Chapter 14🪞

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— Lo siento... Mi patética historia te hizo llorar, ¿No es así? Dije que no quería convertir esta cita en un recuerdo triste pero al final lo hice así. —soltó una pequeña risa.

— ¡No digas eso! —limpió sus mejillas y talló con cuidado sus propios ojos para retirar las lágrimas—. Nada que venga de ti es patético, además estoy feliz de que pude conocer más cosas acerca ti, eso se hace en las citas, ¿Cierto? —volvió a tapar su rostro.

Sunghoon no respondió, las palabras ajenas le sorprendieron un poco y también le hicieron sentir más tranquilo y en compañía. A pesar de tener a Heeseung y a Jay, desde la muerte de su familia se sentía solo, todos tenían sus propios problemas así que ¿quién se detendría a mirarlo? ¿quién se quedaría a su lado? Finalmente había alguien.

— Niño tonto... —sonrió levemente.



                              
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— Ayer fuimos a tu casa a buscarte, ¿En dónde estabas? —miró al castaño mientras se sentaba en el asiento frente a él.

— Sólo salí a caminar, no estaba de ánimos para estar en casa. —respondió.

— ¿Fuiste solo? ¿Estás bien? —nuevamente preguntó Heeseung con una expresión en su rostro de preocupación.

— Tranquilo, estoy bien. —lo miró y puso su mano en el hombro ajeno—. Además no estuve solo, un amigo me acompañó.

— Uh... Estoy celoso, ¿Es más importante que nosotros? —Jay se cruzó de brazos y Sunghoon sólo rió—. ¡Ah, adivinen! —captó la atención—. Jungwon aceptó tener una cita conmigo. —canturreó con felicidad mientras bailaba suavemente.

— ¡¿De verdad?! —el rubio se puso de pie y miró al menor.

— Así es, además ~ —estiró sus manos hacia el castaño para tomar las foráneas—. Me dijo que Jake también aceptó recompensar la cita pasada, hoy al final del día nos dirán dónde nos veremos y qué día, Jungwon a mí y Jake a ti, ¿No es genial? —sonrió ampliamente.

— Hee, faltas tú. —el pelinegro obtuvo la atención de los tres—. ¿No tienes a alguien con quien quieras salir?

Heeseung se encogió de hombros y soltó una pequeña risa nerviosa antes de sentarse nuevamente en su lugar. En ese momento no tenía a alguien cerca; Aunque en su mente sí. Sin embargo no podía hablar mucho sobre eso, era un secreto.

— En realidad sí hay alguien que me gusta. —miró a Sunghoon rápidamente para ver su reacción—. Pero no lo conocen y jamás lo conocerán, él está muy lejos de mí.

— ¿Es un chico de Australia?

Ante la pregunta de Sunghoon inmediatamente se tensó, volvió a mirarlo, ambos hicieron contacto visual. Heeseung tragó saliva algo nervioso y hubo un silencio, ni siquiera Jay podía decir algo ya que no sabía qué hacer, sin embargo le dio un pequeño golpe a Ni-ki para que éste hiciera algo, lo cual el pelinegro entendió.

— Oh, no me digas que es Sunghoon quien te gusta. —Chris lo miró—. ¿O quizás Jay? Claro, ustedes han estado juntos mucho tiempo.

— ¡Claro que soy yo! —ahora dijo Jay en voz alta para liberar el ambiente—. Obviamente le gusto a Hee, soy mejor que Sunghoon.

— Claro, Jay me gusta. —rió.

Gracias a la risa del mayor, Jay se relajó y mostró una leve sonrisa; Miró de reojo a Sunghoon y pudo notar que su expresión era la misma, ni siquiera se había inmutado. Cuando el profesor entró se sentaron.



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— ¿Trabajar? —el castaño asintió—. Mh, entonces será un poco difícil vernos, ¿No es así? En ese caso, tú me avisas cuando estés libre, esta vez prometo estar disponible para ti. —sonrió levemente.

— Claro. —también sonrió, sintiéndose atacado por la sonrisa del pelinegro—. ¿Qué tal si me das tu número? Así podré llamarte y viceversa. —metió la mano en su bolsillo para sujetar el espejo que guardaba allí.

— Por supuesto.

Sunghoon le extendió su celular para que Jake grabará su número, lo observó con detalle; Las facciones del pelinegro eran increíbles, sin duda el mayor era muy atractivo, eso hacía que le gustase aún más. Agitó suavemente su cabeza para librarse de esos pensamientos cuando el contrario le regresó su teléfono. Sin decir algo más, una sonrisa basto para despedirse el uno del otro.

Cuando perdió a Jake de su vista dio un brinco feliz y agitó su cuerpo emocionado; Se sentía como un sueño en ese momento, si era así entonces no quería despertar. Sonrió ampliamente y se dio la vuelta para regresar con sus amigos pero se detuvo al ver que ellos se acercaban junto a Jungwon.

— ¿Puedes verlos? —preguntó tras haber sacado un poco el espejo de su bolso—. Ellos son Heeseung, Jay y Ni-Ki, el otro es Jungwon, el chico que le gusta a Jay.

— ¿Son tus amigos? —cuestionó Sunoo mirando a los tres.

— Sí, creo que nunca los habías podido ver, ¿No es así? —el pecoso asintió—. Bueno, ellos creen que tú eres un amigo lejano, con el cual hablo por llamadas.

— ¿Siempre ha sido así? —murmuró inconscientemente, el castaño hizo un pequeño ruido confundido—. ¿A Jay le gusta Jungwon?

— ¿Pasa algo? —miró al menor.

— No. —respondió inmediatamente—. Sólo quiero saber también acerca de tus amigos, ellos son parte importante en tu vida, todo lo que tenga que ver contigo me importa, Sunghoon. —alzó su mirada al mencionado y le sonrió.

El mayor permaneció en silencio tras oírlo, había sido adorable. Escucharlo decir eso le hizo feliz, también se avergonzó así que guardó el espejo nuevamente aprovechando que sus amigos también estaban cerca.

— No lo digas así, mocoso... —murmuró.



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Entró a la tienda, todo estaba renovado y se veía más elegante que antes, el ambiente le agradaba. Acotó las órdenes de su jefa y fue hasta su casillero para sacar la nueva camiseta, era color azul, le gustaba. Se sacó su abrigo y su camisa para ponerse la que anteriormente había tomado. Guardó sus cosas y suspiró.

Después de tanto tiempo había vuelto al trabajo, había vuelto a la rutina de antes. La escuela, el trabajo, su casa y a dormir; Aunque esta vez sabía que era diferente, había algo distinto en su rutina, y ese era Sunoo. Miró el espejo y sonrió, ¿Debería llevarlo? Había miles de espejos rodeándolo pero aún así el menor no podría aparecer en esos.

— ¿Puedes verme desde cualquier espejo? —preguntó en voz baja.

— Puedo verte desde cualquier, sí. Pero sólo puedo aparecer en el tuyo. —respondió con una sonrisa.

— Demonios... —rió—. En ese caso, —mostró una amplia sonrisa—. Deseo que seas capaz de aparecer en todos los espejos.

Sunoo frunció un poco su ceño, ¿Era su imaginación o Sunghoon quería tenerlo en todas partes? Si era eso no entendía porqué, aunque quizás no era así y se estaba haciendo ideas locas. Asintió rápidamente y chasqueó los dedos, haciendo la petición de su dueño realidad.

— Por cierto. —hizo contacto visual con el mayor—. El azul te queda muy bien, Sunghoon.

Ambos se sonrieron.

Magical Mirror || Sungsun Donde viven las historias. Descúbrelo ahora