Capítulo 15

456 58 2
                                    


Las puertas se abrieron, dejando ver una amplia habitación con la paredes y pisos pintadas en gris, en una pared estaba pintado el "blanco o diana" usado para la arquería pero por lo que pudo ver JiMin, ese era usado para apuntar navajas al centro y no flechas como era de costumbre. En el blanco habían más de cinco navajas incrustadas en el centro, todas con una puntería impecable.

JinYoung se acercó al pelirosa tomándolo de la cintura mientras lo llevaba a un lugar dentro de esa amplia habitación.

— ¿Sabes que es este lugar? — preguntó inocentemente.

— Que. — contestó con desdén.

— Aquí fue donde aprendiste a cómo usar la navaja y las armas. — contestó. 

— ¿Me podrías enseñar nuevamente cómo se usa la navaja? — preguntó con un puchero y una sonrisa inocente. — Quiero clavarlo en el centro de esa cosa. — dijo apuntando al blanco que estaba en el centro.

— ¿Piensas que soy estúpido? — preguntó incrédulo.

— Y muchas cosas más. — admitió en una risa alzando su cabeza hacia arriba.

En esos segundos observando el techo, vio algo que le llamó la atención.

— ¿Piensas que te daré una navaja después de lo que me hiciste? — dijo, alzando a la altura de su cara la mano vendada.

— ¿Sabías que eso fue lo más satisfactorio que he hecho en mi vida? Sentir tu carne siendo penetrada por mi cuchillo mientras me observabas con ese rostro lleno de dolor. Magnífico.

— Me encanta cuando sale tu lado sádico, ángel. — sonrió con arrogancia el pelinegro.

— Jamás te cansas de llamarme ángel ¿Cierto? — JiMin apartó el brazo del pelinegro de su cintura de un tirón.

— Eres mi ángel cueste lo que cueste. — dijo, tomando una navaja apuntando directamente al centro del arco.

JiMin observó cada movimiento del pelinegro: cómo sostenía la navaja, las posiciones de sus piernas y brazos, la fuerza que utilizó desde esa distancia. JinYoung no había acertado; su navaja se incrustó en los costados, casi saliendo del blanco. JiMin contuvo una risa mientras volteaba disimuladamente.

— ¿Qué es tan divertido? — preguntó, rojo de cólera.

— Que siendo semejante sociópata, no seas capaz de acertar una estúpida navaja en el centro de esa cosa. — dijo, con la mirada desafiante.

— No soy tan estúpido como para darte una navaja. — dijo más tranquilo.

— Repasemos Jung. Si te apuñalo, mueres y antes de que pudiera dar un paso fuera de esta habitación, tus hombres me dispararán directamente en la cabeza sin dudarlo. — razonó cruzándose de brazos.

Estaba logrando lo que quería...

Buen punto. — murmuró con una media sonrisa. — Ya que estamos aqui, muéstrame de lo que eres capaz. — JinYoung le tendió tres navajas al pelirosa, atento a cada movimiento que hacía mientras las agarraba.

Quería ganar la confianza del pelinegro...

JiMin se paró a unos cinco metros de distancia del blanco, lanzó la primera navaja, que cayó muy cerca de la diana; la segunda dio directamente en el centro y la tercera apuntó igual de impecablemente. Volteó a ver al mayor con una sonrisa triunfante, mientras se sentaba en el cómodo sofá que se encontraba en una esquina.

Para matarlo cruelmente después...

— Sigues teniendo esa puntería perfecta... Me sorprendes. — admitió aplaudiendo complacido.

𝑨𝑴𝑵𝑬𝑺𝑰𝑨 [𝑲𝒐𝒐𝒌𝒎𝒊𝒏]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora