Después de la segunda guerra mágica, el Ministerio sufrió de muchos cambios, entre ellos la renovación de sus instalaciones y una limpieza extrema en el personal. Fue, por supuesto, una dura lucha para los que querían hacer justicia, porque necesitaban dividir la prioridades entre buscar los múltiples mortífagos que se escaparon, organizar a la población mágica sobreviviente que sufría de un miedo incontrolable y también lidiar con la nueva personalidad de Harry Potter.
Lo que pensó el señor Flame, apenas fue nombrado como el jefe del Wizengamot, es que este mismo necesitaba de nuevas oficinas y de más espacio para llevar a cabo sus futuras investigaciones. Aun no tenían un ministro establecido y mucho menos un jefe del departamento de aurores, por lo que los ancianos del Wizengamot estaban ocupados con los juicios y la Orden del Fénix ayudaba, en conjunto con los aurores que quedaban, a encarcelar e interrogar a los criminales y cómplices con vida de Voldemort.
¿Su idea final? Mandó a construir unas celdas y salas de interrogatorio en el subsuelo del departamento de Misterios. Al estar tan abajo de la superficie o del atrio, se creía que ninguno de los sospechosos podría escapar y tendrían la completa privacidad para hacer las preguntas correspondientes. Un poco más adelante, se renovaron las oficinas administrativas del Wizengamot en la novena planta, donde el departamento de Misterios y las celdas tuvieron que descender un poco, pero no dejaron de utilizarse.
Cuando Harry Potter obtuvo el mando del departamento de aurores, las celdas debieron estar bajo su jurisdicción, de modo que solo él debía hacer uso de las mismas. Por supuesto que los del Wizengamot se resistieron, y encarcelaron allí a Yaxley junto con otros Mortífagos después de atraparlos en el festival más reciente, sin que Harry pudiera acceder a ellos. Como ya saben, pudieron escapar porque los infiltrados de Potter hicieron muy bien su trabajo, mucho más que los miembros fieles de la Orden.
Al tomar el caso de los mortífagos entre sus manos, Harry también obtuvo derecho de nuevo a las celdas y le produjo cierta ventaja encerrar allí a Leonardo Cowen. Por supuesto, aprovechó para llevar dementores y todo lo que fuera posible para que sufriera. Pero ese es tema de otro momento.
Ahora que el Ministerio estaba bajo el total control del Wizengamot y la Orden del Fénix, las celdas y las salas de interrogatorio volvían a ser suyas. Allí fue donde enviaron a Ginny.
Con la cabeza cubierta por un saco negro y las manos inmovilizadas por una gruesa cuerda que debía tener algún hechizo, la llevaron por el atrio mientras los trabajadores que aun quedaban en el Ministerio se preguntaban qué tipo de criminal era aquella aparente chica, para que fuera tratada con tanta brusquedad por los de la Orden, le ocultaran la identidad de esa manera y además fuera llevada a las celdas de interrogatorio en el verdadero subsuelo.
Ginny se había mantenido tranquila. Tenía un plan y sabía que resultaría. Los de la Orden no sabían a quién atraparon y les pasaría una factura bastante cara. Por eso, no se molestó ni insultó a nadie cada vez que los magos que la escoltaban la empujaban o exclamaban con fuerza en su oído —logrando aturdirla— para que se apurara. ¿Le daba rabia? Claro que si, era un ser humano, pero ya llegaría el momento de hacerlos pagar.
Estando en las oficinas casi vacías del Wizengamot, tomaron unas escaleras secretas cerca de la oficina del señor Flame hacia el subsuelo. Ginny se imaginó a donde la llevarían por lo tardado del camino y se le hizo hasta divertido. La trataban como si fuera en verdad peligrosa, y lo era, pero más que preocuparse por ella, debía preocuparse por lo que ocurriría a su alrededor para llegar a ella.
Ellos no lo entendían...
En el subsuelo hacía mucho frío. Ginny se estaba congelando y sentía como el aire frio se escapaba por su boca, chocando con la tela del saco y regresando a hacerle cosquillas en los labios. Eso le provocaba más escalofríos, pero tampoco podía demostrarlo. No mostraría ni una pizca de miedo o inseguridad frente a estas personas.
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Su Debilidad [Harry y Ginny]
FanfictionGinevra Weasley, fue enviada por sus padres a Estados Unidos cuando tenía 14 años, muy a pesar de que por fin pudo entablar una amistad con Harry Potter, el chico del que siempre estuvo enamorada. Una año y medio después de la desastrosa batalla de...