18.

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Malas ocho y media, Jungkook salió de su trabajo por fin. Ya había hecho el pedido del regalo de Lili desde días atrás. Sólo era de pasar por él a la tienda.

Lisa sabía que era el cumpleaños de Lili. Ella no quería a esa niña, obviamente, pero quería quedar bien con su amante así que antes de que se subiera a su auto para irse ella lo detuvo y le entrego una bolsa de regalo. Qué dentro tenía un vestido de diseñador para niña y unas zapatillas.

—Bueno, obviamente no se me olvidó el cumpleaños de tu bella hija, Lili. Le compré eso - dijo, Jungkook tomó la bolsa pero estaba un poco sorprendido - No es mucho, pero traté de qué fuera un buen regalo - dijo amablemente.

—Gracias, Lisa. Es muy amable de tu parte. Estoy seguro de que a ella le gustará mucho - dijo y le dio en beso rápido en la mejilla.

—¡Oh, oh! Jungkook, espera - dijo ella antes de que él subiera a su auto para irse, Jungkook se detuvo para verla - Me gustaría... Ir a entregárselo personalmente. Prometo portarme bien. Sólo iré a ver a la niña - dijo sonriendo amablemente.

Jungkook lo pensó unos segundos. No quería ser tan descarado de llevar a su amante a la casa, pero si Lisa no haría nada malo, por qué no?

—Sube al coche - dijo y Lisa sonrió ampliamente. Ambos subieron y Jungkook paso por su regalo a la tienda.

El regalo de Jungkook era un colgante de diamantes originales, una pulsera con gemas preciosas del color favorito de Lili, el azul. Y una muñeca muy costosa de colección.

Llegaron a casa. Jungkook sólo deseaba que sus suegros y demás gente ya no estuvieran pues era consciente del odio que sus suegros, y amigos de Jimin le tenían y no quería lidiar hoy con ellos.

Llegaron y por suerte ya no había nadie más que Jimin y Lili quiénes veían una película en la sala de la casa. Felices y acurrucados el uno al otro. Jungkook, no pudo evitar sonreír ante la escena. Y Lisa sólo lo miro con disgusto disimulado.

-¡Lili, mi vida! ¡Feliz cumpleaños! - Dijo el azabache, muy avergonzado en el fondo por la hora, alzo a Lili en sus brazos y no dejo de repartir besos por su carita con mucho cariño y amor - Perdoname por no poder estar hoy, mi amor... Lo siento muchísimo. Pero prometo que un día te lo recompensaré. Te amo demasiado mi vida - dijo sin soltar a su hija de su agarre.

Lili simplemente lo abrazo alegre.

—No importa papá. Sé que estás trabajando... Te amo demasiado también... Mucho, mucho mucho - dijo la niña y lo abrazo con ,igual fuerza.

Jungkook la sentó en el sofá con cuidado y poco después le entrego sus regalos. Lili agradeció.

Jimin saludo a ambos y los invito a cenar. Amablemente. Porqué no, Jimin no era un ser rencoroso y no le guardaba rencor a dicha pelirroja por lo del otro día. Sirvió la comida y cenaron en silencio.

Pero de repente Lisa habló.

-Uy, dios. La comida está muy salada - comentó en queja - ¿Cómo pueden comer esto diario? - comentó con burla.

—La comida la preparé con ayuda de mi familia, pero, si no te gusta, no te la comas - Dijo Jimin, educadamente, pero un poco molesto por la actitud tan altanera y soberbia de Lisa.

—No seas grosero, Jimin. Lisa tiene razón. Se te pasó de sal está vez - Dijo Jungkook esta vez y Lisa sonrió con altanería.

—Lo siento. Hago lo que puedo, pero no soy perfecto. - Dijo Jimin, agachando un poco la cabeza al sentirse cohibido.

—Sí, se nota. - dijo la pelirroja, dejando la comida de lado - Te daré un consejo, Park. No comas diario está comida... ¿No te has visto al espejo? Estás un tanto subido de peso. - comentó con cierto desagrado y burla- Y, Jungkook se merece sólo lo mejor... No crees? - concluyó.

Jimin se sintió pésimo por ese comentario, pero decidió no decir nada. No quería discutir delante de su hija y en su cumpleaños.

Terminaron la cena y Jimin se metió a la cocina para lavar lo platos sucios.

Jungkook fue detrás de él, quería un vaso de agua de la cocina.

—¿Estás molesto, Jimin? - Preguntó mientras bebía de su vaso que se había servido de agua.

—N-no importa... - dijo Jimin con la voz rota y sin voltear a verlo - Tú estás de acuerdo con ella. ¿O no? -.

—En parte sí. La verdad, debes aceptar que tu comida no es la mejor. Y bueno, Lisa sólo trató de darte un buen consejo. Deberías de dejar de ser tan llorón y ponerte las pilas - Dijo. Con cinismo.

Jimin no dijo nada más.

Por otra parte, Lisa miró a Lili con desdén. Al irse Jungkook a la cocina con Jimin ya no tenían que seguir fingiendo simpatía con la niña.

—¿Pol qué críticas la comida de papi? ¡Es la más rica del mundo! - dijo Lili, sin entender la actitud de la pelirroja.

—Ja... Pues, la verdad no está tan buena. Jimin es muy mediocre en muchas cosas. - dijo, sin restringirse - ¿No te gustaría tener una mamá más bonita e inteligente, cómo yo, en vez de Jimin? - Dijo Lisa, sonriendo con burla.

Lili la observó confundida, y después negó múltiples veces.

—Papito Jimin es mucho más helmoso que tú... Y, lo más importante, tiene un corazón más bonito que el tuyo - dijo la niña con su voz dulce e infantil - ¿Pol qué tratas mal a papi? ¿No sabes que le haces daño con tus palabras desagradables? No eres de mi agrado... - concluyó la pequeña, mirando muy indignada a la pelirroja.

Quién no podía creer las palabras de la pequeña niña.

En eso no pudo decir ya nada porque Jimin y Jungkook había vuelto. Jungkook se ofreció a llevar a dormir está vez él a Lili y así lo hizo. La alzó en brazos y la llevo a su habitación. Pero Lili notó los ojos llorosos de Jimin. A pesar de ser aún pequeña, ella se daba cuenta de esas cosas, con su perspectiva infantil, pero se daba cuenta.

—¿Te gustó tu regalo, mi niña linda? - le preguntó con amor y la recostó en su camita. Dándole un tierno beso en la frente - ¿Sabes algo? Voy darte un regalo mucho mejor más adelante. ¿Qué deseas? ¿Un viaje a París? ¿Al mar? ¿Más juguetes y vestidos de princesa? Pídeme lo que quieras, mi amor. Yo te lo voy a conceder con gusto - Dijo amorosamente y arropó a Lili.

—¿Lo que yo quiera? - Preguntó con ilusión la niña.

—Lo que desees, mi amor. Lo que tú quieras - Afirmó.

—Me haría muy feliz, si... Le regalas más sonrisas y momentos felices a mi papito Jimin, y menos tisteza... A veces no lo tlatas cómo a mí. Con amor. - pidió con tristeza en su vocesita aguda - Y... Él necesita amor también. ¿Me regalarías eso, pol favor? Yo sólo quiero que mi familia sea feliz y este unida... - Dijo Lili, con esperanza.

Esas palabras le cayeron cómo un valde de agua helada a Jungkook.

Y, por primera vez, sintió culpa de sus actos. Y se cuestionó todo su accionar hacía su esposo.

¿Él también... Estaba haciéndole daño a su pequeña hija? ¿A su propia hija? Lo que más ama en este mundo...

Toxic [Jikook] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora