OᗪIᗴᑕIOᑕᕼO

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Una mano que sube y baja lentamente por su espalda, transmitiendole tranquilidad y amor al beta que desconsoladamente llora en su hombro. Le contó lo sucedido apenas y puso un pié en la casa del alfa, todo lo que le ha atormentado desde Jisung, le cuesta aún superarlo, y todos los sentimientos acumulados en su pecho simplemente explotaron frente a Felix. Él por supuesto que no dudó ni un segundo en consolarlo.

Felix le regaló una calida sonrisa llena de compresión, de esas que parecieran aliviar todos los temores que le rodean, haciendole parecer que todo está absolutamente bien. Esa confianza con la que sólo es capaz de sentir cuando el alfa está a su lado es demaciado reconfortante, lo vuelve un pequeño y frágil niño indefenso.

Felix es como el hermano mayor que jamás tuvo. Dándole la bienvenida apenas se mudó al pueblo y apoyandole en todo lo que puede. Sorbió su nariz cuando finalmente se sintió un poco mejor, se acomodó como pudo en el regazo del alfa, por alguna razón el sueño comenzó a ganarle, las ganas de cerrar sus ojos y finalmente descansar después de algunos días no le desagradó para nada, mucho menos al estar junto a su mejor amigo.

Toda la tarde fué así, Felix dándole cariños al más pequeño, mientras que este, aún dormido, se encargaba de disfrutar soltando sonidos de satisfacción y acurrucandose aún más en su pecho.

<Tan indefenso>

<Tan bonito>

<Tan mío, mío, mío, mío, mío,>

Hyunjin apestaba a feromonas de Felix, el intenso olor desprendiendo de su cuerpo, imposible de sentir u oler para el beta, pero que a cualquier alfa u omega le causaria repulsión o incluso miedo. Claramente una marca de territorio para alejar a otros de el, de forma discreta. No quiere a nadie a los alrededores de su Hyunjin. Si era posible, que jamás saliera de su casa, tenerlo encerrado para siempre, cumpliendo todas y cada una de sus más oscuras y retorcidas fantacias hasta el día de su muerte... pero eso Hyunjin no tenía por que saberlo.

Alrededor de las 6 de la tarde, el pequeño azabache abrió finalmente los ojos, estirando su cuerpo entumecido levemente, seguía acurrucado al pecho de Felix, este de igual forma parecía haberse dormido en el transcurso de la tarde. Su rostro tranquilo, sin arrugas y con la respiración serena, le pareció demaciado tierno, era la primera vez que le veía con una cara tan pacifica y relajada.

Apretó su nariz entre sus dedos, sonriendo aún más en grande al poder observar más de cerca las hermosas pecas cafés que adornan su rostro, como una lluvia de estrellas. — Buenas noches... — susurrando Felix, con las cejas levemente juntas, venía levantándose después de todo.

— gracias... — susurró Hyunjin muy apenas, acostando nuevamente su rostro en el pecho contrario, tratando de ocultar la vergüenza en su rostro — por todo... por creer en mi, aún cuando nadie más lo hace — las lágrimas nuevamente se apoderaron de él al recordar lo que ha estado pasando. ¿Por qué el? Aún no logra comprender, ¿Qué tiene de especial Hyunjin? Deseaba de una vez por todas que lo dejaran en paz, el solo quiere vivir una vida normal nuevamente, sin la ansiedad de pensar que alguien te vigila las 24 horas del día, sin la desconfianza que lo atormenta cada que abre los ojos.

— No hay nada que agradecer, cariño — sonrió con dulzura, levantando el rostro con sus manos y limpiando el rastro de lágrimas con sus pulgares. Hyunjin puede jurar que vió como sus ojos parecieran verse más oscuros de lo habitual. — Yo siempre estaré para ti, solo me necesitas a mi y a nadie más — besó su frente — nadie te va a comprender como yo lo hago.

Hyunjin sonrió al saber que Felix siempre estará con él, el sentimiento acogedor que calienta su pecho al igual que sus mejillas. Dentro de aquella tormenta se sentía refugiado en los brazos del alfa. — Te quiero demaciado, lix — pasó sus brazos alrededor de su cuerpo, sintiendo vergüenza por sus palabras en aquel momento, las hacía sonar tan... íntimas.

— Yo también te quiero, precioso —

Lastima que Hyunjin es demaciado ingenuo, ignorando todas las señales, por más claras que sean. La forma en la que quiere escapar de su realidad simplemente lo hacen meterse en un laberinto sin salida, donde su destino ya estaba preparado.

 La forma en la que quiere escapar de su realidad simplemente lo hacen meterse en un laberinto sin salida, donde su destino ya estaba preparado

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Beta '☆ LixJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora