cuello, este, los quito y los sujeto con fuerza dejándolos encima de su cabeza. La besa. Se separa de está. Y en brazos la carga. Todo debajo de las tibias gotas de agua.

Su polla se movió antes de entrar, ella bajo una de sus manos... con la otra se sujetaba de sus hombros ...y con la ya bajada su verga introdujo en su interior.

Fabiana gime y araña, tras clavar sus uñas en estos.

Se besaban y dejaban entre ellos rastros de saliva, y mismas que colgaban lentamente de sus bocas; se miraban y volvían a besarse, sus lenguas libraban una verdadera batalla de lenguas. Besos... ella o él se chupan, mordían, lamían labios, mejillas, orejas, etcétera.

D'Chenniel. Su físico ya estaba dejándose ver, sus brazos definidos y sus venas desde hombros hasta el antebrazo y muñeca, éstas, queriéndose salirse de su piel. Inflamables más cuando apretaba y trancaba sus músculos.

Volvió a él, apartándose del momento. Él, llevó a su labio superior su dedo índice y lo deslizó, lentamente. Bajo. Al inferior; qué, lo estira hacia abajo dejando ver su vemba rojiza. D'Chenniel viendo esto. Se pegó poco a poco y; le da un candente beso donde se mordían, lamían, chupaban, y sus lenguas batallaban ¡nuevamente...!

******

La cuchara en su mano hizo el «tic tic» en la vacía Copa de vino.

D'Chenniel luce su traje negro, todo de etiqueta y ella elegante y tan mujer como siempre, un traje largo: ajustado hasta sus rodillas y desde estás, hasta sus pies ancho, adornando sus pies con unos tacones semi altos con piedras hermosas en los mismos.

Fabiana recoge su pelo, y moja sus labios con la lengua. No antes cambio la mirada a otro lugar, el se percata y con la puntita de su fino zapato le rozo su pie. Provocando que volviera a él.

—¿Hermoso? —dijo una voz suave.

Trago saliva.

Fabiana lo miró entre ceja y ceja. Y lentamente volvió a quien habló.

—¿Y... —acortando sus palabras a la confusión, dijo Fabiana—, tú eres? ¿Perdona «'Hermoso'»? ¡Que carajo esta sucediendo aquí, ¿porque no me dijiste que una de tus pu... estarían en Polonia?!—habló de carrerita y en polaco más algunas palabras en español, «pu...» (fue la excepción a hablar en polaco) lo demás sería en español.

Él aun sosteniendo su rostro detrás de sus gafas de cristal transparente, giro a su lado. Empezando a mirar de arriba abajo...

Un par de tacones negros... pantalón de tela oscura a juego con estos y al subir su cara volvió a él...

—¡Mierda! —dijo D'Chenniel para sí mismo.

Lanza la silla atrás y se levanta de la mesa, encabronado, va al puesto de su amada y le toma del brazo. Se la lleva consigo.

No antes cruza la mirada con la dama.

Blanco Y NegroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora