El regreso de Bakugou

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Después de su sesión de sexo, Izuku se había quedado dormido, y Katsuki admiraba cada parte del Omega.

--Y pensar que solo es mio-. Beso la mejilla de su amado, estaba desnudo, fue una oportunidad y no la dejo pasar, su celo pronto llegaría, lo esperaba con ansias, puede que lo terminara preñando. No sabía cuanto tiempo lo hicieron, Izuku se había desmayado en el último orgasmo. Levantó la sábana, viendo el redondo trasero de Izuku y su palpitante entrada que aún escurría de ella semen. Tenía que hacer su chequeo de la Rosa, era lo que se le había encargado por Midnigh. Con cuidados e levanto, Izuku se movió abrazando una almohada. Con silencio se vistió, salío de la habitación.

-Por fin....a la próxima deja de ser un salvaje, sus gemidos se escuchaban hasta acá-. Se encontró con Tamaki, no hablaban mucho más ya se llevaban con confianza.

-Conozco a varios que quisieran alguien en la cama-.

-No gracias, solo tapale la boca cuando se lo metas-. Iba bajando las escaleras, detrás Katsuki, ya era tarde el lugar ya era iluminado por grandes focos. Su deber solo era revisar la puerta de acceso, esa puerta oxidada. -¿Nos has visto a mi madre pulpos?-. Tamaki lo volteo a ver.

-Ya te dije que no me llames pulpo, soy Tamaki-.

-Comos sea pulpo, ¿No la has visto?-. Tamaki rodó los ojos, era imposible entrar en razón con el.

-Hace horas fue al laboratorio, se salió y no supe para donde se fue....tampoco he visto a Midnigh ni a Hawsk-.

-Posiblemente ya se fueron a dormir...bueno....ya vete a dormir-. Al ser mas alto que el Omega, revolvió sus cabellos. Le molestaba eso a Tamaki, más nunca se lo había dicho.

-Buenas noches-. Dijo Tamaki llendo a su habitación está vez estaría solo, ya que su amigo, estaría en la habitación del rubio. Era raro, no ver a dónde se había ido su madre, la fue a buscar, el había hecho que la trajeran así que era su responsabilidad saber por lo menos en dónde estaba. Fue buscando por cada rincón, que encontró, ya se había desesperado, ningún rastro de ella, llegó a La Casa Madre, aún tenía las luces prendidas y música a alto volumen. Supuso que era Midnigh, haciendo algo que no debería, entro como si nada, y ahí encontró a su madre.

-Madre....¿Bebiste?-. Mitzuki estába en el sillón, toda desalineada, a lado estaba Hawsk y Midnigh en el suelo, ahí los tres dormidos. -Madre-. La movió más de una vez, más en ningúna se despertó, se dió por vencido, el sillón era cómodo, y los otros dos, estaba bien abrazados, solo les aventó una cobija, ya mañana amanecierian con resaca y un dolor de cuello.

El lugar ya era un cementerio, La Roja volvió a su sede, se acordó que en cualquier momento defenderían lo sullo. Katsuki regreso a su habitación, aún seguia Izuku dormido, ya tenía sueño y aún estaba cansado. Pronto se metió a las cobijas tapando a Izuku con ellas, mañana lavarian todo.










La luz comenzó a entrar, no se escuchaba ruido. Poco a poco abrió sus ojos, los rayos del sol apuntaban a sus ojos. Diviso a su alrededor, aún estaba su Kachaan con el.

-Valla aventura-. Susurro viendo el rostro dormido de Katsuki. Estaba tan tranquilo, Récordo lo de ayer, una sonrisa se dibujo en su rostro. No hizo el esfuerzo por pararse, sabía que no podría. Se acurrucó mas en el brazo izquierdo de Katsuki. Minutos después despertó al rubio. Ya era algo tarde, no quería despertar a Izuku más cuando se levantó el pecoso despertó.

-¿Te sientes bien?-. Pregunto Katsuki, levantándose de la cama.

-Si, solo me duele un poco la cadera, pero nada mas-. Katsuki se acercó a el con un vasos e agua y una pastilla.

SUEÑOS ROTOS//BAKUDEKU//OMEGAVERSEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora