Las manos de felix apretaban las de Hyunjin, quien después de la horrible noche que pasó, no han dejado de temblar en ningún momento mientras la sensación de querer vomitar apresa su garganta.
Felix es un alfa, uno de los pocos amigos de Hyunjin en aquel pequeño pueblo, quien lo ha acompañado desde que llegó al lugar dándole la más calida bienvenida.
Por ello es que ahora mismo se encuentran en una cafetería cercana en la cual frecuentan demaciado cada que se reúnen a hablar, Felix no esperaba que su amigo le llamara especialmente para contarle la tragedia que le ocurrió, por ello ahora se encontraba tratando de tranquilizarle.
— Te-tengo miedo, lix. No se que hacer — Hyunjin se aferraba al abrazo, tratando de no soltarle en ningún momento, aún puede sentir con total lucidez los ojos del hombre sobre si, viendolo fijamentente como depredador.
— No te preocupes, cariño, vamos a hablar con la estación de policía para que investiguen y den con el. — susurrando con cariño sobre su oído, felix comenzó a dar leves caricias sobre su espalda.
Despues de un rato, Hyunjin pudo sentir paz en sus brazos y confianza en sus palabras, confiando en que todo pasará de un momento a otro.
La pequeña campana sobre la puerta tintineo, llamando la atención de los únicos dos presentes al observar a dos personas, un alfa con el cabello pintado de morado y un omega castaño entrar, bastante llamativos a su parecer, quitando el hecho de que nunca los habían visto por el lugar -siendo que todos los residentes se conocen uno a los otros-, su atractivo físico es muy llamativo, sería inevitable no quedarse admirando durante unos largos minutos.
El de cabellera púrpura al notar la mirada nada disimulada del beta, le guiñó un ojo mientras una sonrisa coqueta se curva sobre sus mejillas, mirada que logró sacar un ligero sonrojó de tonalidades rosadas en sus mejillas.
Felix soltó un pequeño gruñido — ¿Y ese quien es? — preguntó mirando al beta que ya se había separado de sus brazos — ¿lo conoces?
— No, pero es muy atractivo, ¿verdad? — Felix giró los ojos y se entretuvo mirando a la ventana trantando de respirar calmadamente, ignorando que su amigo se encontraba babamente sonriendo por aquel desconocido.
La mesera se acercó y dejó un pequeño paste de chocolate sobre la mesa, enfrente de Hyunjin, mientras le regalaba una pequeña sonrisa — Es de parte del chico de ahí atrás, también me pidió que te entregue esto — un pequeño papelito fué dejado en sus manos y Hyunjin agradeció.
— Tira eso, ahora mismo
— No, ¿por que haría eso? — el beta rubio frunció las Cejas, claramente en desacuerdo con su amigo.
— ¡Ni siquiera lo conoces!
— ¡Pero lo puedo conocer!
Hyunjin soltó un gruñido molesto y se paró abruptamente de su asiento, el sonido de la silla cayendo acaparó las miradas de los dos chicos que recientemente entraron, incluso del personal.
Agarró sus cosas y se fué de ahí dejando atrás a un Felix arrepentido por gritarle a su amigo.
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