CAPITULO XIII: Bonito, muy bonito.

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Recomendación: Reproduzcan la canción después del segundo separador.

Kim taehyung a pesar de tener en su vida a personas que le adoraban nunca sintió que podía corresponder del todo a ese amor, de aquel niño que reía y cuya sonrisa iluminaba todo el lugar no quedaba nada, o quizás era solo el tratando de esconderse ante un manto de dureza para sentirse capaz, altivo, imponente, inquebrantable, tal y como su madre se lo había enseñado.

En todos los años que estuvo patinando y demostrando su talento y sus grandes habilidades, había sido elogiado, aclamado posesionándose así como la próxima estrella olímpica. Él nunca supo de donde le nacía tanta pasión, había escuchado de las historias de su mamá Jiwoon que su madre solía ser una de las mejores patinadoras porque amaba hacerlo, cada movimiento era un sentimiento y que incluso ella que también recibió clases junto a ella no tenía comparación, Taehee era sin duda un genio del patinaje artístico.

Luego de conocer esa historia lo único que él quería era patinar alguna vez junto a su madre, creció con ese sueño que con el pasar de los años le rompió el corazón, porque el anhelaba su atención, su amor y su aprobación. Gracias a su diligencia consiguió lo último, pero con el pasar del tiempo esa frialdad que recibió se posiciono sobre el haciéndole perder toda pisca de emoción, empatía y felicidad. Entendió que nunca recibiría lo que más quería, pero no se iba a morir por ello, su corazón se volvió egoísta y poco a poco se fue secando, como una peña de la que nunca salió agua por más que se la golpease, como un rio que algún día fue desbordante y ahora solo las piedras suenan en la quebrada.

Jimin era por mucho muy diferente a él, podía llorar y siempre decía lo que quería, sentía y deseaba, había un tiempo en donde se mordía la lengua antes de opinar, pero él supo cómo desatar las cadenas que el mismo se había impuesto, iba a la escuela, podía hacer amigos fácilmente, su madre danzaba con el de vez en cuando, iba a la academia cuando quería, no se esforzaba por tener las mejores notas, para él estaba bien con simplemente aprobar sus materias y llenar su cerebro, fantaseaba con el amor verdadero y siempre le veía el lado positivo a las cosas, nunca lo envidio, al contrario sabía que debía siempre protegerlo porque era tan ingenuo, tan cálido y sentimental.

Podía entenderlo perfectamente, porque Park Jimin era el campeón nacional y el solo alguien talentoso. Podía fingir sentir, sonreír y ser amable, pero al patinar como podía cuando su situación ni siquiera le dolía, a veces le gustaría poder reflejar su amor hacia Jimin y sus mamas pero era complicado, como iba a poder un niño mostrar su esencia cuando el mismo había matado esa parte de él o quizás solo la había escondido.

"El día de la semi final nacional Kim taehyung de 16 años, aprobó todas las categorías con éxito, pero en la de pareja no pudo... No puedes conectar con tu pareja dijeron los evaluadores y por primera vez luego de tantos años de perfección, kim taehyung sintió que quizás él no estaba hecho para eso"

"¿Qué sientes al patinar?", había preguntado una de sus tutoras luego de que se acabara el campeonato.

"Yo me siento libre", respondió Taehyung con voz firme.

"¿Libre de qué?", musitó su tutora, con el ceño fruncido.

Taehyung la miró con intensidad. "¿Usted es una profesional del deporte o es una psicóloga?", preguntó con sarcasmo.

"Kim, necesito saber esto porque no me estás mostrando nada", le dijo la tutora con severidad. "Las nacionales están a la vuelta de la esquina, necesito encontrar el problema o no podrás ni siquiera pasar la primera ronda."

Taehyung apretó los puños con fuerza. "Me siento libre, libre de mí mismo", dijo con voz tensa. "Amo patinar porque es la única manera de mostrar cómo me siento."

Los Sentimientos de las RocasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora