𝑨𝑴𝑵𝑬𝑺𝑰𝑨 [𝑲𝒐𝒐𝒌𝒎𝒊𝒏]

Capítulo 25

Aviso:

Este capítulo contiene escenas de violencia explícita y tortura, si eres sensible te recomiendo no leer este cap.

[🐰🐥]

La abandonada y descuidada habitación estaba cubierta de sangre. JiMin quería dejar que sufra por días, pero JiMinnie le provocó una herida grave, haciendo que sus planes se vieran afectados.

Ahora tendría que acelerar todos tus planes. Más que planes, eran fantasias que deseó cumplirlos con el paso de los años.

JiMinnie cumplió uno. Ahora le tocaba a él.

— ¡Déjame libre! ¡P-Por favor! — los sollozos lastimeros provocaban cierta pena en el pelirosa.

«¿Quieres dejarlo?»

JiMin torció los labios.

«Si quieres puedo terminar todo esto, no hace falta...»

— No. — interrumpió JiMin. — Yo lo haré, terminaré lo que empezamos. Nos libraremos de nuestro pasado.

JiMinnie sonrió orgulloso. De algún lugar de aquel oscuro cuarto, consiguió un sillón individual para observar cómodamente todo lo que JiMin le haría a JinYoung.

«Te ayudaré con las herramientas que quieras usar, agarra la que más te guste y te diré como usarlo»

JiMin asintió, tomando entre sus manos algo llamativo, parecía una tenaza salvo por el acabado que llevaba dos filosas puntas en cada lado.

«Esa es el desgarrador de senos.»

JiMin observó el intrumento minuiciosamente, definitivamente era como una tenaza pero con cuatro puntas al final, tenía dos ganchos de cada lado. Sin duda eso causaría demasiado dolor.

«Para que haga el efecto desgarrador, tienes que calentarlo al rojo vivo o fríos sobre sus pezones, apretando fuertemente para desgarrarlos.»

JiMin escuchaba todo atentamente, le parecía interesante toda esa información.

— Voy a necesitar ayuda. — dirigió su mirada un rato al pelinegro que seguía llorando por el dolor.

Se dirigió a la salida, abriendo ligeramente la puerta, lo suficiente como para que los hombres que custodiaban la puerta se acercaran.

— ¿Necesita algo señor Park? ¿Le hizo algo? — preguntó uno de ellos, sosteniendo su arma a un costado de su cuerpo.

— No, nada de eso. Necesito la ayuda de uno de ustedes para poder terminar.

— ¿A quién va a llevar? — preguntó otro hombre.

— Ven tú. Tienes vibras de que sabes como funciona todo. — apuntó al hombre alto, fornido y de cabellos castaños. — Sin ofender. — observó rapidamente a los otros dos.

— No se preocupe. Si necesita más ayuda, no dude en avisarnos.

El pelirosa asintió, volviendo al interior de la habitación en compañía del otro hombre.

— Necesito que calientes esto. — le entregó el intrumento. — avísame cuando esté todo.

El castaño asintió, dirigiéndose al fondo de la habitación buscando los objetos necesarios para calentar el objeto.

— ¡Ey! No te desmayes. Es solo una herida superficial, no morirás por desangrarte ya que no es una vena principal. — explicó JiMin sentándose en la silla de enfrente.