—¡Oh! ¡No me fastidies que estás en pelotas!
Tras una larga e intensa discusión, ambos habían accedido a uno de los mejores hoteles de Londres. Discusión que por supuesto continuó cuando Orson accedió a la habitación con la intención de pasar ahí la noche. Katie abrumada se había encerrado en el dormitorio, dejándole solo toda la noche. Daba por hecho que había dormido en el sofá de fuera, pero aquello era demasiado.
El hombre estaba tumbado boca arriba, sin camiseta ni pantalón y con uno de los cojines cubriendo su pene. La imagen la había hecho salivar, pero tras recordar que ella era fanática de los hombres de color se relajó…
—Tienes un serio problema con mis pelotas —masculló adormilado sin tan siquiera mirarla.
—Tranquilo, no tienes nada que pudiera sorprenderme…
En ese instante, Orson se quitó el cojín que tapaba su más que evidente erección y se lo lanzó a la cara. ¡De acuerdo! No estaba desnudo al completo, sino que llevaba unos calzoncillos, pero era difícil ignorar aquel enorme bulto que parecía querer saludarla. Orson era conocido en Grecia por ser todo un casanova y todo tenía una explicación y es que, su físico no era su único atractivo.
—¿Qué has dicho? No te escucho con eso que tienes en la cara —dijo refiriéndose al cojín que él mismo le había lanzado —. ¿Te asusta una erección?
—No tienes vergüenza, ¿verdad?
Katie lo contempló, fijándose de soslayo en aquel abultamiento que nada tenía que envidiar a los hombres con los que se acostaba, pero eso jamás pensaba decirlo.
—Tú tampoco por la forma en la que me miras…
Ella apartó la mirada. Sí, claro que lo estaba mirando, pero él estaba en su maldita habitación y tampoco tenía mucho más donde elegir.
—¿Quieres tocarla? —preguntó fanfarrón para sacarla de sus casillas.
—No te preocupes, no hay mucho donde tocar…
—¿Estás segura?
Orson se la agarró con la mano, mano que no abarcaba en absoluto todo su miembro y aunque fue a través de su ropa interior sintió como su pene se hinchaba más ante la suculenta idea de tener a la Thompson a su disposición.
—Diría que si te esfuerzas un poquito podría incluso crecer un poco más…
Katie no sabía si sentirse molesta por su seguridad y desfachatez o simplemente ignorarlo, quedándose finalmente con la segunda.
Camino a Grecia
El vuelo estaba siendo una tortura para ambos. La tensión era evidente y ninguno estaba dispuesto a perder la batalla. Si uno decía A, el otro decía B, con la única intención de quedar siempre por encima.
—¿Podrías explicarme por qué tengo que viajar contigo colgado a mi espalda?
—Tranquila, eso que sientes es mutuo…
—No tienes pinta de ser el listo del grupo la verdad…
Orson apretó la mandíbula. Llevaba una hora de vuelo, una hora en la que Katie no había parado de atacarlo a destajo.
—Cierra la boca de una buena vez.
—Vaya, está mañana parecías encantado ante la simple idea de que la abriera. Una lástima.
Inmediatamente Katie se vio abordada por él. Orson cedió la mitad de su peso sobre el cuerpo femenino a la vez que apretaba sus mejillas con el pulgar y el índice, formando una O con sus labios. Ambos se miraron con la misma intensidad que un depredador observa a su presa segundos antes de devorarla…
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El amigo del jefe de la mafia #2 | Erótica + 21 | Completa ✅
RomanceKatie Thompson vive bajo la vigilancia de Haruki Nakamura, miembro de la más grande y peligrosa banda criminal de Japón; la Yakuza. Un encuentro fortuito, una oferta extremadamente buena de trabajo y una serie de regalos, serán los responsables de a...