QUITO — ECUADOR.
En uno de los típicos restaurantes nocturnos del Sur de la ciudad se hallaban Martín y Cristina quienes disfrutaban de una velada extraordinaria...
El ambiente, impregnado de una atmósfera íntima y vibrante, se armonizaba con la suave luminosidad que cercaba cada rincón, creando un escenario dotado de hermosura para el encuentro de dos almas que buscaban más que una simple cena.
El susurro de conversaciones animadas y el sonido de la música de fondo se entretejían melodiosamente, como si el lugar mismo estuviera trenzando una melodía exclusiva para ellos. Martín, con su mirada cálida y gestos atentos, transmitía una complicidad que trascendía las palabras, mientras Cristina, con su sonrisa luminosa y finura en cada movimiento, alegaba a cada uno de sus gestos con una conexión palpable.
Ambos compartían cada uno de sus sueños a la vez que disfrutaban de las pequeñas alegrías que la vida les ofrecía en este instante. Cada risa compartida era un puente que fortalecía su complicidad y conexión
—Entonces al finalizar la carrera he decidido que regresaré a mi provincia y pondré un salón de maquillaje y masajes terapéuticos o relajantes... Así creo que podré estar cerca de mi madre y familia —comentó Cristina con ilusión de que sus objetivos sean pronto cumplidos.
Realmente es una gran idea... —animó Martín— Quien sabe... Talvez después puedas poner más sucursales con la misma temática o algo así...
—Seria algo genial... Y por cierto... ¿Tú piensas ponerte algún restaurante de comida gourmet o algo así? —interrogó la muchacha recordando un poco la conversación que tuvieron por teléfono hace varios días.
—La verdad es que sí... Pero primero quiero trabajar en España con aquella chef que te comenté que sale en los programas de cocina y después volver aquí por todas las de ley...
—Espero que realmente te vaya muy bien... —deseó ella optimista mientras que Martín la miraba con ternura envolviéndose una vez más en aquella química que los invadía de sobremanera...
Entre varios platos exquisitos y algunos sorbos de vino, la velada prometía una larga y fructosa noche...
Sin embargo, en Martín surgió un dilema que había olvidado hace varias horas.
Wladimir y David...
¿Debía hablar con Paula diciéndole que Wladimir había ido hasta Argentina para explicarle lo que supuestamente pasó con su supuesta ex novia? O más bien... ¿Debía conseguir el lugar exacto en donde podría estar Paula para que así él la alcanzará allá?
Estaba en una fuerte encrucijada y no quería tampoco estar entre la espada y la pared... Aun así, no sabía que hacer...
De repente la voz de Cristina resonó haciéndolo volver en si
—¿Está todo bien? —preguntó notando como su acompañante estaba un trance que hasta le hizo cambiar ese semblante tan simpático y risueño.
Martín necesitaba un consejo así que no dudó en desahogarse...
BUENOS AIRES — ARGENTINA
Cuando Paula y su hermana llegaron a la estación de policía, un hombre extrañamente bizarro captó de inmediato su curiosidad. Aquel tipo estaba sentado en una silla, esposado, con una apariencia desaliñada y un semblante que divulgaba una mezcolanza de confusión y horror.
Su cabello enmarañado y la ropa desgastada añadían un aire de desesperación a su figura. Las ojeras profundas bajo sus ojos vidriosos hablaban de noches en vela.
ESTÁS LEYENDO
EL CIGARRILLO FUGAZ (En Proceso y Edición)
RomanceDos heridas distintas destinadas a curarse mutuamente ■ Esta historia está ambientada en un Universo Alterno de la Cuidad de Quito con ciertos cambios con la historia de la ciudad. ■ Este libro contiene lenguaje adulto violento, tema de secuestro...