Omega de alquiler

Capitulo 13

El plan era "No decirle nada a Draco" según el médico el tratamiento duraría tres días, tiempo suficiente para que Drsoc pensará que Harry había ido a ver a Ginny y ya está, no lo hacía por malo, pero sabía que soltarle de sopeton todo lo que le habían echo a él arruinando asi de cierta forma su vida junto a Draco esa algo que Harry quería explicarle al rubio con tiempo y calma.

El oemga aún estába en un período de riesgo por tratarse de gemelos y no quería alterarlo más de la cuenta.

Así que le pidió a Ron mantener en secreto lo que le iban a hacer, que no iba a ser nada bonito.

Con posiones y echizo iban a lavar su núcleo magico hasta dejarlo como nuevo, sin embargo esto le traería una debilidad enorme, además pasaría por el proceso de abstinencia de la amortentia en su sangre, el médico lo comparo con la adicción a la heroína mugle.

Calcularon que Harry llevaba sin bebés la posion por lo menos dos semanas, lo cual lo colocaba en la ventana justa para comenzar el proceso de abstinencia el cuál aceleraron con el lavado.

Harry queria morir.

No les creyó cuando dijeron que esto sería algo fuerte, había sobrevivido a tantas cosas que no pensó que lo afectaría pero en definitiva nada lo preparo para esto.

Su cuerpo comenzó a sentir escalofríos, seguido de alucinaciones, podía sentir como su piel se desprendía a pedazos de sus músculos para luego intentar arrancarse lo que fuera hasta llegar a sus huesos, esto nunca pasó claro está eran solo un producto de su imaginación pero su mente lo tenía tan confundido que terminó arañandose los brazos y la cara queriendo sacar los bichos que corrían por su piel.

Leugo me siguió el calor, una exitacion dolorosa como el mismo celo peor aún más fuerte, una mezcla de dolor y éxtasis que lo estaba enloqueciendo por qué en el momento que lo soltaban para que pueda satisfacerse Harry comenzaba a lastimarse.

Al final el periodo de recuperación se extendió haciendo sospechar y deprimir a un pequeño omega que había estado esperando en soledad por casi una semana completa.

No podía salir a la calle sin permiso de Harry pero este no se ha ia aparecido en los últimos días y algo en su pecho le molestaba, dolor y agonía que claramente no eran suyos así que supuso eran del padre de sus cachorros.

Así que al septimo día se armó de valor y salió a la calle vistiendo una gabardina beige enorme que lo cubría por completo y una polera ancha con capucha de Harry que ocultaba su embarazo. Tenía los tobillos inchados ais que caminaba algo gracioso por las calles de Londres hasta sar con algún punto de transporte.

Encontró un pasaje que los sacó a una de las calles concurridas del mundo mágico, tapó bien su cara y su pelo evitando que alguien lo reconozca pues el ser un Malfoy aún no era bien visto en las calles de Londres mágico.

Avanzó esocndiendose de la gente y la gente y así llegó hasta el ministerio de Magia, supuso Harry estaría ahí. Había recorrido aquel lugar muchas veces de niño por diferentes asuntos de su padre así que sabía muy bien como moverse.

Ya estaba a pocos metros del departamento de Autores cuando una mano lo apreso deteniendo su andar.

— ¿Pero que tenemos aquí? — dijo el auror desconocido — Una pequeña rata escurridiza — el desconocido le tiró la capucha dejando a la vista su identidad— Una alimaña mortifaga

—P...por favor, su..suéltame me estás lástimando

— jajaja, encima ere sun retrasado para hablar ¿Que haces aquí sucia rata? ¿Acaso pensaste que podías meterte a la casa de los autores así como así?