OᐯᗴIᑎTITᖇᗴՏ

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Bangchan frustrado jala sus propios cabellos, tratando de así, apaciguar un poco su propio estrés ante el callejón sin salida al que se enfrenta día con día. Decide guardar sus documentos en el maletín y partir directamente a casa, puesto que la noche ya se avecina y ya no hay trabajo restante por realizar.

El cielo se encuentra nublado, con pequeñas gotas que descienden y caen sobre su paragüas. Bangchan siente que hay algo que falta, esa espina que no deja de molestarle. Nada concuerda, ni el hecho de no haya ningún testigo o el como todos parecen saber algo que no quieren confesar, por miedo.

Suelta un suspiro mientas trata de formular las posibles respuestas, observando al cielo, pensando en Jisung.

Justo cuando está cerca de llegar, a una esquina dentro del callejón donde no habita más que alguno que otro gato callejero, aparece un chico tapado de pies a cabeza mientras tiembla levemente. Bangchan duda si ignorarlo o seguir con su camino, al final ya estaba cerca de llegar. Cualquier persona habría decidido la segunda opción, claro, pero Bangchan era el jefe de la comisaría, no podía  no ayudar a esa persona.

— por favor... ayúdeme... — susurró al darse cuenta de la presencia de otra persona. Bangchan decidió actuar, cargando su cuerpo ligero para ir todo el camino hacia su destino.

Dejó su cuerpo sobre el sofá. Desabrochó su corbata y se arrugó las mangas de su camisa hasta los hombros. Fué hacia la cocina, para preparar algo caliente y ahí pudo sentir la mirada del individuo en su sala. Ignorando aquello, agarró las tazas y le sirvió un poco de té caliente con miel. — toma — dijo extendiendo la taza hasta el.

Después de unos minutos, en los que se encargó de brindarle calor con un par de sabanas suyas, decidió por fin hablar con el para poder ayudarlo, después de todo, no es normal encontrarse a alguien tirado en un callejón mientras el cielo amenaza con soltar en lluvia.

— Bien... ahora que ya estas mejor, dime, ¿Qué hacías allá afuera? — preguntó con total calma, mientras se sienta a un lado, pasando un algodón con alcohol por sobre sus heridas con total delicadeza, tratando de causar el menor dolor posible.

— Yo me escapé... — habló después de un rato mirando a la nada. Su cabello alborotado, hasta los hombros cubría levemente su rostro, pero no al punto de ser alguien difícil de distinguir. En cuanto Bangchan se dio cuenta de esos detalles que no notó antes no pudo evitar llorar al ver a Jisung nuevamente.

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No quiso girar, ni abrir el archivo que le acababa de llegar por mensajes. Pero Hyunjin es demaciado curioso, por más de que puedan haber cosas horribles dentro de aquel documento. Las terribles ganas de saber lo iban a matar. Y eso en verdad pasó...

El archivo se guardó en su teléfono de forma rápida y automáticamente se abrió, mostrando una página llena de videos en negro, otras con carpetas llenas de imágenes... suyas.

Algo que hasta este cierto punto, ya era normal, ¿No?, adaptarse a vivir sabiendo que alguien está afuera, vigilando cada uno de tus movimientos a través de tu ventana u obserbandote fijamente mientras duermes, sin hacer ningún movimiento, solo parado enfrente de la cama en medio de la oscuridad. Como un demonio que te acecha sin parar.

Entró a uno de esos videos en negro y sus ojos sorprendidos se abrieron a más no poder. Era el. Nada raro. Si no fuera por em ángulo de aquel video, donde se encuentra a un lado de su cama, quitándose su playera para lanzar la a otro lado. Giró a ver a la repisa enfrente de él, donde no hay nada más que libros y entre ellos, el peluche que Felix le regaló.

Peluche que ahora mismo está tirado en el suelo junto a él. Lo toma entre sus manos y lo gira para verlo de todas partes, parando en especial en sus ojos. Esos botones negros que nunca antes les prestó atención, ahora se encuentra arrancandolos, desprendiendolos de su costura. Confirmando que nunca va a poder confiar en alguien, mucho menos en las personas que según el, son cercanas.

La pequeña cámara casi invisible tras los ojos del peluche cayó y el beta no pudo evitar regresar a ver a todas partes de su habitación, preguntándose... ¿Cuantas más hay?, ¿Desde... cuando?, ¿Qué ganaba Felix acosandolo cuando el mismo fue quien estuvo a su lado desde el principio?

Si es así, en tonces el...

No voltees...

Cierra los ojos...

El lo sabe...

Te está viendo ahora mismo...

sabía que eras lo suficientemente inteligente para descubrirlo, amor. Aunque, me decepciona que lo hayas hecho muy tarde —

Una voz ronca susurró a su oído, un timbre escalofriante que recorrió su espalda completa. Giró un poco su cabeza y la sonrisa de oreja a oreja frente a él le causó un terror que difícilmente se puede expresar con palabras. De pronto Hyunjin comenzó a tener frío y su cuerpo empezó a temblar por las manos acariciando sus hombros.

Felix no le despegó la mirada, manteniendo aquella sonrisa siniestra en su rostro, sin parpadear. Apreciando la hermosa belleza de su dulce beta de cerca.

Su hermoso Hyunjin.

Su hermoso Hyunjin

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Beta '☆ LixJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora