Llegué a casa, saludé a mi madre quien estaba a punto de marcharse y me metí al baño.
Llené la bañera dispuesta a darme un baño relajante.
El agua caliente y olor a frutas era realmente mi mezcla favorita.
Repasé mentalmente las últimas conversaciones, los hechos... No tenía sentido nada.
No tenía sentido mi actitud, más bien. Si, ese era el problema. ¿Porqué me sentía tan insegura?
Sacudi la cabeza antes de mojarme la cara varias veces.
Minutos después, consiguiendo apartar cualquier pensamiento inquietante de mi, salí de la bañera, envolviendome el cuerpo con una toalla.
De pie frente al espejo, comencé a desenrredarme e pelo con paciencia, simplemente como para mantenerme ocupada.
El timbre sonó, dando un sobresalto. ¿Quién podía ser?
Me acerqué a la puerta para mirar por la mirilla. Era él.
El cuerpo comenzaba a temblarme y cualquier rastro de tranquilidad producido por el baño empezaba a desaparecer.
Entreabrí la puerta, asomando la cabeza.
Rubén:¿Podemos hablar?
____:Eh, bueno... —me observé, dándome cuenta en el estado en el que estaba— Si me das unos minutos, a lo mejor p...
Él torció la boca en una sonrisa y empujó levemente la puerta, lo suficiente para verme a cuerpo completo.
Rubén:Unos minutos.—repitió.
_____:Puedes esperar en el salón—murmuré, retrocediendo, dispuesta a correr a la habitación en cuanto cerrada la puerta.
Él asintió con un gesto que no llegué a comprender, igualmente, fue suficiente para dejarle pasar e ir a la habitación, buscando algo que ponerme. Saqué del armario el conjunto más sencillo y lo apoyé en la silla. Cuando estaba apunto de buscar ropa interior, entró en la habitación mirando las paredes con curiosidad.
_____:¡Te dije que esperaras fuera!
Su miraba pasó sobre mi y siguió observando la habitación como buscando algo. Empezaba a ponerme nerviosa esa actitud.
Cuando estuve a punto de preguntar qué buscaba, me cogió por sorpresa, rodeandome con los brazos,y uniendo sus labios con los míos.
Me dejé llevar por sus besos, acabando ambos tumbados en la cama.
Rubén:¿Qué pasa?—preguntó contra mis labios.
¿Eh? Me incliné hacia atrás ligeramente, para mirarle a la cara.
Su dedo índice tocó suavemente la punta de mi nariz antes de que su gesto tomara un tono más serio.
Rubén: Por fin me miras a los ojos.
Sentía mís mejillas arder, mientras mis brazos aseguraban que la toalla no se cayera en algún momento.
____: Yo...
Él acarició mi mejilla con una expresión preocupada.
_____: Vi... Vi los mensajes—murmuré no muy segura de si quería hablar de ello o no.
Rubén: ¿Los mensajes?
Me giré, fijando la mirada en el techo, con los brazos cruzados sobre el pecho.
____: A tu ex.—suspiré.
Su respiración se detuvo unos segundos, quería saber que cat habría puesto, pero no fui capaz de mirarle.
Una de sus manos, notoriamente temblorosa, mo cogió de la cadera, tirando de mi, hasta acabar entre sus brazos, con la mitad de la espalda desnuda pegada a su pecho.
Sus labios rozaron mi piel mientras hablaba.
Rubén: Lo siento. Sabía que no era buena idea... Sólo quería un punto de vista diferente ante...
_____: ¿De ella?—dije sin poder evitar interrumpir— ¿Hace cuanto... Hace cuanto terminaron?
Rubén: Unos dos meses antes de que aparecieras.
Asentí ligeramente, cerrando los ojos.
_____: Estabas muy enamorado.—Obviamente, no era una pregunta.
Rubén: Si, lo estaba. Antes.
Sus dedos acariciaban mi cuerpo sobre la toalla, acelerando mi respiración.
_____: Aún así, si necesitas algo, ella será una de esas personas a las que pediras ayuda, ¿verdad?
Apartó mi pelo hacia un lado despejando mi cuello.
Rubén: Es una de las personas que más me conoce.
Llevé mis manos a la cara procesando sus palabras. No sabía como debía sentirme.
Había decidido dejarlo, pero el hablar con él de eso era diferente...
____: ¿La quieres?
Rubén: No de esa manera.
La toalla empezaba a despegarse de mi cuerpo al haberla liberado por cubrir mi cara.
Me volvió a girar, esta vez para mirarle de frente.
Rubén: No como he llegado a quererte a ti en este tiempo.
Sus labios empezaron a recorrer mi cuello, mientras mis manos automáticamente se deslizaban para poder quitarle la camiseta.
Alzó los brazos para ayudarme y me abrazó, haciendo que mi piel desnuda rozara la suya provocándome un escalofrío.
No quería perder la razón aún, quería cerrar esto ya pero...
Rubén: No sé como decirlo ya. Te quiero más que a nadie, más de lo que he querido a nadie.
Escondi la cara el el hueco de su cuello, sintiéndome literalmente culpable.
_____: No, lo sie...
Rubén: No hay motivo para que te disculpes. Sólo quiero dejarlo claro.
_____: Yo también te quiero.—susurré tímidamente.
Aumentó la fuerza de su abrazo y suspiró.
Rubén: Realmente... Venía a hablar de otra cosa.
Apoyé los brazos en su pecho para mirarle a la cara.
_____: ¿De qué?
Rubén: Ya acabaste los examenes, ¿verdad?
Asentí.
Rubén: Bueno, —sonrió mientras me acariciaba la mejilla— quiero que vayas conmigo a Noruega.
ESTÁS LEYENDO
Una Nueva Vida (ElRubius y tú)
Romance¿Qué pasaría si al mudarte a una nueva ciudad, tu amor platónico fuera tu nuevo vecino?