Elián observaba desde la puerta el vendaje que el doctor le estaba colocando a Orson. Este apretaba el gesto y gruñía de dolor, pero era vital y necesario para su recuperación. Se cruzó de brazos, recordando lo que había llevado a su hombre ahí, a ese estado lamentablemente en el que se encontraba y sonrió al ser consciente de que una vez más, una mujer había podido con uno de los miembros de la mafia.
—Se pondrá bien… —indicó el doctor que se disponía a abandonar la habitación — Es fundamental que descanse y tenga reposo absoluto.
—No se preocupe, muchas gracias.
—Llamame si es necesario, Argenis.
Ambos estrecharon la mano y entonces Elián accedió al interior de la habitación. Orson tenía el rostro desencajado de dolor, aún así, no se quejaba, mucho menos frente a él.
—Tranquilo, te hará efecto la medicación.
—Elián, siento que hayas tenido que venir a Londres.
—Orson, cada vez que te he necesitado has viajado a Grecia o incluso a Japón. Sabes que jamás dejamos a uno de los nuestros…
Él bajó la mirada. Estaba eternamente agradecido con Argenis, pero desgraciadamente había tomado una decisión y no había vuelta atrás.
—Quiero dejar la mafia.
Elián lo contempló absorto. Perder a un hombre como Orson era como pegarse un tiro en las pelotas. Su lealtad era digna de admirar, lealtad que a muchos les faltaba…
—¿Por qué no te lo piensas mejor? Date un tiempo y…
—No, Elián. Estuve casi tres días en aquella jodida celda, tres días en los que mi único temor fue no volver a ver a Katie. Te admiro y te estaré eternamente agradecido, pero necesito parar y darle prioridad, una vez en mi vida, a lo que de verdad es importante.
—Eres un calzonazos… —prorrumpió lanzando una sonrisa agridulce — De igual manera, sabes que siempre podrás contar con el clan. Estoy orgulloso de ti.
¿Cómo? Aquellas palabras impactaron directamente en Orson que para nada se las esperaba, a continuación se dejó abrazar con afabilidad.
—Tú eres el calzonazos — Se atrevió a decir con una amplia sonrisa —. ¿Qué tipo de brujería ha hecho Anwen contigo?
—Voy a ser padre, Orson —dijo con orgullo —. Anwen es lo mejor que me ha pasado en la vida, así que, ahora más que nunca te comprendo.
—Enhorabuena — Ambos se dedicaron un par de apretones con evidente cariño, pero la mente de Orson no quería tomarse un respiro — ¿Qué ha sido de su oiran? ¿Dónde está?
—Al parecer, Yamasaki quiere que viaje a Japón para compensarla, aunque ya sabemos lo que significa eso…
—Quiere comprarla con dinero.
—Probablemente. Ha visto muchas cosas y en la situación en la que estaba era lamentable.
—¿Crees que Yamasaki quiera matarla?
—Tampoco lo descarto. Supongo que es una opción que baraja o incluso puede que la quiera tomar como su oiran. Sea lo que sea, ya no debe preocuparte, es algo que no nos compete.
Orson asintió. Aquel final no era el que deseaba para la mujer, pero tampoco pensaba quebrarse la cabeza.
—Quiero ver a Katie.
—Supongo que su compañía es mejor que la mía —murmuró Elián con buen humor —. Intenta descansar, iré a buscarla…
Elián apretó con suavidad el hombro del griego y salió de la habitación consternado. Orson se iba, abandonaba el clan y lo hacía para iniciar una nueva vida, vida que por supuesto, se merecía.
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El amigo del jefe de la mafia #2 | Erótica + 21 | Completa ✅
RomanceKatie Thompson vive bajo la vigilancia de Haruki Nakamura, miembro de la más grande y peligrosa banda criminal de Japón; la Yakuza. Un encuentro fortuito, una oferta extremadamente buena de trabajo y una serie de regalos, serán los responsables de a...