Amor

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Advertencia de mucho pero mucho contenido explícito, que puede que la cantidad sea algo que nunca más vuelva a escribir por que fuero, 3902 palabras de casi que solo eso bueno los dejo leer

(Con Charles)

Charles estaba en la ducha con agua fría esperando que su erección bajara ya que sentía demasiada vergüenza como para tocarse pensando en Max, pero su mente repetía  su sueño haciendo que esta no desaparezca. Charles ya se estaba frustrando por lo que para no continuar desperdiciando agua no le quedaba de otra más que hacerlo él mismo.

Por lo que apagó la ducha y se apoyó contra la pared, primero dándole masaje a sus pezones, suavemente recordando su sueño tratando de recrearlo. Al hacerlo suavemente se dio cuenta lo sensible que era, ya que comenzó  a liberar unos gemidos, mientras que liberaba más líquido preseminal, por lo que condujo una mano a su pene estimulando mientras que con la otra seguía  con su pezón.

Y mientras masajeaba su pezón y estimulaba su pene, su respiración se agitaba rápidamente y tuvo que morder la toalla de vez en cuando para no exhalar de forma ruidosa, ya que sabía que en un descuido podría ser muy ruidoso y Max lo podría escuchar en algún  momento, ya que cuando entro a la ducha lo había  escuchado cerrar la puerta de su habitación  por lo que debía  ser más cauteloso.

Después de unos cuantos minutos Charles tuvo un orgasmo seco, pero no le bastó ya que ahora su sueño hizo que quisiera sentir algo dentro de él por lo que agarró la botella de lubricante que estaba en la gaveta del lavamanos y roció un poco en sus dedos. Por lo que Charles se apoyó contra la pared y se puso a imaginar que era la mano de Max por lo que introdujo un dedo en su agujero, y al hacerlo soltó un gemido que tuvo que tapar con su mano deteniendo su estimulación en el pezón mientras que poco a poco iba moviendo su dedo hasta que después de unos momentos al ya sentirse seguro introdujo el segundo estirando su agujero.

Mientras se seguía estimulando, se imaginaba el escenario en el que Max lo acorralaba contra la pared, y al pensar en eso se corrió. ~Max~ gimió en voz más alta de lo que esperaba por lo que se quedó callado unos momentos esperando que Max no lo hubiera escuchado, aunque aún así no tenía planeado salir en todo el día ya que si no solo con el sueño sentía vergüenza ahora con lo que hizo sentía culpa y no creía poder volver a los ojos a Max alguna vez nuevamente sin pensar en eso y excitarse.

(Mientras tanto con Max)

Max se encontraba en la cocina de su acogedor apartamento, una luz tenue se filtraba por las cortinas, creando una atmósfera matutina tranquila. El rubio, meticuloso en sus preparativos, había decidido dedicar un tiempo extra a la preparación de su desayuno. El aroma del café recién hecho inundaba la habitación, un aroma que siempre le brindaba un confort especial. Mientras su mente se sumergía en la rutina de batir huevos y oler el café, una canción alegre que fluía desde su teléfono completaba la escena con una nota de alegría.

Sin embargo, en medio de su rutina matutina, un recuerdo perturbador emergió con una intensidad inesperada. Las imágenes de una pesadilla vívida se apoderaron de su mente, la visión de Charles atrapado en un coche en llamas y luchando por su vida antes de perderla en el hospital. La angustia de este recuerdo hacía que su pulso se acelerara y su tranquilidad se desvaneciera.

Max decidió abandonar la cocina y dirigirse al baño en busca de alivio. Allí, el agua fría golpeó su rostro, proporcionando un momento de alivio y permitiéndole recuperar la calma momentáneamente. A pesar de ello, las imágenes de la pesadilla continuaban asomándose a su mente, acosándolo. La única certeza que lo reconfortaba en esos momentos era la presencia de Charles en su vida, aunque la rutina de pasar tiempo juntos sólo podía calmar su mente por intervalos.

Un golpe por la espalda   (Lestappen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora