ENEMIGOS │JEFFBARCODE

개ʚDIECISEIS

Bible

—Mierda—me desperté con un fuerte dolor de cabeza.

—Bueno días—enfoqué mi vista, creo que seguía borracho porque en ese mismo momento veía a Build.

—No, no estás borracho, soy yo de verdad—se sentó a mi lado.

—¿Co...como llegué a mi cama?—bajé la persiana, mierda como me dolía la cabeza.

—Te encontré borracho en un callejón y te traje aquí—agarró algo de la bandeja que trajo—Tomatela, es para el dolor de cabeza —me pasó una pastilla y un vaso. La tomé y volví a observarlo detenidamente, había un moretón que estaba por desaparecer debajo de su ojo y tenía un corte en el labio inferior.

—Peleas con mi hermanastro nada del otro mundo —rió al ver mi mirada en su rostro.

—¿Te dije algo anoche?—pregunté tapando mi cara.

—Dijiste muchas cosas anoche—sonrió.

—Oh...yo—sabía perfectamente lo que dije, las palabras empezaron a llegar como flashback sin parar.

—Si quieres puedo hacer como que no dijiste nada —rió pasándome una taza de café.

—Eso estaría bien—dije, pero él no ocultó su sonrisa. Tomé el café que por cierto estaba muy bueno y lo observé—¿Te vas a quedar?—pregunté haciéndome el despreocupado.

—No lo sé, dime tú—me miró sonriente.

Build

Quedó en shock. Hizo una mueca y evitó mi mirada.

—Podrías quedarte así no dejas sólo a tu amigo que ha estado llorando como marica y ya sabes... calentar mi cama—tomó un sorbo mirando hacia la pared.

Sonreí y levanté la bandeja.

—Está bien si tu lo pides—salí del cuarto—Ah y por cierto—me miró desde la cama—Yo también extrañe que me abraces en medio de la noche—sonreí y cerré la puerta feliz.

Bajé a la cocina donde todos los demás estaban sentados.

—¡Marica!—Tong me abrazó haciendo reír a los demás.

—¿Como están chicos?—Mile bufó llevándose una mirada de odio de parte de Barcode.

—Te extrañamos—me apoyó Us.

Reí y me senté junto a ellos a desayunar, Bible no bajó en ningún momento pero sabía que estaba despierto.

—Voy a llevarle algo de comer a Bible—subí con la bandeja y entré en la habitación donde Bible miraba el techo.—Te traje algo de comer—apoyé la bandeja en su regazo.

—Gracias—dijo sin mirarme.

—¿Vas a seguir ignorándome?—pregunté divertido.

—No te estoy ignorando—dijo comiendo una manzana.

—Claro que lo haces porque sabes perfectamente que se lo que sientes por mi—dejó de comer la manzana y me miró.

—Tú no me gus...—lo besé, pasé mi mano por su nuca y lo atraje más hacia mi, al principio no me correspondió pero luego soltó la manzana y comenzó a acariciar mi brazo suavemente.

Abrí más mi boca y metí mi lengua en busca de la suya, literalmente le comí la boca. Succioné sus labios mientras nuestras lenguas jugaban pícaras, el aire comenzaba a faltar entonces sonreí y mordí su labio inferior haciendo una pequeña herida.