Chapter 3🪞

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Miró al pelinegro cuando éste pasó junto a él y soltó un largo suspiro, se veía tan bonito como todos los días, en ese momento no podría recibir ninguna burla o golpe por parte de Heeseung porque no estaba ahí; Sin embargo, al oír otra voz inmediatamente frunció su ceño.

— Ihhh, andas enamorado de ese chico. —era Sunoo quien había aparecido en en pequeño espejo que llevaba en la bolsa de su abrigo grande.

— Maldita sea, cállate... —murmuró intentando ser discreto al hablarle a su bolsa—. Si accedí a tener un espejo en mi bolsa fue porque no me dejaste de joder en toda la noche para que lo hiciera, ahora guarda silencio, pequeño mocoso.

— ¿Por qué eres tan grosero con tu hada mágica? Maleducado. —le sacó la lengua pero antes de que el castaño le dijera algo, desapareció.

Soltó un quejido molesto, ¿Si había tantos angeles disponibles por qué le habían mandado a un chico que parecía ser sacado del prescolar? Suspiró buscando calmarse cuando vio a sus dos amigos rubios acercarse a él junto al mismo pelinegro de ayer. Era malo disimulando, pero debía hacerlo porque no tenía una excusa en ese momento.

— Te ves tenso, ¿Estás bien? —preguntó el mayor de todos poniendo su mano sobre el hombro foráneo.

— Sí, ya sabes... Otro día más vivo, que asco. —respondió con ironía antes de cruzarse de brazos—. En fin, vámonos a clases.

Los tres lo siguieron por detrás en silencio, Heeseung frunció un poco su ceño cuando entraron al aula, a Sunghoon no le gustaba llegar tan temprano a clases, sin embargo lo dejó pasar. Esta vez Ni-ki se sentó cerca de ellos, más específico, en el asiento que estaba junto a Sunghoon del lado derecho.

— Sunoo. —murmuró mirando hacía abajo, la pequeña "hada" apareció en su espejo—.  Ahora sí comprobaré si de verdad puedes conceder deseos. Quiero que la clase ya terminé.

— ... Por supuesto, ¿Qué coño es la unión de las dos Coreas?, ¡Vamos a alterar el tiempo para que el señor no tenga una clase! —frunció su ceño y después chasqueo los dedos.

El timbre de la campana sonó, esta indicó el final de la clase de psicología, Sunghoon miró a su alrededor, todos estaban tomando sus mochilas y levantándose. Extrañamente le llegaron recuerdos de lo que al parecer; habían hecho en el resto de la clase. Algo extrañado volvió a mirar su espejo.

— ¿Crees que iba a adelantar el tiempo sin que pasará de verdad? —se cruzó de brazos—. Mi deber es apoyarte en todos los sentidos, no te dejaré sin conocimientos también.

— Sí que eres útil.

— Y tú un inútil. —volvió a sacarle la lengua y como la vez anterior, desapareció.

Frunció notoriamente su ceño y soltó un gruñido, ¿Quién se creía esa pequeña hada para llamarle de esa forma? Sunghoon era su dueño, debía respetarlo, ¿No es así? Soltó un suspiro largo y se puso de pie cuando vio a sus amigos girarse a él, colgó su mochila en su hombro antes de fingir una sonrisa.

— Sunghoon, estaba pensando que podríamos beber un poco este fin de semana. —dijo Chan con una sonrisa.

— Tenemos examen la próxima semana y sabes que cuando bebemos no paramos hasta el lunes. —acomodó su mochila sobre su hombro—. ¿Seguro que quieres hacerlo?

— Bueno, ya que Ni-ki es parte de nuestro grupito creo que sería buena idea. —el castaño no se mostró tan convencido—. Jay podría decirle a Jungwon y quizás él lleve a Jake.

— ¿En mi casa como siempre? —preguntó inmediatamente tras escuchar el nombre de su enamorado.

—soltó una risa—. Por supuesto.

— En ese caso iré a buscar a Jungwon, es mejor si me da su respuesta ahora. —mencionó el chico de cabello largo con una sonrisa sobre sus labios.

— Te acompañaré. —dijo Sunghoon.

— Ustedes dos sólo quieren una excusa para hablar con Jungwon y Jake. —se quejó ligeramente mientras fruncía su ceño.

No pudo decir más ya que ambos chicos salieron rápidamente del aula, dejando únicamente a Ni-ki y a Heeseung en la habitación, el resto de alumnos ya se habían ido también, por lo que el rubio soltó un suspiro y después miró al pelinegro.

— Cuando Jay llegó aquí no se me despegaba, ahora quiere estar todo el tiempo con Jungwon aunque él no le haga caso. —se cruzó de brazos.

— ¿Qué hay de Sunghoon?

— Bueno... Cuando lo conocí era muy alegre, bromista y positivo, era algo raro también. —sonrió inconscientemente—. Pero ahora como puedes ver, es totalmente diferente... Sólo quiere estar en su habitación solo, pero hago lo posible para animarlo.

— ¿Siempre le ha gustado ese tal Jake?

— Sí, desde que lo conoció, o mejor dicho, vio por primera ves se enamoró. Pero Jake es muy ¿apartado?, diría serio, nunca ha tenido novia ni novio, por lo cual creemos que no tiene interés en eso. —hizo un ademán con sus hombros indicando que desconocía mucho sobre Jake.

— ¿Y Jungwon? ¿Siempre fue amigo de Jake?

— No, Jungwon llegó en el primer año de preparatoria. Tengo entendido que viene de Alemania aunque nació aquí en Corea. —hizo una pequeña mueca—. Desconozco muchísimo sobre Jungwon en realidad; y creo que Jay no ha averiguado mucho tampoco.

— ¿Cómo conociste a Jay? —lo miró atento.

— Él llegó el primer año también, cuando me vio, inmediatamente se acercó a mí y me habló, fue tan tierno realmente. Es decir; siempre ha sido muy directo y amable, me agrada mucho, se ha vuelto como una especie de guardián, ¿Me entiendes? Él es como una barrera que me protege ya que siempre me cuida. —sonrió—. Lo adoro.

— Te expresas tan bien de él. —apartó su mirada de él y miró por la ventana—. Que lindo es que tengas a tus amigos.

— Lo es. —soltó un suspiro.

Jay y Sunghoon era lo único que tenía en ese momento, no quería perderlos.

Magical Mirror || Sungsun Donde viven las historias. Descúbrelo ahora