22.

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Jungkook salió de la casa. Abrió la cochera, y metió su maleta al maletero del coche. Se subió al piloto y encendió en auto.

Golpeó varias veces con mucha rabia el volante del auto. Y después empezó a conducir por la carretera.

Estaba echo una furia.

—¡Estúpida Mina, maldita sea! - grito con rabia, después miró una fotografía colgada de Jimin en el espejo retrovisor de su auto - ¡No es posible! ¿Cómo puedes echarme a la calle cómo un perro? - Dijo como si le hablara a Jimin - Cómo un puto perro... ¡No! Nunca... Nunca voy a permitir que te alejes de mí... Tú eres mío... Además... Yo - trago saliva - yo... Te amo... — Declaró.

Sus ojos se hicieron acuosos. Lo de que Lisa era mejor y bla bla bla, realmente sólo lo dijo por despecho y coraje, pero no era lo que realmente sentía.

Ni siquiera sabía por donde conducía. Quería estrellarse con otro auto, contra un poste, contra todo.

Se dirigió a un bar cualquiera.

Generalmente no tomaba al menos que alguien lo invitará y le insistiera mucho. Pero este día era la excepción.

Aunque le jodía admitirlo, se sentía muy mal... Y, triste.

Empezó a beber cómo si no hubiera un mañana. Se sentía patético y miserable en ese estado.

Pero... Tenía tanto miedo de perder a Jimin. Ni volviendo a nacer encontraría a un esposo tan increíble cómo él. Jimin es hermoso por dentro y por fuera. Tiene un cabello sedoso, unos labios gruesos y suaves, unos ojos grandes y grises, y ya ni hablar de su cuerpo. Físicamente siempre fue su tipo ideal. Y, su personalidad era aún mejor si cabía. Amable con todo el mundo, noble, amante de los niños, complaciente, inteligente, simpático, leal, honesto, amoroso y detallista.

Simplemente... Lo había arruinado todo. Había cambiado a su familia, por su amante. Por Lisa... Mentiría si dijera que no quería a la pelirroja. Es decir, son amigos desde el bachillerato. Pero, no se comparaba a lo que sentía por Jimin. A Lisa le tenía aprecio y, desde hace un poco más de un mes, también sentía deseo por ella. Pero, no la amaba tanto cómo a... Jimin.

A Jimin lo veía, y sentía que su corazón latía con más intensidad. Lo besaba y sentía que nada más importaba. Jimin era su primer pensamiento al despertar, y el último al dormir.

Sonrió con melancolía mientras seguía bebiendo en la barra del bar.

—Aún recuerdo esos días en la secundaria en dónde sólo éramos tú y yo... Sólo nos teníamos el uno al otro. En el segundo año en el que no tenía amigos... Tú eras mi único amigo. Me escapaba todos los fines de semana de mi casa, para ir a verte detrás de un arbusto - rió al recordar eso, eran tan jóvenes - Después, en el tercer año me enferme de la apéndice... Dure varios días internado, y tú ibas a verme todas las tardes, pero mis padres nunca te dejaban entrar y... Te quedabas en la ventana de mi habitación de hospital sólo para verme y hacerme sentir acompañado desde afuera — decía para si mismo, ya que sus palabras se hacían inaudibles por la música del sitio.

Después recordó cuando se hicieron novios. Todo era muy secreto hasta que en el segundo año del bachillerato se les ocurrió la brillante idea de tener su primera vez de intimidad en el cuarto de Jungkook... Todo hubiera ido bien si no fuera porque su hermano llegó temprano de la universidad y... Descubrió a Jimin en su habitación y en su cama abrazados y sin ropa. En el momento sintió terror pues su familia no sabía de su bisexualidad. Pero después decidió afrontarlos. Con Jimin era diferente, sus padres sabían de su homosexualidad y siempre lo habían apoyado.

Finalmente sus padres después de ver que Jungkook y Jimin eran inseparables, aceptaron su relación.

Todo fue muy rápido. Aunque Jungkook con el tiempo se fue haciendo más y más inseguro, y por lo tanto más controlador con Jimin. Después se dió cuenta de que Jimin destacaba en todo. Era un estudiante estrella. Era un gran actor y bailarín, ya que estaba metido en clases de eso que daban en la academia y siempre que concursaba ganaba. Y para el colmo todos lo amaban, incluyendo sus padres de Jimin, quienes siempre estaban ahí para él, y pese a ser becado y no pertenecer a una buena familia. Todos adoraban a Jimin pues era simplemente encantador. Y para el colmo le empezaron a llegar ofertas de modelaje con 16 años y él aceptó varias, por lo que tanto hombres cómo mujeres empezaron a sentirse más interesados por él. Jimin simplemente tenía todo.

Jungkook era un mal estudiante, no destacaba en ninguna actividad fuera de la académica tampoco, era problemático y por eso a muchos estudiantes no les caía bien... Ni siquiera a sus padres los lograba agradar. Sí, tenía dinero y pertenecía a una buena familia... Pero aún así se sentía cómo un fracaso total y sentía que Jimin sólo lo opacaba... Pues Jimin tenía todo lo que él no. Y, no era que él no pudiera tenerlo, simplemente no sé esforzaba. Era rebelde. Sea cómo sea un resentimiento empezó a crecer en él hacía su propio novio.

Terminaron el bachillerato, Jimin se graduó con honores, y Jungkook por lo menos logró graduarse, y eso ya era un gran logro pues faltaba mucho, se peleaba hasta con los profesores, y rara vez entregaba un trabajo.

Jimin ganó una beca en la universidad de seul, Jungkook tuvo que convencer a su padre de pagar para entrar a la universidad sin necesidad de hacer examen de admisión. Le prometió a cambió esta vez sí esforzarse en sus estudios y ayudarlo en la empresa familiar a ratos. Adiós salidas con amigos, adiós todo eso. Se haría un verdadero hombre responsable.

Jungkook tenía claro lo que quería con 18 años que tenía para ese momento. Quería formar su propia familia. Y quería a Jimin en esa ecuación. Por lo que fue a pedir su mano a casa de sus padres; cómo es debido. Se comprometió con él con un anillo que compró él mismo con sus ahorros de unos meses del dinero que le daban sus padres para comprarse ropa cara u otros lujos.

Pocos días después y de manera precipitada se casaron. Jungkook le propuso vivir con él en una casa que sus padres habían comprado pero que Jungkook les pagaría después con su trabajo en la empresa. Jimin estaba tan enamorado de él que acepto sin dudarlo. Unos meses después decidieron adoptar una niña que por obvias razones no podían concebir ellos mismos.

Pero aquí cambio todo.

A Jungkook le molestaba qué Jimin tuviera tantos amigos en la universidad, y que le estuviera yendo tan bien estudiando para abogado. Así que le aclaro que debía decidir entre adoptar a la bebé y quedarse en la casa a cuidar de ella mientras él continuaba estudiando su carrera en finanzas y contabilidad, y trabajando para su padre en la empresa familiar, o seguir sus estudios y no adoptar a un bebé. Pero le dijo que él realmente se casó con Jimin para formar una familia, que era lo que más quería y que si él prefería seguir sus estudios, ya nada sería igual entre ambos y que tal vez él buscaría un mejor prospecto para casarse. Ósea, básicamente Jungkook lo manipuló emocionalmente, pues aunque si quería formar una familia con Jimin ambos podían esperar a terminar sus estudios pues aún eran muy jóvenes, pero lo que Jungkook relamente quería era que Jimin renunciará a sus sueños y a su autonomía.

A Jungkook le molestaba de sobremanera que Jimin destacara más que él. Jungkook siempre sintió un sentimiento de superioridad ante Jimin. Siempre pensaba "Jimin tiene suerte de estar con alguien cómo yo". Pues Jungkook tenía un buen apellido, era de una familia rica. El amor en su infancia existía, pero condicionado... No bastaba con sacar un diez, había que ser el mejor en todo. Sino no eras merecedor de un abrazo siquiera. Así lo crío su padre y su madre junto a sus hermanos mayores.

Así que, Jimin sentía mucho amor hacía él y... Aunque le dolió mucho abandonar sus sueños, se prometió a su mismo qué cuando su bebé fuera un poco mas grande haría lo posible por continuar con sus estudios.

Entonces accedió. Jimin socialmente se convirtió en menos que Jungkook desde ese momento. Era buen padre y buen esposo, pero eso no le daría reconocimientos. Jungkook poco a poco fue ganándose ese respeto y admiración por parte de sus compañeros de trabajo y de estudios. Y también de su familia, padre y hermanos. Lo que tanto deseaba.

Pero en el proceso de sentirse aprobado por el resto, se olvidó de si mismo y de su verdadero yo.

Ahora que estaba sólo en ese bar, borracho y sin rumbo... Se sentía vacío. Tenía éxito en la empresa, había ascendido hace dos semanas al cargo de sub director ejecutivo. Su sueldo era aún mejor. Estaba por terminar sus estudios en finanzas más una especialidad. Pero... No sentía una emoción genuina por esos logros. Su padre y su familia en general lo reconocían. Pero... ¿De qué servía sí... Ya no iba a estar cerca de Jimin y Lili? Ya no iba a poder verlos a diario al llegar del trabajo. Hasta que Jimin decidiera perdonarlo, si es qué lo hacía.

—Me lo lo merezco... Fui un mal esposo y... Un mal padre. - reconoció - Pero, no quiero perderte... Jimin. No quiero. No... - de repente apretó los dientes y golpeó la base de la barra dónde servían los tragos - No voy a permitir que te alejes de mí. Haré lo imposible por tenerte otra vez junto a mí — Afirmó.

Toxic [Jikook] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora