Capítulo 23

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El amanecer pintaba el cielo, estaban desapareciendo los tonos anaranjados y amarillos para dar paso a un hermoso cielo azul.

Habían pasado cuatro horas desde que empezó la cirugía de JungKook y todavía nadie sabía nada.

JiMin se estaba volviendo más paranoico de lo normal, sus pies no dejaban de chocar contra el piso una y otra vez, sus uñas estaban bastante lastimadas por haberlas mordido durante mucho tiempo, su rostro pálido y opaco, junto con unas bolsas oscuras debajo de sus ojos carentes de brillo.

JiMin no estaba bien.

Y JiMinnie tampoco.

Ambos estaban igual de preocupados por JungKook. JiMin rogaba para que nada malo le pasara al azabache.

Al recuperar sus recuerdos, renació su amor por el azabache.

Como una auténtica flor de loto.

JiMinnie se encontraba en el cuarto oscuro hecho bolita en el frío piso, no estaba llorando, estaba tratando de regular su respiración.

Trataba de calmarse por el bien de ambos, tanto de JiMin como para él. Quería salir y matar lo primero que vea, pero sabía que JiMin estaba peor que él por el estado de JungKook.

JiMinnie y JiMin intercambiaban cada tanto de lugar. Cuando JiMin ya no tenía fuerzas para seguir en ese lugar, cambiaba con JiMinnie para que esté al pendiente, no quería dormir y perderse del resultado. 

Esas cuatro largas horas fueron las más tortusas para ambos jóvenes. Uno llorando y culpándose por lo que pasó, mientras que el otro no podia pensar en otra cosa que en venganza, estaba preocupado, si, sentía que ese dolor punzante en su pecho no se iría jamás, pero a pesar de eso la ira y sed de venganza rebosaba todo tipo de emoción triste o preocupada.

— ¿Quién eres tú? ¿JiMin o JiMinnie?

— JiMin... — soltó en un murmuro.

— Entre ustedes dos, tú estás más afectado, mochi.

— ¿Mochi? — JiMin levanto su cabeza y observó al hombre que yacía parado en frente suyo. — JungWon... — los ojos del pelirosa volvieron a cristalizarse.

— Ya, ya. Estuvo metido ahí cuatro horas, si tardan tanto es porque está saliendo todo bien. — murmuró, acariciando los cabellos rosados mientras lo abrazaba.

— O porque todo salió mal y no quieren decir que el jefe de todo y de todos ha muerto. — murmuró, su rostro enterrado en el pecho del menor.

— Hyung, no seas tan pesimista.

— Si JiMin, no seas tan pesimista. — una tercera voz interrumpió el abrazo.

— ¿Cómo carajos no quiere que me preocupe? — JiMin observó con el ceño fruncido a MinGyu.

—JiMin. Te dijimos que no te preocupes, ya va a terminar todo esto y verás que todo esto solo será un mal recuerdo.

— Pero...

— JiMin, esta no es la primera vez que JungKook pasa por algo así. Tranquilízate.

— Disculpen. — interrumpió otra voz. Un señor de baja estatura, con una barriga sobresaliente y cabellos canosos los observaba con semblante serio.

JiMin rápidamente se acercó al señor, que anteriormente había entrado con JungKook en esa habitación.

Era el doctor.

Su semblante serio y con gotas de sudor pegadas en su frente le dejaba pensar lo peor al pelirosa.

JiMinnie estaba atento, observando cada movimiento y expresión del doctor desde el cuarto oscuro.

𝑨𝑴𝑵𝑬𝑺𝑰𝑨 [𝑲𝒐𝒐𝒌𝒎𝒊𝒏]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora