Katherine es una estudiante de Beauxbatons, pero anteriormente estudiaba en Hogwarts.
En el torneo de los tres magos ella vuelve donde vivió su primer año lleno de sensaciones, que no eran aceptadas por sus padres.
¿Que sentirá Katherine al volver...
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KATHERINE POV:
Me fui del Gran Comedor para ir a ver a Mattheo, el estaba en la enfermería ya que, tendría que pasar la noche ahí para ver la mejoría de sus golpes. Toque la puerta y Madame Pomfrey me abrió.
— ¿Te sucedió algo, querida? — me preguntó.
— No, venía de visita — le sonreí y me dejo pasar.
— Por allí está Riddle, señorita. Cualquier cosa que necesiten, voy a estar cerca — dijo y se fue, yo me acerque a Mattheo.
— Hola, Riddle menor.
— Miren quien volvió, la pequeña Malfoy — rodé los ojos — ¿que pasó que viniste a visitarme? No me digas que me extrañabas — reí burlándome de lo que había dicho, quizá era verdad lo que dijo, pero no lo iba a admitir.
— Te venia a dar esto — le extendí el regalo que tenía en la mano, era el pequeño favor que le pedí a mi madre, un anillo de rodio puro tallado con las iniciales de Mattheo "M.R." — es por haberle pegado a esos estudiantes — rei — ábrelo, espero te guste — al abrir el regalo a Mattheo se le formó una sonrisa en la cara.
— Gracias, pequeña Malfoy — dijo poniéndose el anillo en el dedo pulgar.
— No es nada, Riddle — le agarre la mano donde tenía puesto el anillo — te queda bien.
— Lo se, pero me queda mejor si esta tu mano con la mía — me guiño un ojo y sonreímos los dos.
— Todo es mejor si estoy yo — me encogí de hombros sonriendo.
— Cuanta humildad que tienen algunas.
— Hay que saber aceptar cuando uno es genial.
— Como yo — dijo Mattheo haciendo un gesto victorioso.
— Puede ser — rei — pero no más genial que yo.
— Jamás, pequeña Malfoy — me sonrió.
— Disculpen chicos, pero ya se termino el horario de visita, el paciente debe descansar — dijo Madame Pomfrey a lo que yo asentí.
— Adiós, Riddle, te veo mañana en pociones.
— Nos vemos, Malfoy — le di un beso en el cachete y me fui, no sin antes despedirme de Madame Pomfrey. En los pasillos me encontré a los chicos hablando.
— ¿Fuiste con Mattheo, no? — me preguntó Theo.
— Si, ¿por qué? — arquee una ceja, extrañada por su pregunta.
