— ¿Me llamaste? —cuestionó luego de entrar a la oficina y hacer una sutil reverencia ante su mayor—¿Es hora?
— No. —contestó sin mirarlo—Antes de desterrarte necesito que hagas una última cosa. —unió sus propias manos y las puso sobre el escritorio.
— Te escucho.
— Jay necesito que... —tragó saliva y exhaló profundamente— le borres la memoria a Heeseung.
Al ver la expresión de confusión en el rostro del rubio, inmediatamente volvió a hablar para aclarar las cosas.
— Él revivió a Sunoo... Y ya que aún eres su guardián, eres tú quién debe hacerlo. —aclaró su garganta.
— ¿Qué? —su tono mostraba sorpresa—. ¿Heeseung revivió a Sunoo? —poco a poco esa sorpresa se volvía angustia y curiosidad— ¿Y Sunghoon? ¿Qué pasará con él? ¡Sunoo es su ángel!
— Es algo... increíble pero —soltó una risa nerviosa— Sunghoon y Heeseung pidieron un deseo al mismo tiempo, Heeseung revivir a Sunoo, y Sunghoon que Jake se enamore de él. —luego de tanto dudar, hizo contacto visual con el rubio.
— ... ¿Qué? —frunció su ceño—Pero... ¿Qué demonios pasará con Sunoo?
— Así que tú tampoco dudas de que Sunoo es la persona que más ama a Sunghoon. —una pequeña sonrisa se dibujó en sus labios pero desapareció al instante—Anulé los deseos... Sunoo esta aquí. —confesó antes de que dijera algo más y señaló brevemente un frasco blanco sobre su escritorio— Pensaré en qué hacer ya que ambos deseos son opuestos... —se apoyó en el respaldo de su silla.
— Habla con Ni-ki, probablemente él tenga una solución... —se dio la vuelta para ir con Heeseung pero se detuvo— Y con Sunoo, él debería saber qué está pasando... —dijo refiriéndose al frasco donde Jungwon había guardado la esencia del pecoso, eso incluía todo su ser.
No comentó algo más, salió de la oficina y se aproximó a su destino, que era Heeseung. Sin embargo; Estaba preocupado, antes de entrar con Dios pudo ver a Ni-ki afuera de la habitación, sabía que había escuchado su conversación por lo cual estaba al tanto de lo que sucedía con Sunoo.
Mientras tanto, Sunghoon volvió a entrar a su habitación y miró aquel espejo lleno de grietas, no le dio importancia a eso ya que lo único que le preocupaba era que el rubio estuviera bien luego de aquella pelea, se sentía mal no sólo por la discusión, sino que sentía necesidad de verlo, quería tenerlo cerca.
— Estrellita, lo lamento... —murmuró.
Pero antes de poderse acercar al espejo, escuchó que alguien llamaba a su puerta por lo que algo dudoso bajó hasta la sala principal para atender a la persona de afuera. Sin embargo; lo primero que recibió al abrir la puerta, fue un golpe en su rostro que le tiró al suelo.
— Maldita sea... ¡No creí que serías tan estúpido! —escuchó una voz familiar pero que no pudo reconocer.
Al alzar su mirada, se encontró con un pelinegro que se veía furioso.
— Tal vez ya no puedas recordarlo... —dijo Ni-ki— ¡Pero espero que recuerdes ese golpe toda tu vida! —le gritó con lágrimas en los ojos.
— ¿Quién... —murmuró con una de sus manos en su mejilla anteriormente golpeada— eres?
Ahí Ni-ki se dio cuenta, Sunghoon perdió la memoria debido al deseo prohibido. Oficialmente había dejado de ser guardián de ambos, y de igual forma, oficialmente Sunoo había dejado de ser ángel de Sunghoon, esta vez para siempre sin poder arreglarlo ni con el poder de Dios.
Por su parte, cuando Jay ingresó a la habitación de Heeseung mediante un espejo, apreció al mayor sentado en el borde de su cama mirando su gran espejo en el cual aparecía Seungmin. A pasos lentos se acercó a él hasta que escuchó su voz.
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Magical Mirror || Sungsun
FanfictionEl espejo de Sunghoon guardaba un gran secreto, a un chico rubio que podía concederle cualquier deseo. Pero el deseo que Park quería tenía consecuencias. •Esta historia NO es mía, todos los créditos van a @CB97ONEB