Magical Mirror || Sungsun

Chapter 25🪞

— Debes olvidarlo. —miró a otro lado para evitar la mirada ajena—. Si dices que es alguien a quien tenías, entonces debes olvidarlo, déjalo ir.

— ¿Crees que no lo he intentado? —soltó un pesado suspiro—Pareciera como si todos lo hubieran olvidado, menos yo. —miró a su mejor amigo bailar con Jake.

— ¿Todos? —frunció su ceño y lo miró pero, al ver que miraba a Sunghoon volvió a hablar—¿Sunghoon sabe sobre él? —el rubio asintió lentamente.

— Le conté muchísimo sobre Felix, todos los días le hablaba de él pero, ahora parece como si Sunghoon no pudiera recordarlo. Tampoco he mencionado su nombre otra vez frente a nadie. —giró su vista al pelinegro junto a él.

Antes de que alguno de los dos volviera a decir algo, Ni-ki se levantó ya que Jay había sujetado su brazo con fuerza para acercarlo a él, llamando no sólo la atención de Heeseung, sino también de Sunghoon, Jungwon y Jake, quienes los miraron desde donde estaban pero sin acercarse.

— Ni-ki tenemos que irnos. —hizo contacto visual con el nombrado.

— ¿Pasa algo, Jay? — Heeseung se puso de pie y miró a sus dos amigos.

— Perdona Hee, olvidé que debo hacer algo muy importante y que necesito la ayuda de Ni-ki. —le sonrió leve.

— ¿Es muy importante? Iré con ustedes. —el rubio negó suavemente.

— Está bien, quédate con Sunghoon. Pídele una disculpa a Jake de nuestra parte y agradecele por habernos invitado, ¿Si? —dio pequeñas palmaditas a la espalda de Heeseung. —Nos vemos mañana.

Sin dejar a que el mayor exclamara algo más, el rubio y el pelinegro se perdieron entre la multitud hasta salir del gran salón. Heeseung suspiró al no entender qué pasaba pero aún así volvió a sentarse y a tomar su copa, bebiendo un poco de ésta hasta que su mejor amigo se acercó junto a Jake y Jungwon.

— ¿Qué sucede con Jay y Ni-ki? ¿A dónde fueron? —preguntó Sunghoon sentándose junto al rubio.

— Jay tenía algo que hacer, al parecer lo olvido y era muy importante. —contestó con una leve sonrisa, se levantó e hizo una pequeña reverencia ante Jake—. Me pidieron que te pidiera una disculpa por haberse ido tan pronto y que te diera las gracias por invitarlos.

— No te preocupes, está bien. —respondió la reverencia con una sonrisa.

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Entró a su oficina donde estaban tres personas esperando por él desde hace más de tres horas. Aún así, igual que el resto guardó silencio hasta que se sentó en su silla tras la enorme mesa en forma de cuadrado. Jihyo estaba al otro extremo de la mesa, y los dos chicos uno en cada costado.

Finalmente el Jihyo habló:

— En todo el tiempo que investigué a Sunghoon jamás vi algo acerca de Sunoo, ni una mención, ni una referencia, nada. —dijo la chica mirando a su Dios.

— ¿Qué me dices tú? — Ni-ki miró al rubio frente a él esperando otra respuesta diferente a la que la pelirroja había dado—. Eres su guardián, debiste saber que él le contó a Sunghoon sobre Sunoo.

— Lo sabía. —respondió mirando sus propias manos sobre la mesa un poco apenado la verdad, sabía que probablemente el peso de ese problema caería sobre él y tan sólo pensarlo le hacía dolerle la cabeza—. Sabía que él le había contado a Sunghoon sobre Sunoo hace años, antes de que Sunoo fuera un ángel. —alzó la mirada al pelinegro frente a él intentando calmarlo con su mirada—. Supuse que Sunghoon lo olvidaría.