Capitulo 12

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Las semanas fueron pasando y conforme las lunas cambiaban el vientre de Draco crecía. Ya iban por el cuarto mes y el vientre de Draco se veía realmente notorio, no había forma de seguir ocultándose bajo sus chompas anchas así que comenzó a usar la ropa de maternidad que Harry le había comprado.

Una mañana en particular Draco se colocó nada más que que un vestido corto sobre la rodilla con corte bajo busto, esto resaltaba no solo su abdomen si no también el nuevo factor de sus pecho comenzando a llenarse para sus bebés.

Harry estaba babeando por el suelo mientras veía a tan bella creación aparecer frente a él, se veía hermoso, podía apreciar sus piernas largas y lechosas y como su vientre parecía llamarlo a tocarlo todo el día.

— ¿Se ve muy ridículo? — pregunto el rubio al borde de la escalera

— nooo, claro que no Draco, te vez hermoso — Harry se levantó rápidamente de la Meza del comedor y fue hasta el Omega dejando un beso en su frente.

Una costumbre tomada desde hace poco.

Y es que su relación se había tornado extraña, demasiado extraña me atrevo a decir. Harry seguía casado con Ginny y alguna parte de su corazón aún amaba a la chica sin embargo no podía evitar sentirse en las nubes cada vez que veía al rubio. No sabía si llamarlo amor, se estaba convenciendo de que era solo un efecto del embarazo pero su lobo le decía que no y esto lo hacía sentir culpable.

Había Sido su culpa que Ginny llegara a límites insospechados para poder tener un hijo con él, Harry había estado tan ilusionado con los hijos de sus cuñados que no podía evitar poner cara de cachorro herido cuando el tema de los hijos aparecía entre ellos.

Su lobo no quería hijos con Ginny, pero Harry si, Harry amaba a Ginny, era su mejor amiga, su confidente, su apoyo durante sus malos momentos. Y ahora la traiciona de esta manera.

Tras su boda, había ganado una esposa peor había perdido a una amiga.

Solo quería recuperar a su dulce Ginny, a su amiga fiel, a su compañera de juegos.

Así que es mañana salió directo a su casa después de no haber ido por más de un mes. Subió las escaleras dispuesto a afrontar todo el maltrato de Ginny hasta que ella pudiera confiar en él, hasta que su corazón vuelva a sanar junto con él y disfruten la dicha de ser padre juntos, por qué eso era un echo, con o sin sentimientos por Draco los niños eran de Ginny y Harry, y el no se los iba a quitar.

— Ginny cariño yo ... — no temrino la frase, no cuando vio a su pelirroja conectada a varias máquinas que extraían su sangre — ¡GINNY! ¿que paso? ¿que es todo esto?

Estaba por llamar a los aurores, al ministro a quien fuera para averiguar quién le había echo esto a su esposa sin su consentimiento pero justo ahí Ron y Hermione aparecieron por la puerta.

— ¡Ron! ¿que está pasando? ¿por qué GINNY está así? ¿por qué no me avisaste?

— hey compañero tranquilo — Ron l tomó por los hombros — Ginny está bien, lo que tiene es curable y las máquinas son un tratamiento. Tenemos que hablar.

Lo siguiente Harry enserio quisiera no haberlo escuchado nunca, hubiera preferido mil veces vivir en la mentira que ver la realidad que la mujer que lo crío, que decía amarlo incondicionalmente solo lo vio como un banco a su disposición.

Sacó la cabeza del pensadero dónde Ron había depositado sus recuerdos y las gotas que rodaban por sus mejillas eran de dolor y rabia.

— Lo que izo mi madre es totalmente condenable — Ron tomó sus manos — Y no me va a alcanzar la vida apra disculparme por todo lo que izo.

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