In my darkest hour

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Nadie se lo imaginaba, no siquiera Merlina, siempre encontró la muerte fascinante pero no de esa manera. Y ahí estaba leyendo una y otra vez esa carta que parecía más un reclamo hacia su persona.

"Querida Merlina.

Estarás muy sorprendida cuando leas esto o quien sabe, tal vez estés muy ocupada con tu trabajo y digas que mis necesidades solo son un problema. He estado sola en esta fría casa por demasiados meses, y dirás "yo no me ido tantos meses" pero aún con tu presencia diaria, nunca estabas para mí y aunque trate de hablar contigo muchas veces, que ya ni siquiera puedo recordar tantas, ni una vez trataste de escucharme.

Las horas pasaban en el reloj, una más oscura que la anterior, y en mi última hora ha habido una oscuridad inmensa y tu luz nunca estuvo para mí. Me siento abandonada, ni siquiera Yoko se preocupa por mí porque todos piensan que soy yo quien tiene que estar feliz y riendo todo el tiempo.

¿Nunca pensaste que me podía sentir sola?, ¿Qué te necesitaba, mi amor?, ¿A caso piensas que solo estás tú en mi cabeza? Tengo vida Merlina, aunque tal vez ya no la quiera, una vida que, aunque decidí compartir contigo también tiene esencia propia.

Creo que nunca sabrás cuanto intente encontrar un espacio para mi y no molestar a nadie, para estar satisfecha y que las cosas estuvieran mejor. Creo que lo encontré Merlina, cuando esté muerta y no estorbe más en sus vidas. No trates de entender mis razones"

October Change WenclairDonde viven las historias. Descúbrelo ahora