Capítulo 26

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Un mes después…

Orson había intentado geolocalizar las extrañas llamadas que Katie recibía, cada vez, de manera más asidua. Incluso se había atrevido a atender un par de ellas donde había permanecido en silencio esperando escuchar algo al otro lado. Sin embargo, ante sus avances nulos, había tomado la determinación de dar de baja esa línea y contratar una nueva para la mujer. Katie al principio se mostró reticente, pues mantenía esa línea prácticamente desde el instituto, pero finalmente accedió convencida de que le vendría bien una buena limpieza entre sus contactos.

Él, estaba seguro de que aquellas llamadas eran del japonés, cosa que evidentemente no le confesó a Katie que, mantenía la esperanza de pensar que eran simples llamadas comerciales. Por lo que le había pedido a Zoe, compañera del clan, que investigará el paradero de Haruki.

Zoe: No hay ni rastro de Nakamura. Ni siquiera en Japón.

Orson: Eso es imposible, no se lo ha podido tragar la tierra.

Zoe: Lo siento.

Orson: No me sirve, Zoe. Si es necesario busca a su oiran, quizá ella sepa algo.

Zoe: ¿De verdad crees que la solución es dar con su prostituta de lujo?

Orson: ¡Me importa una mierda! Búscala.

Era, sin duda, una medida desesperada, pero… ¿Qué podía hacer? Era imposible que Nakamura hubiese desaparecido y ella era la única posibilidad de obtener algún otro dato de utilidad.

Zoe: Jamás entenderé cómo convenciste a Elián para perder tiempo en esto. Es absurdo. Te escribiré con lo que tenga.

Elián había sido el encargado de autorizar aquello, pues en caso contrario, Zoe no hubiera perdido ni un solo segundo de su tiempo. Orson sabía que lo había hecho por ella, por Anwen, pero era lo de menos. De hecho, él mismo se había encargado de recordarle que ambas féminas eran más que amigas, asegurándose el paso directo a esa ayuda que en caso contrario jamás hubiese llegado. Porque para Elián no existía nada más importante que el bienestar de la Bennett y para él el de la Thompson.

Estaba convencido incluso de llegar a la Yakuza, a través de Elián, para saber si ellos tenían algo más de información. El grupo criminal tenía un acuerdo con la mafia Siciliana, por lo que intuía no se negarían a cooperar, aunque era una posibilidad remota. Estaba armando el plan en su cabeza cuando llamaron a la puerta. Aquello era totalmente inusual por lo que se aproximó para mirar por la mirilla y lo que vio le dejó paralizado.

El mismísimo Haruki Nakamura estaba al otro lado. ¿!Cómo narices era posible!? Pensó rápidamente que ya hablaría con Zoe, pues era imposible que se le hubiera escapado el dato de que estaba en Londres y, sin tiempo que perder, agarró el arma que llevaba siempre en la espalda, a la altura de la cinturilla y abrió.

Los acontecimientos se dieron con rapidez, pues antes de que Orson hubiera terminado de abrir la puerta, lo abordaron dos japonés que salieron de los laterales, pateando la puerta. Él trastabilló perdiendo el arma, pero sin embargo consiguió mantener el equilibrio con facilidad…

—¡Atrapadlo! —exclamó Nakamura mientras lo contemplaba con todo el odio que había ido acumulando a lo largo de los meses.

Orson se vio rodeado de aquellos dos japoneses que mantenían una clara posición de ataque, lo que le hizo sonreír con sorna.

—¿Tan cobarde eres Haruki? ¿Por qué no lo intentas tú?

El japonés ni se molestó en responder. Él no era de los que se ensuciaba las manos en un trabajo que podían hacer por él, mucho menos cuando se guardaba para la mejor parte. Uno de los hombres lanzó una patada hacia arriba, para golpearlo en el cuello, pero Orson la bloqueó, al igual que los ataques que lanzó con los puños. Sin embargo, fue más difícil de controlar cuando el otro entró en escena y quedó en una clara desventaja. Los dos lo atacaban a la vez, impidiendo así que se pudiera defender. Lo golpearon sin compasión, dejándolo incluso sin aire en más de una ocasión, hasta que quedó reducido en el suelo, completamente ensangrentado.

El amigo del jefe de la mafia #2 | Erótica + 21 | Completa ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora