Un golpe por la espalda (Lestappen)

Mudanza

Después de que Max aceptara la generosa propuesta de Charles de mudarse a su apartamento, una sensación de alivio llenó la habitación. Charles estaba dispuesto a brindarle todo el apoyo que necesitaba durante su recuperación. Sin embargo, una pregunta cruzó la mente de Charles, y la hizo con cuidado:-Max, me alegra que estés dispuesto a mudarte, pero ¿dónde tienes tus pertenencias aquí en Mónaco? Las últimas semanas te he estado prestando ropa y otros artículos, pero sé que debes tener cosas importantes tuyas.-

Max asintió, sintiéndose agradecido por la preocupación de su amigo. -Tienes razón, Charles. La mayoría de mis pertenencias están en mi antiguo apartamento aquí en Mónaco. Nunca lo vendí, pero no me sentía seguro en ese lugar debido a los actos de mi padre. Después de lo que ocurrió, preferí no regresar, solo entraba para dormir y de ahí iba a bares por eso me encontraste en aquel estado ese día que me encontraste.-Charles entendió la razón de la reticencia de Max y decidió acompañarlo en este paso crucial.

-Sabes algo Max vayamos mañana así te preparas mentalmente para esto mientras le voy a contar a mi mamá de que te vas a ir conmigo en el desayuno para que se quede tranquila.-

- Charles gracias aprecio tu apoyo a pesar de todo el mal que te cause en algún momento y que ahora seas tan amable, lo aprecio mucho de verdad.- dijo Max mirando a los ojos a Charles mientras este le sonreía con un leve sonrojo del cual Max no se percató por la luz del atardecer que entraba por la ventana.

-De verdad no tienes que ser tan agradecido Max no es nada, después de todo yo soy quien ya está bien, tú eres el que necesita cuidarse.- Dijo Charles mirando a los ojos a Max mientras agarraba sus manos para transmitirle confianza y tranquilidad.

Ambos se quedaron viendo a los ojos unos minutos que parecieron horas hasta que escucharon la voz de Pascale llamándolos a cenar. Ambos al percatarse de la situación se alejaron y mejor caminaron para el comedor aunque ambos no se miraron las caras mientras avanzaban sus caras estaban sonrojadas aunque Charles era la más roja del momento.
Ambos al llegar al comedor se sentaron mirando al suelo y cuando Pascale pasó la comida para que se sirvieran se percató del sonrojo de Charles y se acercó a él y le susurro. - ¿Y ahora te pintaste la cara de rojo o Max ya te encanto?-

-¡Mamá!- Dijo Charles avergonzado. -No me culpes hijo tu cara te delata fácilmente - Dijo Pascale riendo levemente hasta que Max se acercó y se sentó en la mesa. Todos se sirvieron de comer y la mesa se quedó en silencio mientras cada uno disfrutaba cada bocado de la cena hasta que todos terminaron y cada uno se levantó y lavó los platos. Después de eso Pascale se fue a recostar sin antes decir buenas noches y dejar a ambos chicos solos otra vez.

Ambos se quedaron en silencio ambos pensando hasta que Charles habló. -Max, ¿ ya tomaste tus medicamentos hoy?- Max hizo un pequeño gesto que para Charles parecía un puchero tierno. -Porque te tenias que recordar esas cosas saben horrible.- Dijo Max quejándose pero sarcásticamente.

-Max sabes que eso te ha ayudado a curarte- dijo Charles serio mirando a Max. -Ya lo sé Charles las tomaré antes de dormir no te preocupes- Dijo Max tratando de que no se notara su mentira ya que él no planeaba hacerlo con miedo de que su mente le ganara, y su adicción por las pastillas lo hiciera tomar malas decisiones que había tratado de no tener al estar con Charles pero no sabía cuánto tiempo más iba a lograr aguantar no tocar los frascos sin que nada malo pase si lo hace solo, ya que las últimas veces lo a echo pero mientras alguien lo acompaña.

Charles miro que en los ojos de Max había cierto temor así que mejor hablo. -Si quieres te ayudo a tomarlos Max.- Dijo Charles seguro. -Gracias Charles, la verdad es que me da miedo pero porque entre los años que me fui desarrollé una pequeña adición por las pastillas del dolor.- Charles lo miró con comprensión tratando de transmitirle calma a Max.