Chapter 40🪞

126 20 2
                                    


- ¿Desde cuándo sabe su origen? -cuestionó Seungmin siguiendo a su guardián por detrás.

- Hace algunos minutos, tal vez una hora. -respondió sin detenerse.

- ¿Por qué? -avanzó un poco más rápido para ponerse frente al rubio y así detenerlo, lograndolo. sin embargo, no obtuvo su mirada.

Jay no estaba listo para enfrentarse al menor, no quería mirarlo puesto que sabía que tarde o temprano, él iba a ser desterrado del Reino y ya no iba a ver nunca más a Seungmin, ni siquiera iba a poder recordarlo.

Soltó un suspiro y descendió su mirada al suelo, sintiéndose totalmente destruido por dentro. Pero a pesar se sentirse así, no se arrepentía de nada.

- Seungmin... Llevé a Sunoo a la oficina de Dios cuando estábamos hablando de su origen. -confesó.

El castaño se sorprendió y se quedó callado unos segundos, sintiéndose confundido pero al mismo tiempo aterrado al saber las consecuencias de eso.

- Usted cometió traición... -murmuró.

- Lo lamento...

- No... -la ira le ganó-. ¿Por qué? ¡¿Por qué haría algo así?! -sujetó al mayor por los hombros intentando hacer que lo mirara- ¡Usted no pudo hacer eso...!

- ¡¿Y cómo querías que siguiera callado -puso sus manos sobre los brazos ajenos y finalmente lo miró, haciendo contacto visual- creyendo que Sunoo cometió suicidio?!

El menor soltó el agarre al oírlo.

- ¿Sunoo se suicidó...?

- Eso creíamos... Pero fue Jihyo quien lo empujó ese día desde el puente de Sidney. -observó como el castaño caía sentado en el sofá detrás de él- Ella fue amiga de Sunoo en vida.

- Pero... entonces Dios no se equivocó en traerlo -fue interrumpido.

- No, sí lo hizo. -respiró profundamente- Jihyo le insistió para traerlo para así hacer que Heeseung tampoco pudiera recordarlo a él, pero cómo puedes ver; No funcionó. -exhaló intentando encontrar las palabras correctas- Sunoo murió injustamente, sin embargo; Ya que fue Jihyo quien insistió tanto en traerlo sólo por su deseo egoísta, entonces técnicamente Dios sí cometió un error.

- Hyung... -alzó su mirada a él pero antes de poder decir algo más, un espejo apareció al costado de Jay.

Por medio de este pudieron ver a Heeseung salir de la habitación del hotel.

- Tengo que irme... -le dio la espalda al menor- Quizás hablaremos luego, si te soy honesto... No sé si pueda despedirme de ti, Seungmin. -lo miró por encima de su hombro y le sonrió, antes de atravesar el espejo.

Quiso ponerse de pie e ir tras el mayor pero se encontraba en un estado de shock que no le permitía responder ni siquiera verbalmente. Soltó un último suspiro al ver como su guardián cruzaba el espejo frente a él y desaparecía tras el mismo.



                            🪞🪞🪞



- ¿Qué pasará ahora? Con Sunoo, con Jay, con Jihyo... -cuestionó siguiendo a su superior hasta la oficina del mismo.

- Y contigo. -se giró al pelinegro, haciendo contacto visual con él.

- ¿Eh?

- No le borraste la memoria a Sunghoon, ¿Por qué? -se cruzó de brazos esperando respuesta ajena.

Pero no la hubo.

- En cuanto a Sunoo, es probable que le borre la memoria de nuevo para así asignarlo a otra persona. -volvió a darse la vuelta para seguir su camino hasta el interior de su oficina- Jay será desterrado del Reino luego de aclarar las cosas con Sunghoon y Heeseung. -justo a un lado de su escritorio abrió un espejo, visualizando el mundo real a través de éste-Y con Jihyo... Ya la están buscando.

Magical Mirror || Sungsun Donde viven las historias. Descúbrelo ahora