Trust me Ⅱ

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— ¡Aemma, ya llegué! —Avisó Lloyd viéndola recostada en la cama—. Sabes, hoy hice cosas interesantes, limpie ventanas... ¡Fue interesante! —Ella no emitió ni el más mínimo sonido y se puso a su lado—. ¿Cuándo piensas levantarte? Lo digo porque tienes que ducharte. ¿T-Te ayudo a llegar a la bañera otra vez? 

— No quiero ducharme —Masculló, escondiéndose entre las sábanas.

— Dijiste lo mismo ayer, Aemma, por favor... debes levantarte de esa cama y ducharte.

— No.

— Ya han pasado 6 meses desde lo de Nya, ¿crees que yo estoy bien? 

— No. 

— ¿Puedes decirme algo que no sea "No"?

— No. 

— Levántate de esa cama ahora o yo te sacaré de ella. 

— No. 

— Es todo, me cansé —Salió de la habitación y regresó segundos después arrojando las sábanas al piso.

— ¡¿Qué rayos te pasa?! 

— Te llevaré al baño. —La tomó en brazos bruscamente, Aemma forcejeaba contra él y se metió a la ducha con ella—. ¡Vas a bañarte, te guste o no!

— ¡Suéltame! —Golpeó su abdomen, pero no la soltó.

— ¡No! ¡Estoy harto de tu maldita actitud! 

— ¡Basta! ¡Por favor! 

— ¡Esto tampoco es fácil para mí, pero no me estoy derrumbando porque aún te tengo a ti! —Vociferó empujándola contra los azulejos negros de la ducha.

— ¡Déjame ir! —Suplicó entre sollozos.

— ¡¡Ya no es solo tu vida Aemma, también es la mía!! ¡No puedo hacerlo solo, te necesito! Tú eres todo lo que tengo...

Ambos guardaron silencio mientras el agua seguía corriendo por sus cuerpos completamente empapados. Lloyd comenzó a llorar descontroladamente en su pecho aun sosteniéndola y Aemma al verlo de aquella manera tan débil y frágil lo abrazo tan fuerte como pudo. 

— Lo lamento. Perdóname...

— No. Yo lamento no haberte presionado más. Una relación es de dos, se supone que tenemos que apoyarnos, no alejarnos... así que por favor... vuelve... te lo suplico, te necesito. 

— Está bien. No voy a irme otra vez, lo prometo. 

— Me alegro. No sabes cuanta falta me hacías preciosa. 

( Un mes después)

— ¡Sabía que te encontraría aquí en el muelle! —Le gritó Aemma a Kai sentado junto al mar—. Hola. 

— Hey, ¿qué tal todo? ¿Cómo te va? —Inquirió, forzando una sonrisa.

— Es gracioso, venía a preguntarte lo mismo. —Mencionó sentándose a su lado. 

— Vaya, sí que te quedan bien esas perforaciones en tu oreja. 

— Se llaman helix. Creí que era hora de un pequeño cambio. 

— ¿Cómo le hiciste para que no se te cerrara al instante? 

— He estado aprendiendo a controlar mi regeneración, lo cual no fue nada fácil. Por cierto, fui a visitar a los demás, no están muy bien que digamos... en especial Jay. Él no está como antes, pero quería saber cómo estabas desde lo de Ny...

— ¿Cómo está Lloyd? ¿Cómo les va viviendo en tu departamento? —Interrumpió, tratando de evitar el tema—. Ya han pasado unos meses juntos...

— Nya ya no está.