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— Ah, no parece gran cosa, pero creanme es rápido. —Mencionó Scott mientras les mostraba un vehículo viejo—.

— ¿De quién es el auto? ¿Tuyo? —Le preguntó Cole—.

— No. Yo no corro. 

— ¿Por qué no? —Preguntó Kai—. 

— ¿Lo quieren o no? Este, más los otros tres, más mi auto, son cinco vehículos. Entrarán a la carrera. 

— Ah, no lo se. Necesita arreglos. ¿Crees que estará listo a tiempo? —Preguntó Jay—.

— Nuevo motor, transmisión, frenos, amortiguadores, ruedas, parabrisas. —Hablo Nya mirando el auto—.

— Si, no está al cien, pero es lo mejor que tengo. Era excelente hasta esa carrera. 

— ¿Que pasó en esa carrera? —Le preguntó Lloyd—.

— El conductor se salió, tomó una mala decisión. ¿Que por que no conduzco? Es por eso. Solo me queda una vida y la verdad la valoro. No me arriesgo por nada ni por alguien. 

— Hay cosas por las que vale la pena luchar. —Le dijo Jay—.

— Si, Si, pueden ser héroes si quieren. Yo no. —Scott se fue dejando a los Ninjas solos—. 

— Ha estado atrapado en este juego mucho tiempo. Demasiado. —Mencionó Jay—.

— Pues si queremos salir de aquí necesitamos la Key-Tana. Debemos competir. —Hablo Nya—.

— Entonces, empecemos. Oigan, ¿Que esperamos? —Preguntó Cole y todos se separaron para buscar las piezas del vehículo—.

— Yo iré a ver la pista de carreras a ver que veo. —Le dijo Lloyd a Nya—. Tenemos más posibilidades si la conocemos. 

— Bien, pero ten cuidado. La pista seguro estará llena de visores rojos. Mejor llévate a Aemma Mejoró sus habilidades y podría ayudarte.

— Pero solo le queda una vida. 

— Y tu tienes dos. Aemma sabe perfectamente que los que tiene más vidas tenemos más posibilidades de seguir en el juego. 

— De acuerdo. ¡Aemma! 

—¿Qué sucede? —Le preguntó—.

— ¿Quieres venir conmigo a ver la pista de carreras?

— Claro. Después de todo, luego del concurso de baile posiblemente nos estén buscando y tú solo tienes dos vidas, es mejor que tengas un respaldo.

— Te lo dije, ella sí sabe. —Lloyd y Aemma salieron del lugar y fueron sigilosamente hasta la pista de carrera—.

— ¿Te puedo decir algo? —Le preguntó Aemma—.

— Claro.

— Creo que aún tengo mis poderes.

— ¿Aun estando dentro del juego? ¿Cómo es posible?

— Ah, no lo sé, son débiles, pero los siento.

— ¿Te digo algo? Antes tenía miedo de que usaras tus poderes luego de que regresaras de la muerte, pero ahora, en este momento, me alegra que tus poderes no estén atados a ti, no dejo de preguntarme qué hubiera pasado contigo al entrar al juego, tal vez seguirías viva o... Muerta.

— Pero, hey, mira al lado positivo, mis poderes ya no están atados a mí. —Ambos ven a dos visores rojos caminando y corren rápidamente para cambiar de aspecto—. Vaya, podría acostumbrarme a tu nuevo aspecto. Te ves lindo.—Dijo embobada viendo su abdomen descubierto—.

Trust me ⅡDonde viven las historias. Descúbrelo ahora