capitulo 10

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Al final el antojo de Draco era una hamburguesa de alpaca peruana con guarnición de papas nativas.

Y helado de fresa.

Dentro de la hamburguesa.

Harry sabía que aquella combinación estaba lejos de ser algo apetecible pero ver la satisfacción con la que el Omega devoraba su comida, ver cómo sus ojitos se habían llenado de brillo cuando le mostró el antojo hecho real, ver sus mejillas llenas mientras soltaba pequeños gemidos con cada bocado le llenaron el pecho de un sentimiento cálido que creía extinto en él.

— N..no sabía que cocinaba tan bien —  le alabó el Omega cuando terminó de comer

— Gracias, se que no es muy común que un alfa haga cosas hogareñas pero bueno, yo aprendí a la mala.

— ¿Cómo así? ¿Tu, el niño mimado de Dumbledore? — su asombro era genuino

— Bueno, ni tan mimado — Harry se rascó la nuca algo incómodo — mis tíos me tenían como su elfo personal asi aprendí a cocinar, ya luego le agarre el gusto

— Ginny debe haber Sido muy af...fortunada, un alfa que ayuda en casa ,—

— Jamás le eh cocinado, bueno, no antes del accidente — Harry no sabía por qué le estaba contando todo esto — mis tíos me golpeaban si lo hacía mal, además cocinar era la única forma de comer algo más que pan seco y agua.

A Draco le partió el corazón ver cómo Harry hablaba tan tranquilo sobre los maltratos de sus tíos, con una sonrisa en la cara y una mirada despreocupada. El ya estaría llorando, y lo izo, malditas hormonas.

— ey tranquilo, ya pasó, ahora está todo bien — Harry rápidamente se acercó al lloroso Omega y lo escondió contra su pecho.

— T..tu pasabas por todo esto y..y luego venía yo... A arr..rruinarte Hogwarts.

— Draco, ey mírame — con esfuerzos logró despegar el rostro del Omega de su pecho — Tu no arruinarte nada, por muy tonto que parezca eran nuestras peleas tontas lo único que hacía normal mis días.

— Pero yo era muy malo — Draco volvió a hipar

— Pero ya no lo eres, seamos sinceros Draco, de haber crecido con James y Sirius yo habría Sido igual o peor que tú.

Draco lo miró a los ojos y por un instante se imaginó que hubiera sido de su vida si nada hubiera pasado. Una vida con un Harry criado con los conceptos de sangre pura pero con la humildad de su madre y el maestro Remus, un niño que muy probablemente hubiera quedado en Slytherin y sería su amigo.

— Debí tomar tu mano — murmuró Harry contra su cabello — tal vez todo hubiera Sido distinto.

— ¿Que tan distinto hubiera Sido la amistad entre un león correcto y una serpiente retorcida como yo?

No sabía de dónde pero a Harry enserio le molestaba ver cómo el Omega se llamaba de esa forma, no era la primera vez que lo escuchaba menospreciarse por haber Sido un Slytherin o por haber intentado hacer todo lo que pudo por salvar a su familia, aún si eso significaba entregar su vida al señor oscuro.

Guiado por sus instinto tomo uno de los muslos de Draco y lo pasó sobre sus piernas dejándolo sentado a ahorcadas de él, su cuerpo completo se relajo al tenerlo de esa forma contra su cuerpo, el pequeño jadeo de sorpresa por parte de Draco le causó ternura.

El omega por su parte aprovechó ese pequeño momento para ignorar todo lo que pasaba a su alrededor, ignorar que era un simple vientre de alquiler y que por un segundo está era su familia. De lo agusto que estaba comenzó a soltar su olor marcandolo fuertemente sobre Harry.

— Me encanta como hueles — confesó el alfa — Es como Whisky caro — eso sacó una sonrisa en el Omega y luego un risotads cuando le contó como comparó su olor con distintos whiskyes.

— Si no estuviera embarazado te invitaría una cata  de Whiskyes para comprobar — el Omega se echó un poco para atrás y con confianza comenzó a masajear el pelo de Harry — ojalá los niños no saquen tu cabello —

Harry le sonrió y se guardo sus pensamientos pues muy dentro de él soñaba con que sus hijos fueran rubios de ojos platinados y bonitas pestañas, quería que fueran como su madre, pero Draco no era su madre y por alguna razón eso le fastidió.

Pasaron el resto de la noche en aquella posición, incluso cuando Harry decidió subirlos hasta la comodidad de la habitación.

Acurrucados y sin pisca de sueño comenzaron a conocerse todo lo que no pudieron en sus años de colegio.

Harry descubrió que Draco era no solo bueno si no excelente en pociones y que de haber podido hubiera estudiado eso, también le contó cómo logró sobrevivir después de la guerra, no fue agradable, sabía que aún habían cosas que el rubio no le contaba pero supuso que sufrió demasiado, así que lo abrazó y dejó suaves besos sobre su cuello para calmarlo.

Draco en cambio comenzó a ver a Harry como alguien más humano y real, lejos quedó la imagen de niño dorado para demostrarle que Harry era más como un muñeco despedazado que aún seguía sonriendo. Harry solo había querido ser un niño normal y jamás pudo serlo.

— Draco, tu y yo no somos tan distintos — dijo el ojiverde

— Por favor Harry, tu jamas hubieras echo algo tan estúpido como portar está marca maldita.

— Oh creeme que si, estaba tan necesitado de amor familiar que si me hubieran dicho que Voldemort era mi padre lo hubiera dejado todo para ir con él — Hardy escondió su cara contra el cuello de Draco — Dumbledore se aprovechó de eso, de mi falta de amor para usarme como quiso — un gruñido insatisfecho se escapó de Desco sacándole una riza a Harry — tranquilo Dragón, ya nada puede herirme.

Oh qué equivocado estaba.

Omega de alquiler Donde viven las historias. Descúbrelo ahora