Hyunjin busca de forma desesperada su playera favorita entre los bultos de ropa dentro de su armario, llevaba 15 minutos desde que salió de bañarse y su aún no podía dar con la bendita playera.
Derrotado, soltó un suspiro cansado y optó por agarrar cualquier playera, ahora se sentía inseguro dado que iba a salir con minho a una cita y no llevará su playera que tanta suerte le da, según el.
Ha pasado ya más de dos semanas desde lo ocurrido y sinceramente Hyunjin ya lo ha superado por completo sin necesidad de meter a la policía y complicar las cosas con investigaciones, preguntas, papeleos, etc.
Simplemente en su mente quedó como una simple coincidencia, un terrorífico episodio que jamás se volverá a repetir.
Ahora ya puede decir que ha mejorado su vida completamente, dado que su relación con su vecino, minho, ha progresado hasta el punto de ya se pueden llamar un 'casi algo', pero nada más allá de pequeños roces o coqueteos inocentes, ellos van a su ritmo.
Incluso se ha hecho amigo de Jisung, el hermano de Minho, con quien se lleva de maravilla al tener gustos prácticamente similares en todos los aspectos.
Agarró sus cosas con entusiasmo y se fué de ahí, Minho lo esperaba dentro de la camioneta, acompañado de Jeongin, juntos irían a la playa más cercana a unos 20 minutos por lo que sería un día pesado.
— Hola, amor — saludó besando las mejillas del beta en cuanto se subió al asiento del copiloto, realmente minho disfrutaba de su compañía.
Hyunjin se sonrojó, todavía no se acostumbra a los apodos cariñosos que le daba. Jisung por su parte se empezó a reír por su actitud tímida desde la parte de atrás, ganándose una mirada acusatoria.
Dieron marcha al grandioso día que les esperaba.
Uno de los aromas que más adora hyunjin es a las frescas olas que chocan contra la orilla y después regresan nuevamente, el clásico aroma a salado que desprende y la espuma blanquecina que se forma sobre la arena le llenan de paz.
Dejó sus cosas sobre la sombrilla que anteriormente jeongin enterró sobre la arena, quitó su playera arrojándose por ahí e arrastró al alfa, tomando su mano con diversión para correr hacia el intimidante mar frente a ellos.
Apenas tocó el agua fresca sintió como todos sus problemas y preocupaciones acumuladas durante el mes de desprenden de su espalda, quitando el peso de encima.
Tan rápido pasó el día divirtiéndose como nunca antes desde que había llegado al pueblo, que no se dió cuenta cuando el cielo se tiñó de colores anaranjados y el sol se ocultaba sobre el mar, dando paso a la resplandeciente luna.
Comenzaba a hacer un aire fresco que movían sus cabellos dorados de un lado, teniendo que quitarse alguno que otro.
— ¡Hyunjin! — llamó a su nombre el alfa atrás de él.
El beta al voltear no lo pudo creer, un corazón, no tan grande estaba formado de pétalos de distintas rosas, y en el centro, Minho sosteniendo un ramo de tulipanes.
— ¿Quieres ser mi novio, jinnie? — preguntó sin dar vueltas al asunto, sonriendo en grande cuando el veta corrió sobre la arena, saltando sobre el, repitiendo seguidamente un "si" que probablemente le costaría mucho más adelante.
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