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— La concentración es la parte más importante de un Ninja. Si dejas caer aunque sea un solo libro, habrás fallado, Aemma. —Habló el Maestro Wu—.

— Oye, esto parece más mantener el equilibrio que la concentración. —Opinó ella—.

— Porque lo es. Imagina que el libro en tu izquierda, es tu luz. El de la derecha, tu oscuridad. Y el libro en tu cabeza representa lo que eres y lo puedes llegar a ser en un futuro. 

— ¿Y que se supone que tengo que llegar a ser en el futuro? —Preguntó con una sonrisa—.

— Eso es lo que tu tienes que averiguar. "¿Quien o en que me quiero convertir en el futuro?" Esa es la pregunta que tienes responderte a ti misma. 

— ¿Que pasara si encuentro la respuesta? 

— Encontrarás la paz interna. Tienes que mantener todo en perfecta armonía, mantener la paz en tu interior aunque todo sea un caos a tu alrededor. 

— Pero eso resulta más un entrenamiento a largo plazo. —Se quejo—. No es como para entrenar de este modo. —Lloyd entró al cuarto de Wu rápidamente y chocó con Aemma derribándola al suelo—. Ten más cuidado. Ahora tendré que empezar otra vez.

— Será en otro momento, tenemos que irnos. —Mencionó—.

— ¿Qué sucede? —Preguntó Wu—.

— Nada grave, pero Pixal localizó a otro de esos criminales transportando Vengestone. Si nos apuramos, llegaremos a tiempo para emboscarlos.

— ¡Ahg! Lo que faltaba. Vámonos, luego seguiremos con el entrenamiento Wu, lo prometo. Te dejo a Vhagar. Estaba durmiendo en mi cuarto.

— Si, por supuesto, vayan. 

— ¡Adiós Maestro! —Se despidió Lloyd. Los Ninjas tomaron sus vehículos y partieron a la ubicación que marcó Pixal. Se camuflaron entre los campesinos del pueblo cuando llegaron tres camiones del cual salieron un par de hombres—. 

— ¡Todo despejado, jefa! —Avisó uno de los hombres golpeando con un bate la parte trasera del camión, las puertas se abren bruscamente y sale una mujer con unos lanzallamas en sus manos—.

— ¿Que estoy haciendo aquí? ¡Agh! Odio el campo. Soy chica de ciudad. Nueva regla. Desde ahora solo cometemos crímenes en la ciudad. O que paguen triple. 

— Ah, están pagando el triple, señora Demeanor. 

— No soy señora Diminor. ¡Es señorita Demeanor! —Le lanzó llamaradas a la cabeza que él logró esquivar—. ¿Cuántas veces debo decirlo? 

— Lo siento, señorita Demeanor. 

— ¿Y porque querían que los viéramos aquí? ¡Estamos en medio de la nada! —Gritó Demeanor—. 

— Tal vez para que esos Ninjas entrometidos no nos encuentren. —Comentó uno de los hombres—.

— ¡Es tarde para eso! —Les gritó Lloyd saliendo del agua junto a Kai, Jay y Aemma, quitándose los disfraces—.

— ¡Los Ninjas! —Gritó el hombre—.

— Ay, wow. ¡He esperado esto! He trabajado duro para llegar a la cima. Y está pasando esto. Oh, esperen, esperen. Tenía una frase para esto. ¡Ah, sí! ¡Les daré una cálida bienvenida! —Demeanor uso el lanzallamas contra los Ninjas, y ellos esquivaron las brasas rápidamente—. ¡Saquen los camiones de aquí! ¡Ustedes, atrapen a los Ninjas! —Tres de los hombres se quedaron luchando contra ellos mientras Demeanor escapaba con los camiones—. 

— No lo entiendo. ¿Por qué peleamos con ellos tan a menudo? —Preguntó Jay—. 

— ¡Nos vemos, chicos! ¡Espero que nuestros caminos se crucen de nuevo!

Trust me ⅡDonde viven las historias. Descúbrelo ahora