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Se llegaron las 11 de la noche. Lili ya dormía plácidamente en su recámara.

Mientras tanto Jimin se encontraba en el jardín regando sus plantas y flores.

En teoría eso lo debía hacer temprano, pero este día estuvo tan centrado en que sería un gran día y en buscar el mejor traje para llevar al restaurante y demás, que se le había olvidado. Y hasta hacía una media hora se había acordado.

-Qué bonitas son... - murmuró Jimin, sonriendo apacible mientras veía a las rosas bajo la luz de la luna - Perdón por mi descuido - dijo refiriéndose a su olvidó de regarlas temprano como solía hacer - Debo de regarlas a tiempo día con día... Porque si se marchitan, ya no abra vuelta atrás - comentó y después se rió él de si mismo. Pensando que era un tonto por hablar con las flores.

Salió de su jardín. Y fue a la sala. En ese momento tocaron el timbre y él fue a abrir, aunque está vez no tan animado cómo siempre.

Y obviamente, era Jungkook.

Le sonrió y le dio un beso rápido.

Jimin noto un leve olor a vino tinto de su aliento, pero no dijo nada.

Cerró la puerta detrás de Jungkook, mientras ambos caminaban hacia el comedor y Jungkook dejaba su maletín en una de las sillas del comedor.

-Que pena contigo, Jimin... Sé que no tengo justificación. - declaró e hizo a Jimin sentarse en una de las sillas mientras el se arrodillaba delante de él y sacaba una caja de su sacó - Abre esta caja, mi amor - le pidió mientras la colocaba en sus manos.

Jimin abrió la caja, dudoso.

Dentro había un anillo de plata con un pequeño diamante brillante en el centro de su eje.

-¿Te gusta, cariño? Lo compré ayer. En la joyería más prestigiosa del país - declaró con cariño.

Jimin lo miró con apreciación. Pero... Aunque era muy bonito, Jimin seguía sintiendo que ni todo ese brillo podía apaciguar su tristeza.

-Es bonito, Jungkook. Gracias. - dijo, valorando su regalo, y cerró la cajita. Aún muy serio - Aunque, hubiera preferido pasar este día junto a ti... Junto a nuestra hija... Los dos... En la orilla del mar, comiendo, riendo. Conviviendo - expresó Jimin con una leve sonrisa llena de dolor para su esposo.

-Yo... No sé qué decirte - dijo Jungkook, mostrando vergüenza en su voz y expresión, agachando la mirada - Lo siento mucho. Sé que los he descuidado mucho a ti y a Lili. No te mentiré, he estado muy ocupado en el trabajo, y me doy cuenta de que no he estado haciéndolo bien. Creo que he sido demasiado impaciente y no te he dado la atención que te mereces. Lo siento mucho, y prometo que lo cambiaré, porque ustedes son lo más importante para mí - Dijo. Genuinamente arrepentido... Por dejar plantada a Lili.

De hecho, trato de hablar con Lisa en la tarde y hacerle ver que no quería dejar a Lili esperando, pero Lisa se pudo muy mal y él se sentía entre la espalda y la pared. Quería apoyar a Lisa, pero a la vez no quería dejar de lado a su hija. Fue estúpido y se decidió por su amante y por la diversión que está le daba.

En cuanto a Jimin... Bueno, quería verlo, sí. Pero también pensó, "a Jimin lo veo a diario. No importa mucho". En pocas palabras, no le importo en lo más mínimo lo que esté día junto a su promesa de pasar una tarde juntos significaban para el bonito castaño.

Jimin en su ingenuidad y en la idea de que Jungkook estaba cambiando porque los ama aferrada a él cómo un clavo enterrado, le creyó y lo miró, acariciando su rostro con ternura y comprensión.

-Lo entiendo; sé que has estado muy ocupado y presionado últimamente. Sé que quieres lo mejor para nosotros, y también es difícil para mí verte tanto tiempo distante. Pero, me alegra mucho que hayas reconocido este problema y quieras trabajar en ello. ¿Hay algo que yo pueda hacer para ayudarte con eso? - declaró Jimin con un tono comprensivo.

Toxic [Jikook] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora