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Eran las 6:25 p.m. Llegué con cinco minutos para la hora a la que se supone debía llegar.

Hacía exactamente seis días de que no los veía a Jimin y a Lili, y eso lo haci estar entre ansioso y algo nervioso.

Salió del coche y cerró la puerta del auto con fuerza. Se dirigió a los lento a la puerta de la pintoresca casa.

Suspiró, al extra delante del pomo plateado del portón, antes de tocar. Tocó el timbre unas dos vee y no más.

Se sentía tonto, pero observó unos minutos la pintura de la infraestructura de la casa delante de él. Aún recordaba las semanas enteras que tomó determinar el estilo de la casa y los colores que usarían para pintarla y remodelarla por completo. Pues debido a que la casa era pertenencia anterior de su padre, en cuanto llevo a Jimin a vivir en esta el pequeño castaño en seguida se quejó de su apariencia rústica.

Decidieron remodelarla, pero fue un proceso muy lento y caótico. Pues querían un estilo qué les gustase a los dos, y no lograban ponerse de acuerdo con nada. Después de unas semanas y muchas discusiones, finalmente se pusieron de acuerdo en un estilo clásico, pero moderno a la vez. Pintaron la casa de gris con profundidad en azul marino y puertas y ventanas de madera blanca.

Y el pelinegro se perdió en sus recuerdos de aquellos tiempos, que no se dio cuenta cuando Jimin abrió la puerta. Cargaba a Lili en brazos. La niña lucía una falda y blusa morada con estampados de flores azules, y unos zapatos azules. Una vincha morada con purpurina y el cabello suelto. Muy bonita. En cuanto a Jimin, lucía una polera blanca simple, y unos pantalones de lino grises, con unas sandalias del mismo color.

Tan hermoso cómo siempre, pensó Jungkook.

—¡Papi! ¡Qué bueno que has venido! — Grito Lili y estiró sus manitas hacia Jungkook. Jungkook le sonrió y la alzó en sus brazos.

Jimin sólo podía pensar una cosa "qué incomodidad".

Simplemente se hizo a un lado dándole a entender que podía pasar, Jungkook lo hizo y Jimin cerró la puerta de la casa. Jungkook camino hacia la sala, y se sentó con Lili en las piernas.

—Te extrañé mucho, mi amor - afirmó y beso la cabeza de la pequeña - te traje unos dulces pero están en la cochera, te los daré cuando me vaya. ¿De acuerdo? - notifico y Lili asintió. - Bueno, qué deseas hacer esta tarde? ¿Ver un película, jugar, pintar? — preguntó.

—Veamos una película. ¡Enredados! — dijo Lili. Amaba ver esa película una y otra vez, y a veces en bucle en la misma tarde.

Jungkook estuvo de acuerdo y puso a Lili sobre en sofá mientras encendía la televisión, puso la película en un dvd y lo conecto a la televisión. Puso el play y la película empezó a reproducirse en la pantalla.

Volvió y se sentó a su lado. Jimin simplemente decidió romper el silencio. No tenía otra opción.

—Voy a preparar té y galletas para mí y para Lili. ¿Gustas una taza de té y un par de galletas tú también? — preguntó, podía estar aún dolido, pero era muy educado ante todo.

Jungkook lo observó por unos segundos con atención. Jimin desvío la mirada.

—Una taza de té está bien. Aunque no tienes que molestarte, en realidad — alegó y desvío la mirada a la pantalla.

Jimin no le respondió nada, sólo asintió y fue directo a la cocina a poner el agua en la tetera para el té, y las galletas simplemente las saco del horno y las dejo un rato en una bandeja enfriarse un poco mientras el agua terminaba de calentarse. Unos minutos después ya tenía las tazas con el té listas y las galletas servidas en una bandeja un poco más linda. Las llevo a la sala y puso todo sobre la mesita, Jungkook lo ayudo desde su lugar a tomar las tazas de té y acomodarlas en la mesita con cuidado de no derramar la bebida caliente.

Toxic [Jikook] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora