Chapter 20🪞

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— ¿Ya no te gusta Jake? —fue lo primero que preguntó cuando vio a su mejor amigo salir.

Sunghoon alzó su mirada para verlo, Ni-Ki parecía interesado en la respuesta también. Sin embargo, tomó asiento en la silla detrás del escritorio y soltó un pequeño suspiro antes de señalar las dos sillas frente a él, invitando a sus amigos a sentarse, cosa que hicieron por lo que habló:

— ¿A qué viene la pregunta? —mostro una pequeña sonrisa y se recargó en el respaldo de la silla.

— Bueno, es verdad que pudiste llamarlo ayer que saliste, pasar un día y una noche con él no hubiera estado mal. Creo que has desaprovechado una gran oportunidad. —volvió a decir Heeseung.

— ¿Tan importante es esa otra persona? —ahora preguntó Ni-ki, consiguiendo que ambos lo mirarán—. Dijiste que ibas con una persona, ¿Es más importante que el chico que te gusta?

— Hablas como si te molestara el hecho de que no fui con Jake. —murmuró como respuesta sin dejar de mirarlo—. No es que sea más importante, —el pelinegro frente a él miró el espejo junto a ellos— sino que tenía que salir con esa persona.

— ¿Por qué? —quitó su vista del espejo y la fijó en el castaño pero, éste ya no respondió, se hizo un silencio y un ambiente tenso.

— ¿Acaso me perdí de algo...? —cuestionó Heeseung confundido—. Ni-ki, ¿Pasa algo? —lo miró.

Suspiró intentando relajarse, volvió a mirar el espejo, podía ver a Sunoo a través de él. Los guardianes tenían un mayor rango de vista por lo cual mientras él podía verlo, Sunghoon no; Pero el rubio estaba ahí parado mirando la escena.

— No pasa nada, Hee. —contestó tras haber estado en silencio unos segundos más—. Sólo me preocupa que Jake haya estado un día entero y la noche con alguien, no quiero que se confunda o peor aún, la otra persona se haga ilusiones.

— No te preocupes por eso. —sonrió forzosamente—. No me gusta esa persona. Tampoco le gusto, así que puedes estar tranquilo, nada más pasará entre esa persona y yo si eso es lo que quieres saber.

Ni-ki sonrió internamente.






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— ¿Y usted que quería lograr con eso? —dijo cuando sintió la presencia de su dueño, el ajeno no respondió—. Llamarme en ese momento sólo para escuchar a Sunghoon decir que no le gusto ni me gusta, ¿Por qué, hyung? —hizo contacto visual con él.

— Para que así dejes de hacerte ilusiones con él, Sunoo. —contestó.

— ¿Ilusiones? ¡Yo sé estrictamente cuál es mi relación con Sunghoon! —alzó el tono de su voz, sorprendiendo a Ni-ki—. ¡Sé que es mi dueño y yo su ángel, sé que no hay ni habrá algo más que eso! —cerró sus puños y ojos, descendiendo su mirada—. No tenía porqué hacer eso... Usted sabe que, yo soy muy débil emocionalmente, no comprendo su afán por causarme dolor...

— ¿Qué pasa aquí? —ambos se sorprendieron por la voz de su Dios, quien había entrado por la puerta junto a un rubio, el guardián de Seungmin.

Sunoo y Ni-ki hicieron una reverencia, el primer nombrado un poco más formal que el segundo. El acompañante de Dios se acercó al pecoso y lo abrazó al notar que comenzaba a sollozar en silencio. Dios miró a Ni-ki confundido, esperando una respuesta por cualquiera de los dos.

— Perdón... —habló Sunoo—. Fue mi culpa, no debí alzarle la voz a mi guardián. —se separó del chico que lo abrazaba y se disculpó haciendo otra reverencia, esta vez hacia Ni-ki—. Hyung, perdón.

Al volverse a levantar, el rubio junto a él tocó su hombro, Sunoo frunció un poco su ceño cuando un repentino dolor de cabeza le dio de golpe así que, volvió a sujetarse del guardián de Seungmin, éste también lo sostuvo con fuerza. Ni-ki y Dios se acercaron a él rápidamente, ayudándolo a sentarse en el suelo con mucho cuidado.

— ¿Estás bien? —preguntó su guardián mientras sacudía ligeramente el cuerpo contrario—. ¿Le hiciste algo? —miró al otro rubio.

— Sabes que no puedo conceder deseos sin Seungmin. —se defendió.

— ¿Puedes recordar algo? —habló su Dios con calma aunque, cierta preocupación en la respuesta del pecoso.






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— Sunoo, ven aquí. —llamó el rubio con una amplia sonrisa—. Te compré un muffin. —extendió el postre.

— Pero... —lo tomó entre sus manos y lo miró durante unos segundos— ... Te quedarás con hambre.

—negó rápidamente—. Yo ya comí, no te preocupes. ¡Además quiero ver tu reacción cuando lo pruebes! Lo compré en mi pastelería favorita. ¿Recuerdas que te hablé de ella? ¡Sus postres son riquísimos! —sonrió.

— Gracias hyun...

Sunoo abrió sus ojos asustado antes de poder completar ese nombre o apodo, no lo sabia.  Observó a su alrededor, todo era blanco así que no tardó en deducir que estaba en la oficina de Dios; Ante eso se sentó rápidamente. Volvió a cerrar sus orbes, su cabeza aún le dolía un poco, sin embargo intentó recordar pero, lo único que lograba visualizar era un chico rubio de aproximadamente doce a quince años.

— ¿Hyung? ... ¿Era mayor? —soltó un suspiro frustrado al no poder recordar.

— Despertaste. —habló el guardián de Seungmin entrando a la habitación y sonriéndole al menor.

— ¿Sunghoon no me llamó? —se puso de pie, acercándose rápidamente al rubio quien rió levemente.

— ¿Te preocupas más por él que por ti mismo? —suspiró y se cruzó de brazos, luego negó—. Tranquilo, no ha llamado. Según Ni-ki, está teniendo un día ocupado en el trabajo, sin embargo, te aconsejo apresurarte porque en cualquier momento va a llamarte. —sonrió—. O podrías descansar más, en un momento debo irme con el dueño de Seungmin, puedo decirle a él que te avise si Sunghoon te llama.

— Seungmin... —se encogió de hombros—. No, está bien, me siento mejor... ¿Dónde está Ni-ki hyung?

— No te preocupes, no está molesto. —se sentó en el borde del sofá—. Incluso se siente culpable, cree que fue su culpa el que te desmayaras. —frunció un poco su ceño al recordar lo pasado—. Hablando de eso, ¿Qué fue exactamente lo que viste?

— Sólo a un chico, su cabello era rubio... Parecía que éramos amigos, quizás mejores amigos, por alguna razón se sintió como si él cuidara de mí. —sacudió su cabeza—. Estábamos en un lugar de color opaco...

El mayor miró aterrado hacia otro lado.






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— ¿Sunghoon? —llamó nuevamente a su dueño al ver que este a pesar de haberle llamado, no le daba atención.

— Perdona. —respondió después de segundos no sin antes entrar a su casa, asegurándose de que su amigo no lo escuchara—. Jay estaba muy emocionado por contarme sobre su cita con Jungwon.

Sunoo se sorprendió un poco pero después frunció un poco su ceño ante el nombre del amigo de Sunghoon.

— Jay... —murmuró.

Magical Mirror || Sungsun Donde viven las historias. Descúbrelo ahora