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Las vacaciones de navidad ya habían llegado y aunque los perros de caza no solían tener vacaciones, habían conseguido tener un par de semanas libres. Teruko había convencido a Tachiara, Tetchō y Jonō para que fueran con ella a las vegas. Los cuatro habían ido a cenar juntos, pero ahora cada uno se encontraba por su cuenta, el de pelo blanco se encontraba en una plaza divagando sin rumbo alguno.
- Oh lo siento.- Se disculpó una voz femenina tras chocarse con el joven.
- Tranquila, no importa.- Respondió Jonō, quién apenas estaba prestando atención alguna a lo que sucedía.
¿- Que hace un joven como tú solo en navidad...?- Le pregunto la chica, con una sonrisa.
- No estoy solo, mis amigos están por aquí.- Respondió el más alto tranquilamente.
- Ya veo...- El corazón de la joven latía más rápido que antes, acto que llamó la atención del chico.
- Aquí estás Jonō, te estábamos buscando.- Se quejó una chica pelirroja, quién no dudó en analizar a la joven que se encontraban junto a su compañero.¿- Quién es ella?
- No estoy seguro de ello pero sé que es una persona interesante, sus reacciones son curiosas...- Explicó el joven, haciendo que Mía se sonrojara, aquello no paso desapercibido por Teruko quién se puso a reír.¿- Por cierto, donde está Tetchō?
- Con Tachiara... ¿Como te llamás?- Preguntó la pelirroja a la de cabellos castaños.
¿- Mia, vosotros?
- Él es Jonō y yo soy Teruko... Sabes soy consciente de que mi amigo es bastante amable cuando se lo propone y bastante atractivo pero él tiene novio...- Explicó de manera que no hiciera sentir mal a Mía.
- Oh, no lo sabía. Siento si te he incomodado.- Se disculpó la joven.
- Está bien, pero debemos irnos...- Tras decir aquello Jonō y Teruko desaparecieron de la vista de la joven. Lo cierto es que aquella no era la primera vez que la joven veía aquél chico y es que él había salvado a su abuela hacia un par de años y fue a asegurarse de que la mayor se encontrara bien, fue allí donde se conocieron. No iba a mentir, el chico había crecido y ahora estaba un poco más musculado que antes, seguía gustándole, pero él tenía novio y no iba a entrometerse.
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Mia. Ese nombre resonaba por la cabeza de Jonō, estaba seguro de haber escuchado ese nombre y esa voz antes, pero no sabía de dónde.
¿- Donde te habías metido?- Le interrogaron los dos chicos al verlo llegar.
- Creía que habíais ido a explorar el lugar...- Justificó el joven.
- Y así es, pero dijimos que nos encontraríamos a y media aquí.- Se quejó el de cabellos oscuros, quién fue despeinado por su novio.
- Tanto me has hechado de menos.- Se burló el de cabellos altos, por otra parte Tetchō rodó los ojos. El resto de la noche lo pasaron en ese bar, charlando, riendo y cantando, definitivamente Jonō ya no se acordaba de Mia, pero ella no podia quitarse al chico de la cabeza aunque sabía que era lo mejor para ella.
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