Todos hemos fantaseado alguna vez, desear cosas imposibles y soñar que son realidad no es ningún delito, somos totalmente libres en nuestra mente y no esta mal dejar que vuele de vez en cuando, eso era lo que pensaba Enid aquella noche mientras escuchaba los incesantes tecleos de la maquina de escribir de su compañera de cuarto.
—Merlina —llamó tranquilamente.
—¿Qué sucede, Enid? —respondió de forma seca.
—Ya es hora de dormir.
Los intensos tecleos cesaron al fin, Merlina observo el reloj de pared.
—Tienes razón, permíteme cambiarme y enseguida apago la luz.
—Antes de eso —Merlina detuvo su andar y miró atentamente a su compañera esperando su petición— ¿me deseas buenas noches?
Otra vez esas peticiones extrañas, pensó Merlina, últimamente Enid le pedía muchas cosas, como mandarle mensajes si iba a salir del dormitorio o de la academia, solo para verificar que estuviera a salvo, las buenas noches, a veces pedía tomar su mano y en pocas ocasiones le pedía que la abrazara, e inesperadamente Merlina aceptada y cumplía sus peticiones, un poco extraño si pero no parecía molesta al respecto.
—Buenas noches, Enid.
Enid le regalo una brillante sonrisa, feliz de lo accesible que se había vuelto Merlina con ella. Aunque en su mente a veces imaginaba que ella hacia todo eso por voluntad propia, sin tener que pedirlo, fantaseaba con que Merlina la abrazara como la primera vez que lo hizo, que la estrechará contra su cuerpo con fuerza como si pretendiera nunca soltarla.
Pero sabía que su Merlina pasaba horas sentada frente a esa máquina de escribir, podría ser que Merlina también fantaseara posiblemente serian fantasías muy diferentes a las de Enid, de seguro la vida que ella imaginaba era diferente a lo que Enid pensaba.
—Merlina —volvió a llamarla Enid antes de que Merlina dispusiera de su cama para descansar.
—¿Ahora que sucede?
Enid sonrió había molestado a la Addams todo el día y aun así su tono de voz no había pasado a amenazante, amenazante solo era amenazante normal y hasta un poco suave.
—¿Te puedo hacer una pregunta?
—Ya lo hiciste.
—No, pero una pregunta aparte de esa.
Merlina suspiró cansada, le hizo un gesto a su compañera para que prosiguiera.
—¿No te molesta todo lo que te pido?
—No, porque yo también obtengo cosas.
Enid la miró sorprendida no esperaba esa respuesta, ¿qué cosas le había dado ella a Merlina?
—¿Qué cosas?
—Puedo verte sonreír, me dejas acompañarte cuando te enlobas es todo un espectáculo las noches de luna llena desde que puedes dejar salir a tu lobo —dicho aquello Merlina apago la luz de la habitación y se acostó.
Enid sintió que el corazón se le iba a salir, sino salía de la habitación rápido le iba a dar un paro cardiaco. No dijo nada y se levantó para ir al balcón a tomar aire.
A la mañana siguiente todo transcurrió con normalidad, la jornada estudiantil siguió su rumbo normal a excepción de la mente de Enid que divagaba y viajaba a escenarios fuera de la normatividad con su compañera de cuarto. Así todo el día hasta que se dirigió a su habitación.
Las cosas eran muy iguales a su alrededor, a excepción de la conversación que había tenido la noche anterior con Merlina, eso sí fue algo que ni en sus mejores fantasías pasaba. Ahora solo pensaba en como seria irse lejos de ahí con Merlina en unas vacaciones pensadas solo para ellas dos, sería espectacular sin necesidad de decirle a su madre a donde o con quien se iría, solo empacar he irse de ahí. Se imaginaba con Merlina, en un avión volando, volando, volando... ¿A dónde volarían?

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October Change Wenclair
FanfictionDistintas historias en contextos diferentes al canon o en el mismo canon de la serie de Merlina, todas centradas en el ship de Enid x Merlina. Con el reto de Octubre de subir una pequeña historia cada día del mes. Normalmente este reto se basa en u...