Tiro a ciegas © [TERMINADA]

Capítulo 26

Isabell

Alexa se limpia las lágrimas con la sábana de su cama sin dejar aún de sollozar y por mi parte me limpio rápidamente las lágrimas traicioneras que se me escaparon.

No pensé que me dolería, pero sí lo hizo. Mi corazón se siente oprimido por los dolorosos sucesos.

Alexa me obligó a ver "diario de una pasión" y me retó a no llorar durante la película. Acepté porque es realmente raro que una película me haga llorar, pero en cuanto entendí que en realidad Noah le estaba leyendo a Ali la historia de su vida para que recordara todo lo que pasaron juntos se me salieron unas cuantas lágrimas, claro que no son nada en comparación con el mar en el que está vuelta mi amiga. Me sorprende la cantidad de lágrimas que puede votar su cuerpo por segundo, si sigue así se deshidratará.

—Ya, Alexa, respira —trato que recupere la calma, tiene la nariz roja y los ojos hinchados—. Tranquila.

—Es...es que su amor sí pudo con todo—llora sonando su nariz con la sábana rosa de algodón, hago una mueca—, ellos se esperaron para poder irse juntos al más allá. Quiero un amor así.

Yo solamente suelto un suspiro.

La verdad es que hasta a mí me dieron ganas de ser amada como Noah amó a Ali, su amor pudo superar el tiempo y la memoria. Desearía poder llegar a experimentar un amor que sea capaz de traspasar barreras aparentemente imposibles y que no desista ante la primera adversidad, poder llegar a ancianos tomados de la mano y profesando nuestro amor.

Bueno, supongo que se vale soñar.

Pasan unos largos minutos en los que Alexa sigue llorando hasta que por fin parece parar.

—Matt no me ha enviado ningún mensaje —revisa su celular a toda prisa y una mueca triste se instala en su boca—. Esperaba que nuestro amor fuera tan fuerte como el de Noah y Ali, pero aparentemente yo era la única que confiaba en que esta relación sería duradera.

Me quedo callada.

Aún no me ha querido decir qué fue lo que pasó con exactitud entre ellos dos y la curiosidad me está picando la garganta.

No he querido bombardearla a preguntas porque todo ha sido muy reciente y me imagino que la herida aún arde. Ellos se veían tan bien juntos y que de un momento a otro todo se halla derrumbado me tiene desconcertada.

—Cuando inicié la relación con Matt me sentía la mujer más feliz de todo el universo. Mi crush de años se había fijado al fin en mí, ni te imaginas lo dichosa que me encontraba —comienza a decirme y centro automáticamente mi atención en ella—. Más pronto de lo que me esperaba descubrí que no era tan maravilloso como siempre creí.

La sospecha se apodera de mi cuerpo y más le vale a Matt no haberle hecho daño o se las va a ver conmigo. Por muy amigo mío que sea no pienso permitir que lastime a mi mejor amiga y quede impune por eso.

—¿Matt te ha hecho algo, Ale? —le pregunto con calma pese a que siento de todo menos eso— ¿Te obligó a hacer algo que no querías? Te juro que lo mataré si...

—No, no. Nada de eso es —me interrumpe—. Matt es muy comprensivo y cariñoso conmigo, siempre está cuidándome.

—¿Entonces?