Un golpe por la espalda (Lestappen)

¿Esto es amor o un sueño?

\\ advertencia contenido explícito//

Semanas después de que Max se hubiera instalado cómodamente en el apartamento de Charles, su amistad se había transformado en algo más profundo. Pasaban tiempo juntos, disfrutando de la compañía del otro, ya fuera hablando o simplemente sintiendo la presencia del otro a su lado. En un día tranquilo, Max estaba sentado en el sillón, absorto en su celular, viendo las diferentes publicaciones que le aparecían en sus redes sociales que había vuelto a abrir después de varios años.

Mientras Max estaba en su celular escucha unos pasos viniendo de la cocina y al levantar la vista entra Charles, y con una sonrisa curiosa, se sienta a su lado.

-¿Qué estás viendo?- preguntó, echando un vistazo a la pantalla del teléfono de Max. Max le mostró algunos vídeos con música que Charles reconocía de inmediato. Eran canciones que él solía escuchar mientras realizaba sus actividades diarias, lo que le permitió hacer comentarios entusiastas sobre esa música en particular.

Max y Charles compartieron canciones que solían acompañar sus actividades diarias. Charles mencionó que la música de fondo hacía más llevaderas sus sesiones de entrenamiento, y Max coincidió en que la música tenía un poder especial.

-¿Tienes alguna otra canción que te traiga buenos recuerdos?- Preguntó Max sonriendo volteando a ver a Charles.

Charles sonrió y compartió cómo solía escuchar "In My Place" de Coldplay durante sus noches de estudio. Max asintió, apreciando la elección musical de su amigo.

-¿Y tú? ¿Alguna canción que te haga sentir algo especial?-

Max mencionó "Wonderful Tonight" de Eric Clapton y cómo evocaba noches de verano y risas con amigos. Charles sugirió ponerla en la próxima cena que organizaron en el apartamento, reconociendo el poder de la música para hacer que los momentos fueran inolvidables.

Max, interesado en la conversación, recordó las veces que Charles le había hablado de su gusto musical y de cómo había aprendido a tocar el piano. Y en el momento que empezó a soñar una misiva clásica llevó a Max a mencionar, con un toque de gracia, -No, no creo que podría hacer algo como eso, mis manos no están hechas para tocar un instrumento.-

Charles rió suavemente, respondiendo, -Vamos, tampoco es muy complicado. No te voy a poner a tocar Beethoven o Mozart.- Mantenía la imagen mental de Max complicándose mientras intentaba sacar una pieza de los grandes maestros en el piano.

Max vio la sonrisa en el rostro de Charles y se sintió en paz, agradecido por estar en ese momento a su lado, por poder hablar de cosas como esas nuevamente sin la culpa que había experimentado antes. Permanecieron allí, compartiendo risas y confidencias, hasta que sonó una canción que llenó el ambiente con su melodía envolvente.

Max se levantó del sillón y extendió la mano hacia Charles. -¿Bailamos?- invitó con una sonrisa cálida. Charles se quedó mirándolo unos momentos algo inseguro. -Es solo que no sé bailar muy bien, soy algo torpe en esa área.- Dijo Charles algo avergonzado mirando a Max.

A Max le dio gracia su comentario. - Entonces el experto en usar las manos no usa los pies- Dijo riéndose un poco, pero sin dejar de extenderle la mano. -Solo ven Charles yo te ayudo, y si te caes yo te sostengo, solo sigue el ritmo de la música, imagina que tus pies son tus manos tocando el piano.- Dijo Max sonriéndole a Charles, mientras que Charles asentía y agarraba la mano de Max.

-Si me caigo déjame caer no quiero arriesgarme que tú espalda no esté todavía al 100% y que por mi culpa te toque ir más tiempo con el doctor para tu terapia.- Dijo Charles serio a Max,