Su Debilidad [Harry y Ginny]

Capitulo 16:

El cielo despejado, con el sol brillando de forma extrañamente confortante gracias a una ligera brisa que se extendía por los jardines del colegio, hacían que fuera un excelente día para los estudiantes, en especial por ser sábado. Ginny recordaba que, cuando estudiaba en Hogwarts, en días como esos, se sentaba cerca del lago o en los mismos jardines a hacer sus deberes, en caso de tenerlos. La mayoría de las veces estaba acompañada de Luna o de alguna de sus compañeras de casa con quienes compartía pocas palabras, pero se llevaba muy bien. Claro que, como sabrán, perdió contacto con muchas personas de Inglaterra al mudarse y empezar a estudiar en Ilvermorny.

Sin embargo, seguía disfrutando con emoción de aquellos días, pese a que estuviera caminando hacia el Campo de los Héroes.

El domingo pasado fue su primera visita a la tumba de sus padres en aquel cementerio, pero Ginny se había prometido ir cada cierto tiempo, para dejar flores, recordar viejos tiempos o simplemente sentirse más cerca de sus padres. Creyó que no sería posible, pero cuando el carruaje que la transportaba de Hogsmeade la dejó en el colegio y habló personalmente con la directora Mcgonagall, esta misma le dijo que el Campo de los Héroes siempre estaría abierto para los familiares de las personas allí enterradas.

Estas visitas no ocurrían con frecuencia, por no decir nunca, pero Ginny sentía que debía hacerlo. Aun llevaba en su pecho cierta culpa por no haber estado ahí con sus padres y de ser necesario haber entregado su vida en lugar de ellos. Si bien las pesadillas donde ellos son protagonistas habían disminuido, Ginny temía que en cualquier momento vuelvan a aparecer y hacerse comunes de nuevo. Tal vez por eso en la semana estuvo quedándose más en casa de Harry y compartiendo tiempo con él y Teddy.

Cuando cruzó el arco de entrada del cementerio, pues la reja estaba abierta, dejó atrás a los estudiantes de múltiples edades disfrutando del clima en los jardines o el Lago Negro. Le producía un poco de tristeza no haberse quedado en Hogwarts cuando pudo. Todo habría sido tan diferente.

No pudo evitar pasarse también por la tumba de Remus y Tonks a dejar algunas flores, y se preguntó si ellos aprobarían la forma en la que trataba a su hijo, Teddy. ¿Les gustaría que estuviera cerca, que lo tratara como a un hijo y él a ella como una madre? Ginny ni siquiera estaba segura de poder llamarse así. Si Harry estuviera allí y escuchara sus pensamientos, encontraría una forma de calmarla y además convencerla de que estaba haciendo bien, que Teddy la adoraba y que a Tonks le encantaría que fuera esa figura materna que tanto necesitaba el niño.

Era tan inteligente...

Siguió caminando entre las tumbas, evitando mirar los nombres grabados en las lápidas. Ahora pensaba en Harry y Teddy. Se supone que ese sábado, a partir del mediodía, irían a la casa de los Allen para ser participes de una de sus parrilladas familiares. Joseph les hizo la invitación el viernes en la noche por medio de una carta, ya que a él y a Efraim se les olvidó compartir esa información en la mañana, cuando se vieron para el entrenamiento de aurores.

A Ginny no le extrañaba de Joseph, quien podría olvidar su cabeza si no la tuviera pegada a los hombros. De Efraim no se lo esperaba, pero él tampoco había estado en sus mejores momentos últimamente. Se veía cansado y daba vueltas de más al tema de los llaveros, convencido de que algo escondían. Ginny también lo pensaba, pero se sentía de cierta forma culpable por su estado.

No quería pensar en eso. La parrillada del mediodía y parte de la tarde tenía intensiones de ser divertida. En la carta, Joseph especificó que esto era una tradición muy de él, su hermano y sus padres, incluyendo todo el tiempo a Eric, y que ahora que Ginny era parte del grupo, estaría igualmente invitada. Y si quería, podía llevar a Harry. Como ellos ahora eran un combo, es decir, que sin Teddy no iban a casi ningún lado, Ginny pensó que sería divertido que el niño compartiera con más personas aparte de ellos y los gemelos. De igual forma, en una pequeña posdata al final de la carta, Joseph les pedía llevar traje de baño.