EL CIGARRILLO FUGAZ (En Proceso y Edición)

23. ¿Evadir o Asumir?

BUENOS AIRES - ARGENTINA

Tres horas antes.

Mientras Silvia buscaba algo para que su hija menor cene, Elizabeth navegaba en redes sociales intentando entretenerse un momento de todo el caos que la invadía por medio de memes o videos.

Fue entonces que un mensaje de su novio salió en la pantalla. Aquello la hizo meterse a Messenger y notó que en su foto había un específico número en la mensajería.

Era extraño porque ella respondía sus chats casi siempre.

Aun así, encontró una sección que se llamaba "Solicitud de Mensajes"

Al abrirlo no lo podía creer.

Aquel mensaje era de hace un mes y medio y era escrita por alguien que aparentemente decía ser Paula.

—No puede ser...

06 de Octubre del 2019

18:00 pm

Sé que este mensaje te parecerá extraño ya que de seguro mamá y tú ya me dieron por muerta o algo más... Pero de todos modos aquí estoy, ¡Soy Paula! ¡SI! La hermana e hija que ustedes aparentemente han dejado atrás... He estado cautiva durante cuatro meses y medio en Argentina. Andrea y Úrsula me han vendido como una maldita mercancía a un farsante que se hizo pasar por guía de turismo. Cuando finalmente regresé no las encontré ¿Por qué se fueron? Elizabeth.... he estado en el mismo infierno con el único consuelo de verlas. Y me han dejado sola ¿Es que acaso no me buscaron? ¿No preguntaron por mí? ¿Acaso no se preguntaron qué ha pasado conmigo? O ¿En su memoria yo ya estoy enterrada en alguna fosa común de "Las Grutas"?

No puedo entender la magnitud de su huida hacia otra vida... Los vecinos me contaron todo... Me queda claro que yo ya no les importo más.

Escribo este mensaje con el único objetivo de decir que estoy viva... ¡Que escapé de toda esa mierda! Y que si comienzo de nuevo... ¡No será gracias a ustedes!

Espero que sean felices y que jamás olviden lo que creo que hicieron

¡ADIOS

Al leer esto los ojos de Elizabeth se llenaron de lágrimas de alegría y a la vez de confusión.

Paula estaba viva y había escapado de donde sea que estuvo antes. Aun así, ¿Porque decía que ella y su madre la habían abandonado?

Aquel largo mensaje mostraba rencor, rabia, frustración y dolor.

Sin embargo, la emoción de saber que su hermana estaba a salgo la hice estallar en euforia

—¡MAMÁ! ¡Paula está viva y está en Ecuador! —gritó al oir como su madre llegaba con la cena en mano

Silvia incrédula se arrodilló en el piso llorando de la emoción y satisfacción.

.

.

.

Ya en la comisaría Elizabeth y Silvia estaban con la policía cibernética rastreando el IP de donde Paula mandó los mensajes.

—Los mensajes se mandaron desde un ordenador ubicado en las calles García Moreno, Espejo y Sucre desde Quito - Ecuador —comentó un oficial rastreando las calles en un mapa digital.

—¡Son las calles del centro! —exclamó Elizabeth emocionada— ¡Debe estar ahí! ¡Paula ama el centro histórico! ¡Aún debe estar por allá!

—¿Y cómo podemos saber si es ella? —preguntó Silvia angustiada con un miedo garrafal.