09 (Editando)

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POV Jihyo.

No podía dejar de sonreír cuando miraba a la preciosa chica que dormía en el sofá como un bebé. Llevaba horas viéndola dormir y apenas se había movido para cambiar de posición.

¿Por qué es tan adorable? ¿Como se molestó solo por un ejemplo de Momo?

No podía creerlo cuando me lo dijo, pero viniendo de Sana no tardé en hacerlo.

Momo se fue cuando se acabó la botella de vino y prometió regresar mañana para ver cómo estaba de ánimo Minatozaki. También me hizo prometer que debía demostrar lo que sentia por Sana sin restricciones.

-Eres un jodido ángel.

Como quería seguir viéndola como dormía, pero iba a tener problemas en mi espalda si continuaba en la misma posición encorvada.

Quise llevarla a su habitación, pero temía a que despertara de su profundo sueño, y aún asi cuando pase por su lado para ir a la habitación, Sana jaló de mi mano.

-Unnie, quédate. -pidió con la voz ronca.

La somnolencia se notaba y maldije por haberla despertado.

-Solo iba por agua... ¿Estás bien? -pregunté acuclillandome a la altura de su rostro.

Sus ojos apenas podían abrirse por el sueño que tenía, por lo que, no los intentó abrir nuevamente.

-Estoy bien si unnie lo está. -murmuró con su voz rasposa por el recién despertar, pero parecía que iba a quedarse dormida otra vez. No fue así, segundos después sus ojos apenas se abrieron- Unnie... ¿me perdonas?

Demostré una sonrisa sin despegar los labios y regresé un mechón de cabello que tenía sobre su pómulo para detrás de su oreja.

Jamás tendría que perdonarle algo. Siempre tendría que ser ella quien me perdonase a mi.

Recorté la distancia lentamente, viendo como me miraba con sus ojos llenos de esperanza de que la respuesta fuese positiva. Su cálido aliento chocó contra mi boca y sus labios se entreabrieron cuando sintieron los míos.

En mi puta vida había sentido algo tan maravilloso al tener un simple contacto tan inocente con una boca.

Era inexplicable la sensación que el roce de sus labios me causaba.

Sana levantó su torso del sillón para que sus labios encajaran con los míos, y abrió su boca correctamente para que empezará a mover la mia, pero solo mordí su labio inferior hasta succionarlo.

-Unnie... -sus manos se aferraron a las mías que estaban; una acariciando su mejilla y la otra con el pulgar debajo de su mentón con el resto de los dedos sobre su cuello para que su rostro estuviese mirándome a mi.

-No has hecho nada malo, Sana... nunca lo has hecho -contesté mordiendo su provocativo labio inferior. Y obteniendo un suspiro como recompensa.

Sana era un libro abierto. No podía ocultar lo que sentía, no podía mantener las emociones a raya para no ser tan vulnerable. Y en este momento su mirada expresaba deseo. Se había oscurecido en un segundo y su respiración acelerada lo reflejaba.

-Quiero más... Jihyo. No pares... -suplicó en el momento que me aleje, sin embargo, sus manos se aferraron a mi camisa para que no lo hiciera.

Estaba complicandome las cosas

-Se puede continuar luego, Minatozaki-san -dije con una sonrisa mientras me sentaba a su lado. Su puchero me pareció malditamente adorable y no pude contenerme de acercarme a su boca para morderlo.

Inocencia | Sahyo G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora