Caminando por las calles de pueblo que ya conoce perfectamente lo dejan con una amarga sensación en la boca, más aún cuando el rostro sonriente de la persona que tanto ama está por todas partes.
Siente un coraje reprimido en su estómago, por no haber podido hacer nada, ni siquiera estaba aquí hace 3 días cuando sucedió, todo gracias a que tuvo que ir a visitar la ciudad a petición de su hermano.
Y justo al volver, con una que otra bolsa de regalo para el precioso omega que estaba cortejando, Bangchan se enteró de la desagradable noticia de su desaparición, oprimiendo su pecho con cierta culpa por no haber estado para el cuando sucedió.
Todo se le hacía raro, siendo que están en un lugar tranquilo, donde todos se conocen, ¿quién podría habérselo llevado?
Una sensación de culpa abrazó su pecho nuevamente, sus feromonas se volvieron agrias, mientras que trataba de controlarse para no hacer alguna estupidez, necesitaba buscar pistas, algo que lo ayude a dar con Jisung.
Abrió las puestas de la comisaría de par en par, reduciendo su placa a un costado de su hombro izquierdo, los únicos dos policías voltearon a verlo, sonriendo en grande.
— ¡Hombre, hasta que vuelves! — pasó su mano por el hombro del alfa, dando así un abrazo amistoso. — ¿Qué tal te fué en Seúl con tu hermano?
BangChan apartó con molestia el brazo que lo rodea, la actitud tan despreocupada de su compañero ante el secuestro de una persona en el pueblo, y no cualquier persona, era Jisung, el omega que estaba cortejando.
Ignorando los reclamos de su compañero Seungmin por su cortante actitud, se dirigió a su oficina, con molestia, no contaba con las ganas para pelear, era momento de investigar para recuperar a su omega los más rápido posible.
Encendió su computadora buscando en los archivos de grabaciones en la calle donde se le vió por última vez.
— ¡Seungmin! — gritó y no pasaron más de 3 segundos cuando el chico ya se encontraba al otro lado de la puerta, tocando levemente antes de entrar a la habitación.
— ¿Que sucede, jefe?
— Quiero que me acompañes, vamos a entrevistar algunas personas.
Min soltó un quejido de frustración, no tenía ganas de andar por todo el pueblo bajo el intenso sol haciendo preguntas, su día tranquilo había terminado apenas y llegó Bangchan.
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Después de aquel día, su amigo, Lee Jisung no ha aparecido, simplemente parecía haberse esfumado completamente de un momento a otro sin dejar algún rastro. En los carteles del pueblo aparece constantemente su cara impresa en hojas pegadas a postes de luz, o a las afueras de algunos locales, con letras en grande que dicen "se busca". Una foto tan sonriente que simplemente se vuelve más difícil de ver para Hyunjin, quien estuvo con el en sus últimos momentos antes de desaparecer.
Aún no puede digerir en su totalidad aquella noticia.
Aquel suceso simplemente causó que el pueblo entero se pusiera de cabeza. El pánico y el miedo rondando de las familias comenzaba a propagarse, ya que al ser un lugar pequeño de no más de 500 casas donde todos se conocen, o en su mayoría, nunca hubo casos de secuestros, y es por eso mismo que todo siempre permaneció en tranquilidad.
O bueno, hasta este momento, donde la cara de un chico tan extrovertido y amigable que rápidamente se ganó la confianza de todo el que lo rodea, como lo es Lee Jisung, está en todos lados, anunciando su desaparición con sus datos adjuntos, pidiendo ayuda para localizarlo o alguna pista para dar con su paradero.
Si no fuera por que Hyunjin estuvo en ese momento con Minho, sería el principal sospechoso. Aunque eso no lo salva, algunas personas chismosas, se encargan de dar a conocer su total desconfianza y desagrado con el, ligándolo al secuestro y haciendo quedar su imagen como el culpable. Hyunjin tampoco hace nada para negarlo, pues en cierta parte, el verdaderamente se sentía culpable.
Extrañamente nadie vió a donde fue, con quién o quien fué la última persona con la que estuvo, a demás de Hyunjin, es por ello la razón de la desconfianza de muchos en el pueblo. Nadie prestó la atención suficiente al chico, al igual que nadie se imaginó que pasaría en plena luz del día.
Hyunjin mordía sus uñas con ansiedad, llegando a abrir su piel y que su dedo deje salir pequeñas gotas metálicas, su vista era únicamente dirigida al papel enfrente, ese donde Jisung aparece, consumiendo su mente en una infinidad de pensamientos llenos de culpa. Se le hacía extraña la repentina desaparición del omega, tanto, que inconscientemente no pudo evitar ligarla a su acosador, que estos últimos días ha estado muy callado.
Es que, no tiene sentido, si lo analizan, ¿por que desaparecería de la nada?, un pueblo aburrido donde nada, absolutamente nada ocurre, donde los niños pueden estar jugando a altas horas de la noche afuera de sus casas, sin preocuparse de algún peligro.
Frustrado, agarró su celular para mandarle mensaje a Minho, su novio del cual no sabía nada desde lo acontecido. Decidió darle un tiempo por que sabe lo difícil que ha de ser para el, pero sinceramente, también le preocupa y en estos momentos lo último que quiere hacer es dejarlo solo.
Los mensajes acumulados en el chat con aquel desconocido llamaron su atención, hace mucho que lo silenció, ignorarlo parecía no ser la mejor forma de tratar en que lo dejara en paz, pero si de evitar cualquier acercamiento a el. Alrededor de 10 mensajes. Dudó si debía hacerlo, pero al final lo hizo. Uno de sus mayores defectos del beta es su curiosidad.
Desconocido.
Hace 1 semana.
"Por que huyes de mi?"
"Acaso no quieres estar conmigo, bebé?"
Hace 5 días.
"Dios, muero de ganas por tocarte..."
"Pero aún no, es muy pronto"
Hace 3 días.
"Deja a tu novio, no necesitas a nadie más"
"Yo soy lo único que te hace falta"
Hace 30 minutos.
"*foto*"
"No me canso de observarte por tu ventana todas las noches"
"Eres tan descuidado, cariño"
"Pero creo que ese es uno de tus mayores encantos"
Corrió tan rápido como pudo para cerrar todas las cortinas de su casa. El beta siente su cordura bajar en picada, pero no puede hacer más que llorar y temblar de miedo. La policía no lo toma en cuenta por ser beta, no puede hablar con su novio, no cuando está pasando por un momento delicado el también, no tiene a nadie.
Solo a Felix.
Sabe que el es el único al que puede recurrir, en quien puede confiar en estos momentos, quien lo ha apoyado hasta ahorita, su mejor amigo alfa. Solo el es el único al que puede recurrir en estos instantes.
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